Capítulo 2: La visitante

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...abrió el candado de la máscara y me la quitó. Era mi oportunidad.

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PDV: Shinsou

-- ¿Quién eres?-- fue lo primero que pregunté, me pareció una pregunta común, suceptible de pasar desapercibida para conseguir una respuesta. Sin embargo ella sabía bien a quién tenía en frente y mantuvo su boca cerrada. Mas no hay forma de que me rinda así que continué.-- ¿Dónde estoy?

Una vez más, no hubo respuesta, la supuesta T/A se contentó con mirarme a los ojos antes de hacerme una seña indicando la bandeja. Es cierto, me había olvidado de la bandeja que ella había traído casi por completo. Hechandole un vistazo pude observar que tenía comida (bueno enrealidad no tenía mucho pero algo es algo). Solo había un pan del tamaño de la palma de mi mano y un vaso de agua. Fue entonces que caí en la cuenta de cuán hambriento estaba.

Le heché una última mirada a T/A antes de atacar la primera comida que veía desde que me secuestraron. En el momento en que el pan entró en contacto con mi boca una explosión de sabor se desató en ella, no importa cuán insípido pudiera ser, a mi parecer estaba delicioso.

Cuando volví a desprender mi mirada de la comida me encontré con que la joven ya no estaba frente a mí. Un segundo de incomprensión se desató en mi interior antes de percatarme que ella seguía en la habitación que ahora tenía la pesada puerta de metal entornada.

T/A se había acomodado contra la pared contigua a la cual yo tenía contra mi espalda. Ella debía de estar a un metro de mí. Estaba vestida de manera muy casual con un jean, zapatos deportivos, y una camiseta negra. Entre sus manos parecía estar usando el tiempo muerto para doblar pequeños cuadrados de papel. ¿Origami? No parecía muy peligrosa e intimidante como los demás pero no podía subestimarla. Si estaba en La Liga de Villanos (sí, sé que normalmente ya no se llama así pero es mucho problema y además haría spoilers para algunos, así que sigamos con su viejo nombre) seguramente había algo muy malo en ella.

Luego de unos minutos de silencio con mi cena (¿o almuerzo? ¿o desayuno? no estoy seguro) volví a la carga. Preguntas fáciles, eso era lo que tenía que hacerle. Una pregunta fácil aveces tiene más probabilidades de ser respondida inconcientemente.

-- ¿Qué haces?-- absolutamente ningún sonido se le escapó, nisiquiera levantó la vista del papel que doblaba entre sus dedos. Esto comenzaba a tornarse exasperante. Otro intento-- ¿Por qué me quiere la Liga?

La joven no abrió su boca, nisiquiera parecía estar prestando atención a mis preguntas. Era momento de subir de nivel. Tengo que hacerle preguntas personales para lograr ponerla a la defensiva. Solo necesito una palabra, nisiquiera, solo necesito una mísera sílaba para poder controlarla y hacer que me saque de aquí.

-- ¿Por qué eres mala? ¿Disfrutas tenerme encerrado aquí?-- ningún sonido se escapó de la boca de la visitante, en cambio ella solo metió su mano en el bolsillo de su jean para sacar un pequeño lapiz, que parecía tener ya muchos años de uso, y comenzó a garabatear sobre el pedazo de papel que había doblado prealablemente.

-- ¿Por qué quieres arruinar mi vida?-- silencio. Ya comenzaba a desesperarme--. ¡¡RESPÓNDEME!!

Esta vez ella levantó la vista de lo que sea que estuviera haciendo y puso su debo indice frente a sus labios. Era una manera bastante cortés de decir "cállate". ¡Nada funcionaba! ¡Ya no sabía qué intentar!

Me volví desanimado hacia el pequeño pedazo de pan que me quedaba y hacia mi vaso de agua medio vacío. Rosaba los límites de la rendición cuando ella se acercó a mí. Se sentó con las piernas cruzadas, justo junto a mí, contra la pared. En sus manos sostenía lo que había estado haciendo de origami. Era ese juego para niños en el que dices un numero y el que lo sostiene lo abré, lo cierra y lo vuelve abrir hasta llegar a tu número y luego eliges entre los colores que quedan a la vista, salvo que esta vez fue diferente.

(¿Ustedes sabían como se llamaba o soy la unica que le decía el "cosito de papel"? En realidad tiene nombre, es "comecocos de papel". Busquen en google estoy segurísima de que lo conocen y que lo jugaron mil veces.)

Ella comenzó a abrir y cerrar el juego hasta caer en una apertura en la que los colores posibles eran cuatro: rojo, naranja, azul y verde. T/A se quedó mirandome esperando que eligiera uno.

-- Verde-- le dije, y ¡o sorpresa! no me hizo caso y abrió el azul--. Ese no es el que...-- pero me interrumpí a mí mismo al constatar lo que ella trataba de hacer.

En el compartimiento abierto decía simplemente:

Micrófonos. Sígueme la corriente.

Cambio de Bando - Shinsou x reader - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora