Capitulo 4

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Ese fin de semana fue gratamente increíble. Después de esperar casi tres meses, al fin había llegado el sábado en el que era el concierto de the neighbourhood.

Fue difícil convencer a sus padres pero, al final, las chicas ahorraron y fueron juntas al concierto. fue una noche emocionante, en la cual fueron acompañadas de la mamá de Sabrina, pero eso no importó.

Cantaban las canciones juntas y aunque Jenna no supiera ninguna, igual la pasó increíble cuando lanzaron confeti de colores.

Después durmieron en casa de Sabrina, hasta el domingo, y fue la mejor pijamada del mundo. Habían visto en la tarde una película y los padres de Sabrina fueron muy agradables e incluso graciosos.

Ahora, ya era lunes por la tarde y los exámenes del semestre estaban a la vuelta de la esquina. Ava iba con paso alegre a la biblioteca con su nuevo suéter blanco, que llevaba el símbolo en color negro de la banda estampado en el, que habían regalado en el concierto.

Ella realmente no era muy glamorosa a la hora de vestirse pero ese suéter, en especial, le encantaba y le parecía muy cómodo. Esperaba encontrarse a la castaña al llegar y así fue.

Al abrir la puerta de la biblioteca inmediatamente captó el rostro de Olivia alzando los ojos, como si esperara a alguien. Cuando los ojos chocolates se posaron en ella, tardo un segundo mirándola, y volvió su atención al libro.

Obviamente, si Olivia estaba esperando a alguien no era Ava. Se sintió cómo una gran idiota al descubrir que se encontraba decepcionada.

Durante estos dos meses había logrado formar varias conversaciones con Olivia, aunque siempre al final terminaban peleándose y duraban mínimo tres días sin dirigirse la palabra, cuando estaban en la biblioteca, que era lo más común. Aunque sus conversaciones fueran poco significativas, o principalmente por los estudios, a Ava le daba la oportunidad de escuchar su voz e incluso conocerla más a fondo.

Se había enterado, por un vago comentario de la castaña, que su plato favorito era la pizza y que su película preferida era The Notebook.

Se sentía ridícula ya que, aún después de varias semanas de aquella conversación, ella aún recordaba esos detalles y también le hiciesen sentir bien.

Durante todo ese tiempo también había aprendido algunas expresiones faciales de Olivia, cuando ellas estaban estudiando y ni se hablaban. Mordía su lápiz al concentrarse, arrugaba la nariz al estar disgustada o que comenzaba a morder sus dedos cuando claramente estaba aburrida.

"Idiota, idiota" se decía a ella misma mientras se sentaba en su mesa de siempre. Parecía una acosadora cuando ni siquiera eran amigas.

La observó un rato, está vez sin disimular mucho, y después frunció el ceño, enojada con ella.

¿Por qué la hacía sentirse así? Ya lo tenia todo en claro, detestaba a las niñas miradas como ella, con todo su ser y todo por Olivia, que parecía no terminar de salir de su cabeza.

Extrañamente Olivia levantó el rostro, y con cierto cuidado observó a la ojimiel, sus ojos se encontraron y Ava permaneció, o al menos intento aparentar tranquila, como si estuviera mirando a hacia el paisaje al otro lado de la ventana que había detrás de la castaña.

Parecía funcionar, ya que de reojo observaba como Olivia no la observaba extrañada, la ojimiel incluso sospechaba que la miraba fijamente. Ava no lo pudo evitar, pero se le disparó el pulso y ahora sintiéndose más valiente, dirigió sus ojos fijamente a Olivia que tensó los hombros al haber sido descubierta mirando.

Ava intentó alzar una ceja aparentando que se extrañaba de la mirada de la castaña, cuando hace poco ella también la había estado observando dándole a entender que no entendía por qué Olivia la miraba con tanta insistencia y la castaña apartó las miradas.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora