Ropa Ensangrentada
19 de Octubre de 2014
Dejamos la ropa en la pieza, que se estaba manchada hasta no poder de sangre, el piso también estaba lleno de sangre, tuve 10 minutos antes de que llegara toda la caballería pesada y nos persiguieran, pero nos subimos a un tren y nos fuimos a la ciudad de Valparaíso. Nos demoramos unos 20 minutos en llegar, Felicia estaba que se cagaba encima, se puso toda helada y apenas respondía, la tuve que sujetar de la mano mientras salíamos de la estación. Caminamos un poco y llegamos a un mercado, donde nos sentamos a comer y compramos algunas frutas. Comencé a recordar todo lo que sabía de Valparaíso, había estado allí hace mucho y necesitaba donde refugiarme. Tengo unos tíos por parte de mamá, pero no van a condonar mis acciones, aunque tienen varias casas sin ocupar, o así creo yo.
Recordé donde habían unas casas y fuimos a recorrerlas… pasamos por tres casas antes de encontrar una decente y sin habitar. Busqué una ventana abierta y abrí la puerta. Esta gente vive sin seguridad pensé, aunque no había casi nada en la casa, excepto una cama sin usar y una cocina cubierta con una sabana, no era mucho el valor comercial de los artículos. Busqué unas llaves y colgadas estaban cerca de la puerta.
Salimos con Felicia otra vez, y la chica ya estaba mejor de la cabeza, estaba tibia y respondía a mis conversaciones, y con eso me refiero a que asentía. Recorrimos unos miradores y nos tomamos un té helado.
“Recuerda, te están buscando” le dije a Felicia y abrió unos ojos. Unos policías pasaron cerca. Cuando ya no se veían, Felicia comenzó a murmurar algo.
—¿Qué dices? —le pregunté y ella miró hacia otro lado.
—Yo… m… a… os… —decía a Felicia —Yo… s… at… os.
—Felicia no entiendo —y le toque la mano, comenzó a respirar mas fuerte y hablaba más rápido.
—Yo los maté a todos —decía Felicia y alzaba la voz.
—Felicia para… —y le apretaba la mano.
—¡Yo los maté a todos! —y ya estaba gritando, haciendo una escena.
Había poca gente, pero estaban mirando y no quería que los carabineros volvieran por causa de los gritos.
—¡Ven acá! —y la sujete entre mis dos brazos y con ellos empujaba su cabeza hacia mi pecho, tratando de hacerla callar. La gente miraba y algunos se habían puesto de pie. Felicia estaba llorando y gritando.
—¡¿Qué le pasa?! —me preguntó exaltado un hombre de unos 35 años.
—Está bien, solo está teniendo un ataque de ansiedad… —le dije, reflejando mi experiencia —, ya se le pasará.
—¿Llamo a una ambulancia? —me preguntó una mujer más vieja que yo.
—No, enserio —les decía —, va a estar bien.
Y fue en ese momento en que Felicia cayó dormida, no sabía como responder, asi que la tome entre mis brazos y me la llevé de allí, la acosté en una banca y una señora me dio un paño con agua, le mojaba la frente y la secaba, alguien le echaba aire.
—Te necesito viva —le susurre al odio y esperaba que nadie me haya escuchado.
Tres minutos más tarde, Felicia despertó y desorientada pidió volver a casa. Todo se quedaron tranquilos y se alejaron de mí. La llevé a caminar y tomamos un taxi, llegamos a la casa y la acosté, no la amarré, pero si le susurré al odio.
—Ya todo va a terminar —le decía —, solo espera.
Me senté en el piso de la sala de estar, estaba helado, pero me recordó a cuando me desperté en la casa de Violeta y desnudo, en esa misma noche, estaba helado y ella me abrigó con su amor y más amor. Violeta es mi Serendipia y no estoy arrepentido de ello. Sé que la perderé por cómo voy, nada puede salir bien. Pero mientras ella y mi bebé, mi aun no nacido y hermoso bebé, estarán bien y felices. Solo espero que tenga sus ojos, porque la pureza de Violeta, irradia en sus ojos. Y son ojos afortunados. Lo que ven, lo obtienen.
Fue así como me obtuvo a mí y yo la obtuve a ella. Sea como sea, transcendimos a otro nivel y nunca olvidaré eso, ni siquiera después de mi muerte.
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Vengeance©
Mistério / Suspense"Vivir con venganza te alegra el corazón" James es un chico de lo mas normal, pero el abuso lo ha seguido por todos lados. Con su familia decide cambiar de aire y se mudan a Serena, pero un accidente los sigue y lo deja a la deriva sin padres y sin...