V

5.5K 729 273
                                    

Hanabi

Del resto del turno no puedo destacar nada. Baji-kun y Chifuyu-kun permanecieron toda la hora junto a mí, ayudándome con los ejercicios y sacándome más risas. El viejo que no folla intentó muchas veces joderme, pero gracias a la presencia de estos dos hermosos seres no me dieron ganas de llorar e, incluso, llegué a cumplir todos los mandatos inhumanos que daba.

A veces, principalmente cuando reía, Baji de me quedaba mirando unos segundos totalmente serio y eso me pone nerviosa. Aunque creo que cualquiera estaría igual. La belleza de ese chico no es ni cercana a la promedio y resalta, por sus ojos fieros, sus colmillos salvajes, sus manos venosas, sus abdominales marcados… sus abdominales marcados… SUS ABDOMINALES MARCADOS.

-¡Baji-kun!- chillé sonrojada hasta las orejas cuando me percaté de hacia donde estaba viendo. Sentí arder mis mejillas como si fueran lava y a duras penas cubrí mi rostro con las manos, pero dejando un pequeño huequito para seguir viendo.

Al parecer el más alto no aguantaba más el sudor en su rostro y levantó la camiseta para secarlo, pero como justo me quedé “pegada" en ese punto terminé viendo más de lo que debí hacer. Aunque no me estoy quejando exactamente.

-¿Qué pasa?- se le notó desconcertado o sorprendido… vale, ninguna, se estaba riendo en su interior porque conozco la burla mejor que nadie.

-¡No te rías!- lo que resultaba curioso es que, a diferencia de las demás veces, con él no me sentí incómoda o con ganas de llorar. Solo sentí vergüenza y, quizás, un poco de ganas de tocarlos (y lamerlos).

-Solo son abdominales, tonta. Nada más.- su cabello azabache que pasó desde la carrera recogido en una coleta se soltó por la repentina rotura del coletero, haciéndolo maldecir bajo y yo agradecerle a Diosito precioso.

Fui testigo de cómo la cabellera azabache se regaba por su nuca y hombros casi en cámara lenta (así al menos lo ví yo). De cómo mechones rebeldes terminaron pegados a su mejilla y cuello por el sudor. La mano que antes sujetaba la camiseta ahora se paseó por la frente del chico, abriéndose para agarrar todos los cabellos y tirar de ellos hacia detrás, todo mientras la boca se quejaba de que algún pelo salvaje se había colado en ella.

Debo de admitirlo, me quedé embobada con aquella cinemática y por poco pensé que esto se trataba de alguna clase de película porno, pero el carraspeo del rubio al que olvidé por unos segundos me sacó de mi nube, dándome cuenta de dos pequeños detalles. Uno, la clase había terminado y ya podemos irnos a casa y dos, siento un cosquilleo muy conocido entre mis muslos.

-Perdón por interrumpir su coqueteo, pero somos los únicos en el campo y yo tengo que alimentar a Peke J.- bromea Yuyu, haciéndome sonrojar aún más y con prisas me levanto del suelo cómo puedo. Nunca logré hacer lo que algunas bailarinas logran y es levantarse sin necesidad de apoyar sus manos. Yo tengo que primero levantar el culo y después es que logro estabilizar mi cuerpo.

Baji

Jodido y puto Dios, gracias por semejante vista. Nunca fui creyente, de hecho soy de esos que en semana santa se comen un pedazo de carne frente a la tía religiosa, pero ví a primera plana ese culo y no sé a quién rezarle.

Soy consciente de mi atractivo, nunca tuve ninguna clase de problema con mi autoestima, pero hoy debo de admitir que me acabo de sentir irresistible y todo gracias a Nakamura. No fui ajeno a la atención que prestó a mi cuerpo, más cuando el maldito coletero se rompió de la nada, pero debo admitir que agradecí en mi interior aquello. Me elevó el ego saber que caliento a la persona que me calienta a mí, extraño, pero bien para mí.

Quise mandar a la mierda a Chifuyu por interrumpir, pero gracias a eso me di cuenta de otro pequeñito detalle, Hanabi está excitada, bastante si ve necesario apretar los muslos mientras espera a que yo me levante del suelo. Me alegré por eso y antes de que los aliens que leen mis pensamientos me malentiendan no busco simplemente follármela, aunque eso también.

Nakamura Hanabi es todo lo que nunca ví en una mujer en Japón y, por tanto, lo que más quiero probar. Sin embargo no soy idiota como para solo buscar follármela ya que sé que eso solo me traería consecuencias malas. Además, nunca me perdonaría hacerle daño a una persona tan buena y hermosa (y aquí no me refiero precisamente al físico) como ella.

Llevamos un día hablando, solo uno y nada más, pero fui capaz de conocerla demasiado bien. Comparte la misma característica que Chifuyu, son totalmente diferentes cuando están en confianza y me gusta conocer ese lado al que pocos han accedido.

Quien diría que la chica que ocupa el primer lugar en el promedio de la preparatoria es alta fan a libros pervertidos y fue capaz de darme consejos aleatorios de cosas que ella hubiera hecho cuando le conté de algunas citas fallidas. Todo lo hice para hacerla reír (cosa que logré y por lo que ví, bastante bien), pero terminé con varios consejos útiles que no solo me ayudarían a tratar mejor a las mujeres, sino que me daban una idea de cómo puedo tratarla a ella.

Noté su amor por la acción cuando me hablaba de su anime favorito. Me reí cuando me comentó de que tiene un pequeño templo en honor a Uchiha Itachi que al parecer es su personaje favorito. Hablé más con ella de lo que hago con mi madre o Mikey, quizás lo mismo que hablo con Matsuno en un día normal y eso que él es mi mejor amigo. Sentí esa misma conexión de la que me burlé cuando Draken conoció a su novia y me sentí igual que bien como el día en que uno de los gatitos ciegos de la tienda donde trabajamos Chifuyu y yo fue adoptado.

En general, me estaba gustando demasiado estar junto a Hanabi y no veo ningún contra en seguir así.


Primero que nada, perdón por parecer que estoy atrasando la razón por la que todes siguen aquí. No lo hago a propósito es solo que busco que la historia tenga mayor coherencia posible y un romance mal justificado y muy rápido me es incómodo de escribir.

Prometo que el capítulo de mañana tendrá sí o sí algo de lemon :'3

Pasen buen día/tarde/noche. Les adoro <3

FattyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora