Nunca nada termina
2 de Enero de 2015
Me desperté hoy a las 4 de la mañana.
<<Sonó mi celular>>
—James... está ocurriendo —hubo un silencio seguido por un gemido casi de dolor—, James... me duele.
—¿Dónde estás?
—Camino al hospital, mi padre me está llevando hacia allá.
—Te veo en media hora.
Cuando colgué, cogí lo primero que vi, tomé mi billetera y salí hacia el hospital, cuando llegué fui a urgencias y allí me encontré con su madre, primero me hice el loco, no quería que me viera, pero a este punto ya me daba lo mismo. Mi hijo estaba a punto de nacer.
—Yo sé que quizás no me quiera ver y que me merezco todos los improperios del mundo—le dije—, pero necesito ver a Violeta.
—James... —me dijo mientras me miraba directo a los ojos—, te estaba esperando.
—¿En serio?
—A este punto me da lo mismo a quien hayas matado porque ese es tu tema —me dijo—, ahora me importa que veas a Violeta y la calmes.
—¿Esta allí adentro?
—Si.
—Gracias.
—Ven —me dijo, y me dio un abrazo—, ahora corre.
Y entre a la sala de partos, aun no entraba en trabajo de paro pero estaba a mitad de camino, cuando entré a su habitación, me senté a su lado y le tomé la mano, estaba muy tibia y parecía estar cómoda.
—James... —me dijo algo cansada.
—Estabas durmiendo, no te quería despertar.
Violeta parecía estar cansada pero tenia ese brillo de que a pesar de todo el dolor y todo lo que pujaría y lloraría, sería feliz y que me dejaría de amar, porque ahora los dos amaremos a alguien más, un tercer en nuestras vidas, un tercero que ambos queremos.
A ratos le daban contracciones y cada vez eran más fuertes pero aun no dilataba lo suficiente, me paseé por todo el pabellón pensando en todo, sobre mi vida, la vida de Violeta y la de el pequeño hombre que estaba por llegar. Ya habían dado las seis de la mañana cuando decidí ir a residencial a dormir un poco y volver mas tarde.
...
Cuando desperté fue gracias a Joe, ya habían dado las 12 del día y Violeta no daba señales de haber tenido el bebé, me junté con Joe para ir a almorzar, después de haber comido fuimos a una tienda por algo de ropa para el bebé y le compramos un batido a Violeta. Cuando llegamos al hospital y entramos a parto, el padre de Violeta estaba sentado afuera de la habitación, con una cruz en la mano y así llorando.
—¿Que pasó?
—La llevaron al quirófano... —me decía sollozando—, el bebe no quiere salir y... y... le harán cesárea.
—¿Cesárea? —quería encontrar el quirófano —, ¿Y entro con la mama?
—Ella quiso que entrara la mamá, ya que tú no estabas y no teníamos como contactarte.
—Bueno, esperare aquí con usted.
Pasaron dos horas de horrible sufrimiento, cada vez que veía a una enfermera le preguntaba por Violeta y ninguna tenia información de la operación. Me estaba volviendo loco, quería saber como estaban, pasó media hora más y por fin salió la mamá, nos dijo que es un bello varón, con ojos grandes y un espíritu nuevo y joven, fuerte y ruidoso.
A la media hora después, Violeta y estaba en su cama descansando, lloraba del dolor y no me lo podía imaginar, lo peor es que no puede hablar por restricción del doctor por 24 horas. Me escribía lo que quería decir o pedir.
El bebé lloraba cada tanto y si que era ruidoso, pero una belleza, ojos grande y azules, tenia el pelo claro, no rubio pero bien claro. Su piel era tan suave y cuando lo tenía en mis brazos pensaba que lo iba a romper, pero Violeta me escribió que solo lo sujetara con mi amor, con el amor que le daba ella y que ahora es de él.
Primero costó que Violeta le diera leche y es por eso que lloraba, porque tenia hambre pero aun no sabía sujetar el seno de su madre y mamar la leche.
Estaba aprendiendo del mundo al igual que lo hice yo, Violeta y todos los que despertamos por primera vez y llegamos a este páramo que es el mundo, descubrimos que alguien nos amó desde el momento en que nacimos, descubrimos los olores de nuestras almas y los sonidos con los cuales miles de poetas inspiraron poemas que transcendieron niveles inimaginables. Descubrimos a la mujer, el mejor invento de la humanidad, porque da vida y amor. Descubrimos al hombre, presente y ausente a la vez, también da vid y amor a su manera.
...
Habían pasado tres días, el bebé pasaba cerca de la madre por ser prematuro, una enfermera venia a verlo todos los días y cada 6 horas, pero el bebé es fuerte al igual que su madre. Se llama Francisco y alegra mis días.
—Violeta, me debo ir —le dije—, voy a ir a descansar, ¿está bien?
—Está bien... te amo.
—Y yo a ti.
Cundo salí del hospital los podía ver a todos y cada uno de ellos, tirados mientras los gusanos se los comían, todas las personas a las que mate, estaba el detective Camilo y el abuelito, la señor y su hijo, Marcos, 4, 2, 5... todos.
Cuando mire para atrás por última vez, allí estaban de pie mirándome, riendo porque sabían algo que yo también.
Algo que había decidió hace tiempo.
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Vengeance©
Misterio / Suspenso"Vivir con venganza te alegra el corazón" James es un chico de lo mas normal, pero el abuso lo ha seguido por todos lados. Con su familia decide cambiar de aire y se mudan a Serena, pero un accidente los sigue y lo deja a la deriva sin padres y sin...