El primer mes de clases tenía a Ava vuelta un ocho. Le iba muy mal en inglés y pensaba que suspendería el próximo examen.
Sus días en el colegio ya tenían una rutina:
Llegaba saludando a sus amigas, veía a Olivia y a su novio besuquearse toda la mañana, y agarraba el mal humor.
Sus amigas la hacían reír y por un momento lo olvidaba, volvía a ver a la parejita besandose en la tarde y el enojo aumentaba. Finalmente terminaba o en la biblioteca, o mirando a Sadie entrenar.
Casualmente, estás eran las cosas que ocurrían exactamente todos los días, lo que menos disfrutaba era el besuqueo de idiotas, pero creyó que ya debería de haberse acostumbrado. Llevaba días viéndolos hacer lo mismo e ir agarrados de la mano, aún no comprendía por qué seguía molestándole. Ya debería de haberlo superado, pero cada vez que los veía, sentía unas terribles ganas de golpear a Joshua en el rostro.
Decidió ignorarlo, no era su problema.
En estos momentos se encontraba mirando a Sadie entrenar mientras estudiaba biología, pero en verdad no estaba del todo concentrada.
¿Cómo podría? Si Olivia se veía deslumbrante, dando vueltas en el aire y alzando los pompones, era increíble como en tan solo un mes el equipo había mejorado tanto.Olivia Rodrigo. Aquel era un nombre que seguramente la atormentada, los dos años que quedaban de escuela. La observaba, su piel era hermosa, su cabello brillaba y su sonrisa le alegraba el día.
Sin quererlo, el pulso de la ojimiel se disparó. Era un fastidio cuando le sucedía. Desde el primer año que le ocurría aquello, pero parecía que cada día empeoraba más y más ¿Por qué? ¿Que tiene ella que me haga sentirme así?, se preguntó pero no quiso responder con miedo a la respuesta, era absolutamente imposible.
Suerte que era el último día de la semana y no tendría que verla durante dos días, aunque sabía que era una mentira, ya que Ava se sentía ansiosa todos los lunes sabiendo que la iba a volver a ver.
Después de un rato, el grupo de chivas se fueron hasta los vestidores, Olivia lucia muy atractiva con las mejillas rojas y el cabello sudado revuelto.
Espero a Sadie, ellas habían acordado con las chicas que al terminar el entrenamiento, irían a la pizzería cerca del instituto.
– ¿A quien esperas? – preguntó la voz de Sadie a su espalda y la chica de ojos mieles soltó una risita.
– A una amiga no más atractiva que yo– le dió una sonrisa y sadie hizo una mueca.
– Yo soy más atractiva que tú– dijo ofreciéndole la mano, para ayudarla a levantarse. Mientras conversaban y salían del campo, observo como sadie quedó distraída, mirando a Finn.
Dios, está chica si que babeaba por el. Solo esperaba que fuera atracción física, ya que si era algo más fuerte sabía que su amiga sufriría, y no quería que ella sintiera dolor.
Bajaron varias cuadras y al llegar a la pizzería, vieron que en el aparcamiento había varios coches, hubo un convertible azul que se le hizo muy familiar, pero igual entró con su amiga.
El local tenía una pinta exacta a las cafeterías de los años setenta, fueron a las mesas rojas mientras sus amigas le hacían señas para que se sentaran.
– ¡Ava, aquí!– grito Jenna y ella le sonrió, tomando asiento y Ava quedó junto a Sabrina.
Sadie estaba al lado de Jenna y las cuatro comenzaron a hablar.
Sabrina bebía de su merengada y Ava no dudó en robarle unos cuantos sorbos.– ¿Cómo fue la práctica?– preguntó brina, un poco interesada en el tema.
– Bien, bien ¿Por qué?– pregunto sadie, cruzándose de brazos, y observando a su amiga de forma acusadora.
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𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨
RandomTodos los derechos son de @TheBookstore ya que es la autora, y quiero dejar claro que yo solo la estoy adaptando a otro ambiente de personajes. Si quieren darle una oportunidad y leerla esta perfecto.