Hanabi
Lo que ocurrió el resto de la semana es cuando más irrelevante, pues no hay mucho que decir. Chifuyu, Baji-kun y yo nos volvimos más cercanos porque Akira estaba algo ocupada con las labores del club y atendiendo a su novio. Aún así, más cercano al viernes, yo no lograba estar tranquila y mucho menos feliz del próximo fin de semana.
No me malentiendan, adoro el descanso después de una semana de clases y exámenes, pero cierto compromiso del sábado me inquietaba. Mi estado de ánimo alertó tanto a Yuyu como a Baji-kun, pero no logré encontrar las palabras exactas para explicarme así que los dejé en el desconocimiento aunque fueron bastante insistentes.
Lo único bueno que puedo sacarle a eso es que Keisuke, Matsuno y yo intercambiamos números para poder comunicarnos fácilmente. La idea me resultó bastante atractiva y no dudé en aceptarlo por lo que ahora a mi lista de contactos se sumaron dos con emojis de gatos y algún que otro corazón.
Mi llegada a casa no fue recibida por nadie, una costumbre, así que me puse directamente a preparar lo necesario para mañana. El horario, los recordatorios, los pequeños regalos y algunos souvenirs. Solo rezaba por un buen día en el que nada salga mal…
Baji
Me aburrooooooo… No sabía por qué, pero ningún gato se había ido de mi cuarto y no es como si me desagradase la idea es solo que no tengo nada que hacer y ya llevo dos horas con los felinos arriba de mi pecho y estómago sin dejarme casi respirar. Chifuyu estaba ocupado comprando un regalo a su madre por el cumpleaños cercano de esta y yo, sumergido en una vagancia enorme, no le quise acompañar. Ahora me arrepentía y fue el propio desgraciado quien me dejó en visto cuando le pregunté dónde estaba para llegarme.
Con una mano acariciaba la cabeza de un minino atigrado, mientras que la otra agarraba mi celular que extrañamente estaba vibrando desde debajo de la almohada. ¿Cómo llegó ahí? Ni idea. ¿Me interesa? No mucho.
Atontado y sin muchas ganas de hablar contesté con vagancia, soltando un seco qué, que repetí cuando por culpa de ruidos provenientes de la llamada no logré escuchar lo que la otra persona me dijo.
-¡Baji-kun!- por fin logré escuchar la voz de la persona con quien hablaba, más por un momento recé no haberla reconocido. Bruscamente me levanté de mi cama, asustando a todos los gatos y llevándome varios rasguños en el camino. El escozor me hizo maldecir, pero todo el dolor quedó olvidado cuando la risa de Nakamura llegó a mis oídos a través del celular.
-¿Hanabi? ¿Sucedió algo?- me preocupé un poco por lo repentino de su llamada, pero no voy a negar mi estado eufórico. Sea lo que sea, el hecho de que se haya tomado el trabajo de marcarme ya me tiene feliz hasta el mes que viene.
-No mucho… La verdad es que estoy por tu barrio y pues quise pasar a saludarte, pero olvidé en qué piso viven tú y Chifuyu así que estoy abajo…- sin siquiera verla pude imaginarme el rostro que ahora mismo estaba poniendo. Sus mejillas probablemente estarán rojas, sus orejas puede que un poco y de forma involuntaria intentará ocultar la mitad de su cara con algún abrigo o sudadera.
-¿Quieres que baje? Podemos dar una vuel-
-Mamá, ¿nos damos prisa? Quiero tomar helado antes de ir al cineeee…- ¿Qué cojones acaba de decir ese niño? Toda la alegría que pude tener por la llamada de la fémina desapareció en cuanto escuché al probable chico hablar. Fácilmente pude haberlo relacionado con un ruido del ambiente de ella, pero el que ella le respondiera con un ya voy mi príncipe me hizo entrar en un maldito shock.
-Baji-kun, tengo un compromiso ahora mismo con alguien, pero si quieres puedes acompañarnos más tarde. Debemos estar entrando al cine en unos cuarenta minutos más o menos así que puedes alcanzarnos allí.- agradecí mentalmente la invitación y en menos de lo que canta un gallo ya estaba sacando ropa mínimamente decente (que no pareciera que iba a asaltar una tienda) mientras me despedía de mi futura novia por el móvil.
En todo el tiempo evité pensar en algo relacionado con lo último que escuché, pero era más por el miedo de pensar en una respuesta que no me gustase. ¿Acaso Hanabi tenía un hijo? No lo creo posible, pero la duda encontró un hueco en donde enterrarse y ahora estaba perdiendo pelo por segundo.
Por suerte el trayecto fue corto y llegué justo cuando el cuerpo gordito de la chica que quiero se acercaba a la entrada del cine acompañado de un niño. Un enano de cuando mucho 10 años que sujetaba su mano mientras lamía su tonto helado de fresa. ¿Estoy celoso de un niño? Si. ¿Me avergüenzo? Si. ¿Voy a comentar algo al respecto alguna vez? No. Esto muere conmigo y los aliens que leen mis pensamientos.
Hanabi
Debería ser ilegal ser tan jodidamente guapo. Desde unos metros de distancia distinguí a Keisuke, solo por el porte de maleante sexy que desprendía. Unos tenis blancos, un pantalón negró, una camisa a rayas grises y negras y una chaqueta blanca conformaban su outfit y le quedaba demasiado bien. Aunque no fue precisamente la ropa lo que llamó mi atención, sino los pequeños detalles como la pulsera con un cascabel, los collares, el pañuelo rojo amarrado a su brazo y su cabello recogido con el mismo coletero que yo le regalé (tiene un dije de gatito que lo reconozco a kilómetros), etc. Noté a Arata ponerse más nervioso a medida que nos acercábamos a mi compañero y aunque moría de ganas de lanzarme a saludarlo, él iba primero.
-¿Qué sucede cariño?- mantener el equilibrio con mi masa corporal es ligeramente complicado, pero no quiero mancharme de helado de fresa así que no puedo cargarlo.
-¿Él nos va a acompañar? Pensé que solo seríamos tú y yo…- con un poco de lástima besé sus mejillas, limpiando la comisura de su fina boca con una servilleta que saqué de mi bolso.
-¿Te incomoda él, mi príncipe? No te voy a obligar a convivir si no quieres…- aunque conozca a Baji y sepa que él no es ni de cerca una mala persona soy incapaz de obligar a Arata a relacionarse con gente a la que por X o Y razones no se quiere acercar.
-No me molesta solo… No me dejes solo, por favor…- aquello me dolió mucho, más conociendo las razones del comentario. Dejé otro besito en su mejilla y por fin corté los metros que nos alejaban a mí y a Baji para saludarlo. Lo último que hice fue rezar nuevamente porque nada arruinara aquel día.
Pues sí, por una victoria casi aplastante ganó la cita estilo familia(? Haré también la del cementerio, pero eso un poco más adelante. Dudo que alguien se haya dado cuenta, pero la razón de las elecciones no fue ciertamente las situaciones. Con poner las dos bastaba y sobraba, sino más bien con lo que vais a conocer en cada cita sobre la OC. Quiero que se sientan un poco más representadas con Hanabi.
Claro, al ponerle más trama base antes de la relación hace que los lemons se alejen un poco, pero se me ocurrió la solución para eso. Haré algún que otro especial dedicado únicamente a la limonada ambientado en el futuro de esta parejita o cualquier AU random que se me ocurra. Si estaís de acuerdo me lo comentan. También si prefieren que deje la trama bien ligera (aunque no pensé en complicarla mucho) y/o más ideas que se les ocurran. Leí las que me pusieron en comentarios en el capítulo anterior y me encantaron así que probablemente se las robe para ponerlas acá(?
En fin, les adoro y tengan buen/a día/tarde/noche

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Fatty
FanfictionOye nena, manda a todos a la mierda, mueve tu cuerpo y muéstralo cómo gustes. No tienes que gustarle a otros, solo a ti misma. El que me la pongas gorda en un efecto secundario. ⍟AU! Tokyo Revengers. Aunque la Tōman existe esta historia está complet...