XXI

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Hanabi

Los besos siguieron por un buen rato, tanto de su parte como míos. De vez en cuando levanta mi blusa para tener más espacio, pero por lo general se limita a mi barriga, cuello y clavículas. Si bien el momento cada vez me resulta más excitante, debo de admitir que por muy privado que sea el lugar no es precisamente correcto follar ahí. Por eso nos limitamos a los tonteos, que si bien también es sexo, es mejor que nos pillen besándonos y rozándonos que desnudos y con la polla hasta el esófago.

La música sigue siendo fácil de escuchar desde la habitación, distrayéndome de vez en cuando por conocer las letras y en más de una ocasión separé nuestros labios para cantar algún verso, recibiendo quejas por parte de mi novio. No voy a negar que no era el ambiente más caliente del mundo, ¿pero era necesario que todas las relaciones exuden el erotismo de un libro +21? O sea, entiendo que de a momentos sea perfecto colocarse música lenta, encender luces LED en rojo y practicar toda una sesión del más sexy bondage, pero estos momentos son igual de disfrutados. Tenemos 16 años (Baji uno más, pero se entiende la idea) y por ahora ninguno planea romper entonces, si tiempo hay, ¿por qué no tomarlo con calma?

-Mmm…- el sonido sale de mi boca, dejando un cosquilleo en mis labios algo incómodo, pero fue eliminado pronto por un beso de mi novio. La cadera de él se mueve de forma fuerte, no agresiva como un perro en celo, pero definitivamente es algo agradable. El bulto marcado dentro del pantalón golpea mi intimidad a una velocidad constante, paseando por toda la separación disponible y dejando un golpe pequeño en mi clítoris cubierto.  -Kei…- le llamo entre jadeos, sin querer chocando nuestros dientes, lo cual nos hizo reír.

-¿Qué pasa reina?- sin perder una mano de apoyo la otra llevaba ya rato dentro de mi brasier, amasando mi pecho con la mano callos de tantas peleas en las que participó. Su pulgar juega con mi pezón mientras espera por mi respuesta.

-Tu bragueta me hace un poco de daño… y mi short se va a mojar si no me lo quitas ahora…- avisé, con las manos en su cabello, recogiéndolo con una mano para que no molestase a ninguno (aunque admito que las vistas cuando me penetra y el cabello está regado por ambos lados de mi cabeza es increíble).

-Mierda, perdón bonita.- Sus manos pronto se alejaron de la posición en que antes estaban para viajar por mi cuerpo directamente hacia mi prenda y soltarla con facilidad. Aprovechó para dejar besos en cada tramo de piel expuesta y su continuo movimiento me hizo soltarle el pelo. Al parecer se lo esperaba pues pasó una de sus venosas manos por su cuero cabelludo, organizándolo todo al lado izquierdo. Una vez me dejó en bragas se suelta él el pantalón, bajándolo hasta sus rodillas y retomando la posición anterior, subiendo con besos por mi piel. -Muy bonita, mi nena es muy bonita.- declara en mi boca, dejando un pico antes de volverse a rozar contra mi coño palpitante.

-Cállate… Joder, tu polla es tan gorda.- lo escucho reírse por mi comentario, pero es imposible hacerle caso cuando su gruñido interrumpe sus bajas carcajadas en el momento en que lo apreso con mis piernas.

-Alguien está muy caliente ¿eh?- menciona, mordiendo el espacio descubierto de entre mi cuello y mi hombro, arriba de la clavícula.

-No lo sé, tú dime.- respondo con sarcasmo, volviendo a recibir risas y un beso más profundo. Nuestras lenguas se entrelazan, rozándose sin vergüenza alguna. Mordemos nuestros labios, dejándolos rojos y mojados por nuestra saliva, apetecibles a los ojos de cualquiera, pero solo el contrario es el dueño de ellos. De vez en cuando chocamos dientes, mordemos demasiado fuerte o me lastima (sin querer) con sus colmillos, pero no importa. Es un beso torpe y errático, impulsado por la excitación que el roce continuo de nuestros genitales nos brinda.

-Mierda… nena, estás palpitando jodidamente rico…- jadea contra mi oreja, repartiendo algunos besos en la zona que me provocan escalofríos. Después de mucha práctica (ciertamente somos como conejos) y conversaciones al inicio incómodas, Baji me confesó que él (y puede asegurar que casi todos los hombres también) siente cuando la vagina palpita producto a los espasmos. De broma recuerdo que le respondí algo como ¿Son capaces de nota eso y no las indirectas? Joder, creo que el cerebro se equivocó de cabeza. Seguido a mis palabras se alejó con cara de señora indignada, pero tuvo que darme la razón cuando le mostré cómo Chifuyu, Mikey y a veces Mitsuya no entendían bromas de doble sentido.

En fin, me estoy desviando del momento y no fui la única en notarlo, así que Keisuke levantó mi camisa para subir el sujetador y tener vía libre a mis pezones, chupándolos como un bebé lactante y dejando una que otra mordida de paso. Los movimientos pélvicos se volvieron más agresivos y constantes, golpeando de forma continua la zona dónde se esconde su glande con mi clítoris. Estoy gimiendo bastante, bajito para no ser escuchados, pero no dejo de hacerlo o al menos no hasta que mis piernas intentan cerrarse (objetivo fallido por el cuerpo de mi chico) producto a un orgasmo que me las deja temblando y los dedos de los pies arrugados. Baji no se detiene de inmediato, sigue golpeando un poco más hasta encontrar su propio clímax casi un minuto después, dejándome desecha por la sobreestimulación y algunos temblores de cansancio por la postura.

La ropa interior de ambos está manchada del propio orgasmo, pero las dejamos así, de todas formas no tenemos nada para cambiarnos en ese momento. Con los ojos cerrados para descansar mejor le siento dejar besitos por mis labios y mejillas, antes de avisar que va a ir al baño a orinar y traer algo para limpiarme un poco.

Narrador

Gracias a los ojos cerrados de la chica esta fue incapaz de notar como su celular, que había caído de un bolsillo de su pantalón corto se iluminó producto al mensaje de un número desconocido.






¡Aún no he muerto! Aunque ganas no faltan la verdad.

Seré sincera, no sé si es porque estoy cerca de caer con la menstruación o algo así, pero he tenido muchas dudas con respecto a la historia. Sobre si realmente les gusta, sobre si está bien escrita, sobre si queda todo claro, etc. La cosa es que estuve a nada de eliminarla por culpa de esas inseguridades, pero vi que tiene ya casi 71K de leídas!!! Esoo me sorprendió muchísimo, no esperé llegar tan lejos con algo mío y ciertamente fue una sensación agradable.

Ayer actualicé otro fanfic de mi cuenta (perdón por el mini spam) y solo porque una personita me pidió que lo hiciera. A varies les molesta que les exijan actualizaciones, pero en mi caso es al revés, normalmente. Es como: Joder, alguien me está leyendo y quiere más. Me hace sentir que estoy haciendo las cosas bien aunque yo les encuentre mil defectos.

Bueno, termino este capítulo con unas preguntitas:

¿Les está gustando de verdad la historia? ¿La veís muy apresurada o con faltas de coherencia?

¿Qué me aconsejaís para mejorar?

¿Y quién creen que es la persona que le escribió a Hanabi?

Listop, les adoro y pasen buen/a día/tarde/noche <3

FattyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora