Olivia estaba muy alegre, más de lo que recordaba haber estado alguna vez. ¿Como no? Hace unos dos días, fue la noche del baile de invierno, fue el momento más emocionante y hermoso de su vida. Pasaron muchas cosas, ella terminó bebiendo, comiendo alegremente y felicitando a Rowan y a Sabrina por ganar como reinas del baile.Aunque el acontecimiento principal de aquella noche, fue la declaración más tierna y hermosa que le había dado Ava Wilson, su Ava. Bailaron juntas muchas veces, mirándose a los ojos con dulzura e ignorando las miradas curiosas de los otros compañeros. Sobra decir que también se dieron varios besos, Olivia amaba los suaves labios de la ojimiel.
Y no, no fue un sueño. Esa noche, después de que Ava la despidiera tímidamente frente a su casa, ella se lanzó un balde de agua fría para asegurarse de no estar dormida. En realidad, fueron dos baldes, para rectificar. Una nunca sabe.
Al día siguiente no lograron verse, para la desgracia de las dos chicas. Olivia tuvo que asistir a una reunión familiar y estuvo todo el día de muy mal humor. Andrea alzaba una ceja, riéndose un poco. Olivia evitaba mirarle a los ojos, como su hermana llegara a enterarse de lo sucedido con Ava, en cuestión de segundos toda la familia lo sabría.
Y lo que menos necesitaba era que sus padres se enteraran sorpresivamente, Sophia seguro estaría montando una fiesta de celebración pero a Ronald no le agradaría la idea. Preferiría decirles por su propia boca, cuando se sintiera preparada, o cuando Ava se dignará tener ovarios y fuera a la casa a hablar con sus padres.
El domingo fue lo mismo, Ava no podía dejar sola a sus padres, ya que querían almorzar juntos. Lo único positivo fueron los mensajes de texto que intercambiaron. Olivia sonrió al recibir el primero, preguntándose donde había encontrado su número la ojimiel. Sospechaba de una cierta amiga.
Y aquí estaban, un lunes, en el instituto. Ya a estas alturas, todos debían saber que entre Olivia Rodrigo y Ava Wilson había algo. No eran amigas, aún no, eran mucho más. Olivia estaba sentada en una de las mesas del patio, mirando hacia el aparcamiento, esperando a cierta chica de ojos mieles y sonrisa angelical.
–Estoy frustrada.– fue el comentario inútil que hizo la castaña.
–¿Por qué?– Rowan estiro los brazos, ella también esperaba a Sabrina.
–Hace dos días que me he besado con Ava y le dije que la amaba, no la he visto desde entonces.– su tono fue sarcástico, se cruzó de brazos, mientras movía la pierna. –¿Qué se supone que somos ahora?–
–¿Rivales con ciertas actitudes cariñosas?– la chica intentaba a la suerte con su chiste, vio los ojos chocolates asesinarla y alzó las manos. –No me mates, era broma. ¿No querrás dejar a Sabs soltera, verdad?–
–Le haría un favor.– rodó los ojos.
–Pff, claro.– chistó con gracia, echándose el cabello hacia atrás. –Ya quisiera ella encontrarse otra novia como yo.–
–No le deseo tanto mal, Rowan. Espero que no existan dos como tú, con una me basta.– Olivia movió las manos, esperando que la chica se picara.
–¡Oye! Que tú no eres Miss simpatía.– le dio un golpe en el brazo, la castaña sonrió. –Soy increíble y estoy segura de que Sabs piensa igual.–
Una voz tras ella respondió, divertida.
–Tienes razón, Row.– Sabrina sonreía con dulzura a su novia, la sonrisa resplandeciente de la otra chica se mostró en sus labios. –Eres maravillosa.– se sonrojó.
–Aww, gracias, amor.– la más alta le hizo ojitos.
Rowan se lanzó a abrazarla, dándole besos en las mejillas y finalizando con un beso en los labios, Sabrina reía como idiota, aún ruborizada. Olivia rodó los ojos, tanto por amor por las mañanas le hacían sentir diabetes nivel III. Si es que existía. De todas formas, eran empalagosas.

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𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨
SonstigesTodos los derechos son de @TheBookstore ya que es la autora, y quiero dejar claro que yo solo la estoy adaptando a otro ambiente de personajes. Si quieren darle una oportunidad y leerla esta perfecto.