Vengeance©

22

Rich Girl…

 

30 de Abril de 2014

Dos, aun no recuperaba la consciencia, James y Violeta se preparaban para ejecutar el plan que tanto les tomó tiempo, e incluso, casi les toma su relación. Todo para poder tomar venganza, y al fin. Dos estaba recostada en una mesa de metal que James había adquirido en una página de internet “underground”.

Cuando Dos, por fin dio sus primeros movimientos, primero alzó la mano y se cubrió los ojos, había una luz molesta encima de ellos. Luego deslizó la mano un poco más abajo para rozar sus yemas por el moretón que le dejó James. E  instantáneamente se toco al frente, al hacer esto. Un dolor punzante se instaló en su cabeza. Se preguntó que  hacia allí, y no hubo respuesta, y aunque las pidiera no se la darían. Intentó bajar de la camilla, pero estaba atada con cadenas, no tenia escapatoria. Estaba condenada.

Violeta cumplió al pie de la letra con la tarea que le había dejado James, tenia que comprar dos mascaras para cubrir sus identidades, aunque las victimas no saldrían con vida de allí, James pensó que le agregaría algo de drama, y Violeta simplemente no quería vivir en la cárcel, si alguno de ellos escapaba y contaba lo sucedido.

James no se inmutó, la paciencia fue un don que le regaló su difunto tío. Le había enseña a esperar y disfrutar, ese era el truco que el ocupaba. A james le contó que sufrió torturando gente para el golpe de estado, pero cuando el tenia que elegir, lo hacía con entusiasmo. En el fondo siempre fue un desquiciado, solamente cuidaba la apariencia.

Dos había empezado a gritar, y a Violeta nunca le gustaron los gritos. Lo primero que hizo fue amordazarla.

Las mascaras, no fueron compradas. Estaban hechas a mano, por las manos de Violeta. Primero infló dos globos y solo les fue agregando yeso, cuando se secaron moldeó los ojos, y un puntito, en donde debería ir la boca. Los corto y listo. Fue el trabajo más fácil que ha hecho.

James heredó de su tío varias armas, las cuales ingresó a la ciudad etiquetada de Tecnología, y no es que fuera el gran tema andar con una caja, en la que se supone que hay computador, parlantes, quizás una televisión, varios cables y cosas así. Es normal para aquellos que cargan el bus, también lo es para la policía. Tampoco es rara la caja que venía etiquetada de Libros.

Dos se revolcaba, las esposas que la mantenían atada al mesón, le hacían daño en las muñecas, y tobillos. Gritaba pero apenas se escuchaba algo dentro de la bodega, afuera, la noche estaba tranquila.

Violeta camino hacia otra mesita de metal, y prendió la radio, la canción de Dos comenzó a sonar. Y esta se dio cuenta de quién era la chica. Dos se calmó y vio que la chica se acercaba. Y cuando por fin esta se le acercó a la cara, sintió un perfume, algo dulce, algo embriagador, y Dos se puso a llorar. Reconocía ese perfume donde fuera. Violeta, se dijo para si misma.

—Me contaron que te gusta esta canción… ¿Es cierto? —le preguntó James con voz profunda

Solo se escuchó un balbuceo.

— ¡Le encanta! —grito violeta.

Más balbuceo.

—Bueno, también te daremos tu minuto de fama… —James tenia una voz más profunda y se acercaba a Dos —Y bueno, también te daremos tu Oscar a mejor actriz.

La música sonaba… “If I was a rich girl, na na, na na, na na, na na na na, na na, na na na”

Violeta sujetó un cuchillo y se lo enterró a Dos en el estomago. Esta comenzó a sangrar.

“‘Cause I'd have all the money in the world if I was a wealthy girl”

James agarró una cuerda de alambre y lo puso alrededor del cuello de Dos, y este la estrangulaba. Violeta seguía con las apuñaladas, ahora atacaba sus piernas.

La música seguía sonando, y Violeta seguía apuñalando, James la dejo de estrangular, ahora había agarrado una sierra, se acerco a las piernas apuñaladas de Dos y comenzó a cortar.

Dos chillaba y sus lágrimas corrían por sus mejillas, al igual que su sangre por una esquina del mesón de metal. Su sangre era negra como su alma, dijo James.

De Dos, ya no quedaba nada de vida, había dejado de ser Antonia y también había dejado de ser Dos, ahora era una mujer casi descuartizada.

James nunca vio a Violeta más eufórica, tenía el alma alegre y se podía imaginar la sonrisa en su cara. El problema sería después, una vez que se diera cuenta de que asesinó a alguien.

Los ojos de Dos, se desvanecían y con ellos la canción, que ya tocaba su tercera vez. Cuando violeta dejo de apuñalar su cuerpo, quiso contar las puñaladas, 120. Y se regocijó con ese número.

James termino de cortar sus brazos, y Dos ya esta fuera de este mundo. En un acto casi grotesco, los dos se sacaron las mascaras, cercaron sus cuerpos sobre el difunto cuerpo de Dos y se besaron. Para ellos fue romántico.

Cuando toda la escena termino, Violeta se sentó, y solo observo, James temía por su salud mental, y él ahora temía por ir a la prisión. A los hombres que matan mujeres, los violan y los matan.

Había una tina, con acido, James hundió cada parte del cuerpo de Dos en el, y su cuerpo dejo de existir en el planeta. Hundió la ropa que le habían quitado antes de matarla. James no pudo contener el olor de la carne quemándose.

Para cuando todo había terminado, Violeta seguía sentada. James se acerco a ella:

— ¿Estás bien?

No hubo respuesta, James seguía mirando a Violeta, quien miraba fijamente el mesón de metal…

—Nunca he estado mejor.

Y Violeta sonrió.