NO DEBERÍAS CURIOSEAR. NADIE SABE QUE TE PERTENECE
Jamás se había sentido tan feliz. Tan... completo.
Rodeaba con los brazos al hombre al que amaba desde hacía años. Se había mantenido abrazado a él toda la noche, apretado contra su piel sedosa. Su pecho respiraba contra su espalda, delicada y elegante; su ingle se metía contra el dulce trasero; una de sus piernas arropaba las del hombre que estaba acurrucado contra él. Su hombre.
Inhaló profundamente aspirando su aroma, esa esencia inconfundible que le hacía desear pasar el resto de su vida así, arrullado por su presencia, por su personalidad, por sus bromas y enfados.
Su pene se irguió impaciente. Estaba tan cerca de él que dolía. Sin abrir los ojos se movió hasta quedar encajado entre sus muslos. Sintió en el glande el calor que guardaba la entrada de su ano. Empujó. La corona de su pene quedó rodeada por la piel suave, húmeda por el rocío de su esencia. Sentía que podía tocar el cielo sólo con elevar la mano.
Abrió los ojos dispuesto a beberse la imagen de Yoongi. Los tibios rayos del amanecer se filtraban entre las tablas de las contraventanas, reflejándose rasgados en la tela de las cortinas y sumiendo la estancia en sombras apenas visibles. Parpadeó aturdido. ¿Ya amanecía? ¿Tan pronto?
Observó al hombre acurrucado entre sus brazos, su respiración acompasada y la laxitud de su cuerpo le indicaron que estaba profundamente dormido. Cerró los ojos, contrito. Deseaba introducirse en él, penetrarlo hasta oírle jadear.
Pero era tarde. Muy tarde.
Salió de su interior lentamente. Sintió los músculos del ano aflojarse sobre su glande y deseó volver a entrar en él. Apretó los labios y se alejó de su cuerpo tentador. Tenía muchas cosas que hacer, no podía entretenerse ahora por mucho que lo deseara.
Se levantó de la cama y, gracias a la poca luz que se colaba por las ventanas, consiguió no tropezarse con nada. La cabaña permanecería en sombras mientras las contraventanas estuvieran cerradas, pero aun así, había cierta claridad que le permitía imaginar lo que le rodeaba. Abrió el arcón y sacó unos vaqueros, una camisa limpia y unos calcetines. Buscó una toalla y la pastilla de jabón que, supuestamente, había sobre la encimera del aparador, y luego recorrió con la mirada el suelo hasta dar con las botas camperas. Con la ropa entre los brazos abrió la puerta; la luz entró a raudales iluminando el interior, se giró y observó a Yoongi. Seguía dormido, colocado de lado sobre la cama, tan hermoso como un ángel, tan bello que le dolieron las entrañas por tener que abandonarlo.
¿Cómo puede un hombre alejarse voluntariamente de su más añorada fantasía?
Haciendo acopio de toda su férrea voluntad, Jimin dio un paso atrás sin dejar de mirarlo y traspasó el umbral. Inspiró profundamente y cerró despacio la puerta, ocultando en la oscuridad la claridad que segundos antes iluminaba el cuerpo amado.
Bajó decidido los escalones del porche, saludó con la cabeza a Negro, lo palmeó en el lomo y después se dirigió a la bomba de agua; colocó el cubo bajo el grifo y bombeó. El líquido comenzó a fluir tras unos segundos. Helado. De la sierra. De los riachuelos ocultos en las profundidades de la montaña. Cuando tuvo suficiente, se lavó apresuradamente.
— ¡Joder! —siseó entre dientes.
Hundió la toalla en el cubo de agua gélida y se aclaró con pasadas largas la espuma que decoraba su cuerpo. Estuvo a punto de estallar en carcajadas al recordar que Yoongi pensaba que él residía siempre allí. En verano era agradable vivir en la cabaña; al estar en mitad del bosque la temperatura era más fresca que en el pueblo y el río que pasaba cerca contaba con unas buenas charcas en las que bañarse y nadar. Pero en invierno... Ni siquiera podía sacar agua con la bomba, pues ésta se congelaba y el viento soplaba tan fuerte que daba la impresión de que era el aliento del lobo a punto de derribar la cabaña de los Tres Cerditos; de hecho, todas las primaveras tenía que arreglar el techo y las contraventanas. No. En invierno prefería con creces su cómoda casa, sus chimeneas llameantes, su bañera con agua caliente...
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Sueños Ardientes De Verano
FanfictionAdéntrate a esos días de verano en una solitaria cabaña en medio de la nada... JIMSU MPREG