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Parte dos. Desarrollo.

 

13 de Abril de 2014

Había planeado la muerte de Dos para fin de mes, y para eso primero tenia que preparar la muerte.

Siempre he querido una de esas equis para torturar. De las que se usaban en la edad media, de esas en las que puedes torturar a muerte o simplemente, sodomizar a tu pareja. Si me compraba o hacia una, Violeta y yo pasaríamos mucho tiempo en ella.

Para seguir conquistando a Dos, debía de invitarla a citas y cosas así, pero como no tenia mucha intención, lo quería hacer en dos o tres, y tratar de no llegar al sexo, después de lo que pasó con Violeta comencé a dudar de la idea.

Le llamé después de 1 hora de terminar de hacer el amor con Violeta, ella estaba presente:

Sonaron tres pitidos, antes de que por fin contestara.

— ¿Aló?

— ¿Antonia (Dos)?

—Sí…

—Hola, soy James.

Violeta se reía.

—Hola —me contestó exaltada — ¿Cómo estás?

—Pasando las penas —ya las pasé —Pero, te llamaba porque, ¿Quería saber si querías salir conmigo?

Violeta estaba por explotar, solo quería reír.

—Eh… si, ¿Cuándo puedes?

—Mañana… ¿Tienes tiempo? —a pesar de todo, quería ser cortés.

—Tengo tiempo de sobra… —esta mujer parece que no hacía nada — ¿A qué hora?

Alejé el teléfono de mi oído y puse la mano en la parte del micrófono.

— ¿A qué hora puedo? —le pregunté a Violeta —Quiero hacer cosas contigo también…

—A las 9 —me miro fijamente —Y te quiero devuelta a las 11

No falto que dijera más.

— ¿Aló?, ¿Aún estas?

—Sí

—Es que se había perdido el sonido, ¿Te paso a buscar a las 9?

—Está bien, te espero entonces.

Quería colgar rápido el teléfono.

—Está bien… adiós.

Y colgué.

En parte me sentía mal, porque esta mujer no me había hecho nada, le hizo daño a Violeta. Pero sin importar mis pensamientos, igual me cargaría a esta chica, pensándolo bien. Violeta era parte de mí.

Nunca hemos dormido mas bien, recordé que tenía un tequila en mi casa y nos hice unos margaritas, invitamos a Joe y su novio, a Marcus y su… ¿Novia?, no podía creer que este chico andaba haciendo de las suyas. Y compartimos todos juntos, se marcharon a las tres y media de la mañana.

Con Violeta nos dormimos de inmediato, no limpiamos, nada. Solo queríamos dormir.

Cuando desperté, sentía un gran calor, sentí que iba a explotar o repentinamente derretirme. Así que me levanté y tomé una ducha fría y rápida.

Hice el desayuno, y luego me senté en el ante jardín, saludé a un par de personas y luego llegó Violeta. Fue un día, tranquilo, quizás un día con resaca, teníamos sed. Mucha sed.

Eran las 8 de la tarde y yo me alistaba para mi  cita con Dos, me puse un Jean, Una camisa blanca y zapatilla, sería algo casual.

Violeta me llamo para desearme… ¿Suerte?

Eso no lo creía, no era posible. Luego recordé que la quería muerta y se me pasó. Me subí al auto y me largué.

La casa de Dos era, era… súper grande. Parecía mansión, até los cabos y se me paso por la mente poder cobrar algún tipo de rescate, pero sería muy de película y a demás no es mi estilo, soy más estilo Dexter, trabajo en silencio.

La llevé a un restorán, donde servían los mejores mariscos que se podrían probar en esta ciudad.

Terminamos de cenar a las 22:30, y la dejé en su casa a las 22:50.

La cita fue genial, seguí los consejos de NormalLadiesMan, moví los labios y la miré sin parar, la escuché y la seguía mirando. Asentía y le decía que se veía linda. Podía ver en sus ojos que había caído en la trampa.

Sabía que lo había logrado. Sabía que estaba lista para ir al matadero.

Vengeance©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora