Capitulo 44

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Esta noche era el baile de invierno y Ava, a pesar de tener un vestido, no quería ir. Durante estos días, Olivia la había evitado e incluso fingía que la ojimiel no existía. Rowan la había regañado, pero Ava no entendia el por qué. Al parecer la chica también la evitaba y solo la miraba desde lejos, con desaprobación. Estaba en el pasillo. Sabrina a su lado le acariciaba la espalda y Jenna intentaba animarla.

–Vamos, Ava. Fue tu culpa.– le dijo y Ava la miro con mala cara. Jenna se hizo hacia atrás –Tú fuiste la que dijo la mentira, de que no la amabas.–

–Cierto, Ava. Ella... ella puede que tuviera que decirte algo importante y tú le echaste esa bomba.– Brina, a pesar de estar consolándola, también le reprochaba su actitud.

–Ella seguro me iba a rechazar.– soltó, apoyándose de los casilleros.

–No creo eso.– comentó Jenna, rascándose la cabeza.

–Yo tampoco.– dijo Sabrina apoyándola, aunque comenzó a sonreír, cuando vio a su chica acercándose.

Rowan, vestida con una blusa y unos jeans, al ver a Sabrina mostró una gran sonrisa y al acercarse las dos se saludaron con un beso en los labios. Rowan le hizo un cabeceo a Jenna como saludó y luego miró con reproche a la ojimiel. Ava se encogió ante esa mirada.

–Eres una gran idiota, rarita.– soltó mientras Ava bufaba.

–No me vengas tú también. Ella me iba a rechazar y no le iba a dar la satisfacción de hacerlo.– se defendió, cruzando de brazos, y Rowan la observó como si fuera idiota.

–¿Eres ciega?– preguntó un poco indignada y luego volteó a ver a su chica –Amor ¿Tú amiga es tonta de nacimiento o qué?–

–Ella siempre ha sido así.– Sabrina se encogió de hombros mientras con sus manos entrelazaba los dedos con los de Rowan.

–Ya déjenme.– intento irse, pero, a los pocos minutos, aquella chica de primero la llamó.

–Hola, Ava.– la saludó con una sonrisa brillante y Ava apenas y se mostró feliz.

–Hola.– se iba a ir cuando Lili la tomó de la mano –¿Quieres algo?–

–Yo... bueno, después de todo, me preguntaba si tú... eh.– estaba un poco nerviosa y su piel blanca le hacía parecer un tomate en estos momentos.

Ava, un poco aburrida, vio que varias personas las miraban y parecían entretenidos.

–¿Tú... necesitas?– intento ayudarla y la chica se sacudió un poco, para avisparse.

–¿Quería ver si ibas conmigo al baile de invierno?– pregunto un poco tímida y todos observaron, esperando a que ella respondiera.

Ava parpadeó.

–Bueno... yo... en realidad.– se calló al ver a Olivia cerca de ellas, con el ceño fruncido.

Sus labios estaban apretados y ahora todos miraban a las dos chicas, esperando el drama.

Ava no respondió, seguía viendo a Olivia. La pequeña de primer año ya se estaba desesperando y sacudió por el hombro a Ava,  quien por fin salió del estupor y dejó los ojos marrones.

–¿Vas conmigo, Ava?– le pregunto un poco preocupada, ya que allí estaba Olivia y no la miraba con buena cara.

–Yo... claro.– respondió mirando otra vez a la castaña, quien abrió los labios y cerró los ojos, antes de darse la vuelta e irse por el pasillo.

–¿Si? !Gracias! Te voy a dar la dirección de mi casa.– dijo Lili alegremente mientras en un papel le escribía la dirección y al instante se fue feliz con sus amigas.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora