Perdón
1 de Julio de 2014
Tenia que asesinarla, sé por certeza que no se dará por vencida, esta guerra ahora es solo nuestra, sin abogados, televidentes, audiencias o cámaras para grabar lo ocurrido.
El día de ayer, lo único que quería hacer era disculparme con los padres de Violeta, los abuelos de mi bebé. No pude porque la tenía a ella, entre ceja y ceja. No le podía quitar la vista, hoy al colegio no asistió. No creo que lo haga por un tiempo. Todos comentan sobre ella y hacen bromas incluso. Yo solo quiero sujetar su cuello entre ms manos…
Violeta se ha sentido mejor, en incluso hoy en la mañana fuimos a ver al doctor, para su primer control. Todo parece normal, pero le recomendaron que no pase malos ratos o se estrese. Podría ser malo para el bebé. Es por eso que decidí, que Violeta solo me daría los nombres, pero por el momento, necesito alejarme un poco de la bodega y mi lista de Venganza.
Cuando terminó la jornada escolar, por fin me di cuenta, que éramos una pareja de nuevo. Nos tomamos de la mano y la fui a dejar a su casa, como lo hice el primer día de clases. En el camino, tomamos un helado, ella pistache, yo menta. Mi sabor favorito. Hablamos bastante en el camino, y para cundo me di cuenta, ya habías elegido los nombres para la variable de sexo de nuestro bebé, si es hombre, Christian, y si es mujer, Isabel, en honor a la escritora favorita de Violeta.
Cuando llegamos a la puerta de su casa, estaba dispuesto a irme de inmediato, sabía que no le caía bien a su padre. Y no sabía la opinión de su madre. Según Violeta, no me quieren volver a ver, pero lo que ocurrió fue sorprendente:
— ¡James! —gritó la madre de Violeta — ¡Pasa! —haciendo un gesto eufórico con la mano.
Miré sorprendido y luego traté de pasar desapercibido y entré cohibido a la casa.
Violeta me guió a su habitación y nos quedamos allí, tratando de averiguar que estaba ocurriendo. Con la puerta abierta, escuchábamos a su madre correr de un lado hacia otro y para ver qué pasaba nos sentamos en la cocina y la veíamos mover ollas y espátulas, cucharas y tenedores, polvos volaban por todos lados y la sal era el oro de esa cocina.
Estaba preparando una cena, minutos después entro el papá de Violeta.
— ¿James? —preguntó asombrado —¿Cómo estás?
—Eh… yo… eh… ¿Bien?
— ¿Es una pregunta o qué?
—Estoy bien… gracias por preguntar.
Temía por lo que me podría decir de aquí en adelante.
—Ven siéntate conmigo, ¿Violeta? —miré de inmediato a Violeta —¿Puedes traernos unas cervezas?
Eso era lo que me encantaba del padre de Violeta, se despreocupaba de todo cuando llegaba a su casa, se sentaba en el sofá de la sala de estar y se tomaba una cerveza, porque ya había terminado su jornada de despertar para pagar las deudas, había terminado esa sensación de estar ahogándose en cuentas sin pagar. En trabajar por decirlo de alguna manera “gratis”, pero aun así, vivían cómodamente los tres, como lo hacía yo y mis padres.
—Está bien… vuelvo en un segundo —le contestó Violeta.
No quería ni hablar, el padre de Violeta puso un partido de futbol y comenzó a hablar:
—Mira James… lo siento — ¿Se estaba disculpando? —Lo siento por no haber creído en ti, por haberte juzgado y no apoyarte.
—Oh… está bien… —tenía este sentimiento extraño —No se preocupe. Todo está ya solucionado.
—Sí… pero… —tenía un tono sincero, de esos que sabes por certeza que son sinceros, de esos que solo sientes unas pocas veces en la vida —Me sentía culpable por no creerte y juzgarte.
—Yo en su posición hubiera hecho lo mismo, así que. No se preocupe —me gustaría ser tan buen padre como lo es el padre de Violeta.
Él solo asintió, luego me abrazo de lado y me dijo que me estimaba y que seria un buen padre.
Cuando la madre nos llamó a cenar, todos nos sentamos en tranquilidad, la paz rondaba la casa, conversamos de todo, de cómo criaremos al bebé, que Violeta se mudaría conmigo. Que estudiaría aquí en la ciudad. Que el padre de Violeta me encontraría trabajo en su empresa. Los nombres del bebé, cuando le harían el Baby shower, quienes irían. Que necesitábamos comprar.
Y no pude sentirme triste, porque mis padres no conocerían a mi bebé.
Después de haber cenado y conversado, Violeta y yo lavamos los platos y luego nos recostamos en su cama.
— ¿Quieres ir a la playa?
— ¿Ahora? —sorprendida me respondió — Es un poco tarde, ¿No lo crees?
—No, digo, podríamos ir el sábado y regresar el domingo, hace un poco de frio pero se pronostica un buen tiempo para el fin de semana —confiaba en los pronósticos del hombre del tiempo — ¿Quieres ir? Podemos invitar a Marcos y su novia y a Joe y su novio —quería compartir con alguien después de lo ocurrido — ¿Qué te parece?
—No es mala idea —parecía convencida —Acepto.
—Entonces haremos los planes y nos largamos el sábado por la mañana —estaba tan emocionado —No te olvides de pedir permiso.
—Nunca me olvidaría, de otra manera no iría.
Los dos reímos tontamente.
—Oh, lo estaba olvidando —palpando mi bolsillo derecho —Te tengo un regalo.
— ¿Regalo?
—Sí, es como una disculpa, por lo que pasó —la mire fijamente a los ojos —Sé que la pasaste mal, así que. Quería pedirte perdón por eso.
De mi bolsillo saqué una cajita de terciopelo rosa.
—Ábrelo.
Y cuando lo hace, podía ver que estaba emocionada y nerviosa a la vez. Cuando lo sacó pude ver el destello del colgante. Me había olvidado que era tan precioso. Después de ir a la consulta del doctor, me tomé el resto de la mañana y me fui al centro, a una joyería y después a la casa, me cambie de ropa y anduve todo lo que quedaba de clase con esa reliquia en mi bolsillo.
Era un colgante en bruto, no estaba moldeado ni nada, un diamante según el hombre que me lo vendió, aunque no estoy seguro porque nunca he visto un diamante. Le explique a Violeta porque lo compré.
— ¿Te fijas en las imperfecciones que tiene? —mientras toqué el colgante — ¿Las ves?
—Sí.
—Bueno, lo compré, porque aunque esté lleno de imperfecciones, aun sigue siendo bello —y era cierto —Y es una de las metáforas que ocupo, si no ves la belleza en las imperfecciones, no estás viendo de verdad.
—Me encanta.
Y me besó lo más fuerte que pudo, le abroché el colgante y me largué a mi casa, antes de irme, besé su vientre y me despedí de todos.
Había sido una buena noche para todos, esperemos que haya más noches buenas como esta.
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Vengeance©
Mystery / Thriller"Vivir con venganza te alegra el corazón" James es un chico de lo mas normal, pero el abuso lo ha seguido por todos lados. Con su familia decide cambiar de aire y se mudan a Serena, pero un accidente los sigue y lo deja a la deriva sin padres y sin...