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Compras.

 

27 de Enero de 2014

Yo seguía limpiando la casa, cada vez encontraba más cosas por hacer. Limpie toda la mañana, almorcé pobremente un bistec y papas fritas. Y después seguí limpiando. A eso de las 3 de la tarde siento mi pierna vibrar, pero solo era mi teléfono.


—...O sea, digamos... ¿solo me besas y ya?

—¿Violeta?

—¿Hay alguna otra?

—Disculpa, he estado ocupado limpiando y ordenando cosas que me olvide totalmente de ti —le digo como forma de disculpa.

—Está bien.

—¿Estas ocupada?, necesito ayuda con una cosa

—Te veo en tu casa en 30 minutos.


Y luego colgó el teléfono.


Había conectado el refrigerador hace días, pero solo tenía un par de cerveza que probablemente están malas y mucha comida rancia, así que boté todo y el resultado fue un refrigerador pelado. Como si fuera nuevo.


Necesitaba llenarlo de inmediato.


Como si fuera reloj, Violeta llego 30 minutos después. Y así nos fuimos al supermercado, y cuando llegamos compramos de todo. La verdad es que la traje a ella porque no se que comprar.

Ella agarro un poco de arroz, aceite, fideos, azúcar, sal, varios condimentos, pasamos horas infinitamente aburridas en la sección de carnes y pollo. Y compramos un poco de bebidas.

Debo admitir que sentía que éramos una pareja, de esas con años de relación y que viven juntos pero cuando me daba vuelta a mirar si faltaba otra cosa, me daba cuenta de esas miradas como de fenómeno. No sabía si eran para mí o para Violeta.



Cuando llegamos a casa guardamos todo y simplemente tiré un colchón en el vacío living y nos tiramos con el notebook a ver una película.


Fue lo más romántico que he vivido. Luego revisé mi Facebook y Violeta el de ella.

Ella bajaba y leía unos artículos y publicaciones de gente que nunca había visto. Y cuando se fue al baño, le eche una mirada y tenia mensajes sin revisar y cuando los vi eran solo insultos, abrí un par de ellos y en ninguno comento nada, solamente los leía.

Cuando me descubrió viendo los mensajes, se lanzo a llorar. Yo no entendía, no sabía si era porque invadí su privacidad o que...


Luego de que se calmara me explico porque se puso a llorar y la historia no me agrado para nada. Unas chicas le hacían Bullying y ella solo las dejaba.

Articuló unas palabras.


—Quería vengarme... pero nunca supe cómo.

—Creo que puedo ayudarte con lo que quieres...



Y ese fue el comienzo de nuestra sangrienta historia.

Vengeance©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora