Narrador
Baji Keisuke no se considera un experto cuando hablamos de sexo. Quizás admita ser bueno, pero no puede decir que se sabe las mejores formas de follarse a alguien. Cada persona tiene sus propios gustos y son necesarias varias sesiones para aprenderlos. Lo mismo sucede actualmente, siente los nervios burbujear en su estómago mientras el constante interrogante sobre si lo está haciendo realmente bien azota su conciencia de vez en cuando.
Confía en su habilidad con los dedos y la boca, sabe que en cuanto aprenda se volverá fácil darle sexo oral, pero no quiere demorarse aprendiendo, quiere darle a su pareja el mayor placer posible como mismo ella se lo dio a él. Quizás por eso sus movimientos se volvieron más bruscos, menos calculados, más salvajes. Quizás por eso otro dedo acompañó al primero en su visita al interior femenino mientras su lengua aprovechaba el espacio entre ambos para humedecer aún más la zona. Quizás no le fue suficiente y con cuidado otro dígito fue agregado, con la sinfonía de gemidos y gritos bajos de su novia de fondo acústico.
Le arde el cuero cabelludo, los gorditos dedos de la mujer tiraban de sus hebras azabaches cuando el placer era demasiado, pero en ningún momento aquello molestó realmente al chico, más bien lo disfrutó.
-Ba-Baji… es-toy cerca…- la frase a duras penas formadas fue motivación suficiente para que los movimientos fueran más rápidos y exigentes. Quiere, o más bien necesita, sentir el orgasmo de su pareja en su cara, solo así estaría seguro de que realmente le estaba haciendo sentir bien. Por suerte el clímax no tardó en azotar el cuerpo femenino, haciéndolo retorcerse bajo el firme agarre que las manos de hierro masculinas ejercían sobre él.
No tiene un sabor que pueda definir. No, no es un manjar de los dioses como lo pintan en algunos mangas, pero tampoco es algo desagradable. Le gusta porque viene de su novia, pero no es su comida favorita. Contrario a la pelinegra que sí disfrutó del sabor salado del orgasmo del chico, a él le daba exactamente igual.
-Joder…- no la sobreestimuló, sería demasiado para la primera vez de ambos (juntos) así que cuando su orgasmo terminó, se recreó en dar besos por los muslos y barriga, elogiándola por lo hermosa que se ve deshecha bajo de su cuerpo. Ahora ambos calmados (aunque calientes como hornos) el azabache se percató de cierto sobre de pañuelos que les analizaba desde la mesa. Si bien ya sabía que todo esto fue planeado por la menor, le resulta gracioso que se haya tomado el trabajo de dejar cosas para limpiarse cerca.
Con una delicadeza muy usual cuando era Nakamura con quién trataba, sacó varios pañuelos para pasearlos por la piel femenina, deshaciéndose de la mascarilla facial de leche mientras ella se recuperaba. Es consciente de que, con su peso, no era tan rápido recuperar la respiración. Aún así disfrutó de los minutos en que se daban besitos traviesos o alguna que otra mordida. Para cuando la respiración de Hanabi se regularizó ambos sentían un poco menos de calor desenfrenado, pero las ganas de volverse uno persisten y como era de esperarse van a ceder ante ellas.
El de ojos plateados agarró un condón de su billetera antes de bajar por completo sus pantalones y boxers de gatitos, rasgando el sobre con los dedos. Una vez el látex estaba libre se lo colocó con cuidado, apretando la punta para que cuando el semen saliera tuviera espacio donde almacenarse. Se demoró unos segundos más comprobando que el objeto se adapta bien a su miembro y no deja espacios sueltos, pero en todo momento fue analizado por una sonriente Nakamura.
-Me resulta adorable como compruebas todo a pesar de ser tan impulsivo.- comentó, recibiendo la atención del de colmillos pronunciados de inmediato, al principio con una cara de desconcierto mas cambió pronto por una sonrisa.
-No quiero ningún susto… Tengo anécdotas un poco graciosas.- Antes de que saquemos las antorchas, Hanabi dejó muy en claro al principio de su relación que le daba igual los anteriores ligues de Baji, según sus palabras textuales: Ahora quien se lo come soy yo y razón no le faltaba.
-Después me cuentas, adoro el chisme.- ordenó, recibiendo una respuesta afirmativa del mayor, pero con risas interrumpiendo. Volvieron a besarse, suaves, con calma. Si bien ambos adoran joderse sin descanso era un momento íntimo, la primera de muchas veces que tendrían intimidad.
La cabeza cubierta con látex rozó la entrada un par de veces, tanteando la zona con sus dedos antes de comprobar su dilatación. Despacio fue adentrando cada centímetro a la cavidad apretada, besando las mejillas de una chica que cerró los ojos por la incomodidad. Siempre pasa al inicio (y eso que ella con su consolador tiene algo de experiencia) y a Keisuke no le importaba esperar por ella.
Unos segundos fueron suficientes para que las paredes calientes y húmedas se relajasen alrededor de su eje, empezando con un vaivén suave que a ninguno de los dos terminó por gustar. Por eso fue que el más alto no aguantó mucho y, en algún punto, su cadera chocó con los muslos femeninos (que para este momento estaban lo más abiertos posible), dejando el eco de un aplauso resonando en los oídos de ambos.
Les gustó el sonido, para qué negarlo. Las manos que antes aseguraban a la mujer por la cintura, subieron hasta el brazo del sofá para tener un punto y apoyo para lo que se venía. -¿Recuerdas la palabra de seguridad?-
-S-Sí…- no le hizo falta más nada. A partir de ese momento los aplausos se hicieron más constantes a un punto en el que eras selectas las embestidas que no terminaban con ruido. Aún así cada una fue acompañada de gemidos, jadeos, suspiros y gruñidos de ambos.
Las manos de la chica se sujetaron a los brazos que estaban cerca de su rostro, incapaz de articular correctamente una palabra gracias al placer, pero aquello no era necesario. Puede recibirlo, claro que puede y por eso lo goza.
Bueno, solo falta la última parte xd mi justificación para cortarles aquí es que me enfermé de la garganta (no, no es covid) y pues no tengo fuerzas para seguir escribiendo el lemon. Perdón si me quedó muy meh
Pasen un buen/a día/tarde/noche. Les adoro <3
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Fatty
FanfictionOye nena, manda a todos a la mierda, mueve tu cuerpo y muéstralo cómo gustes. No tienes que gustarle a otros, solo a ti misma. El que me la pongas gorda en un efecto secundario. ⍟AU! Tokyo Revengers. Aunque la Tōman existe esta historia está complet...