El primer día habían hecho muchas actividades: aprendieron a hacer fogatas, manualidades, pescar e hicieron un círculo alrededor de una fogata.
Ava había pasado todo el día con Olivia, para la alegría de ella, ya que le habían colocado en su grupo de expedición, junto con Sofía, otra vez.
Así que mientras las tres andaban por el sendero, estaban dando una caminata con el resto del grupo, podía observarla todo el tiempo que quisiera.
Sofia charlaba con ella, pero Ava no le prestaba la gran atención, y cada vez que Sofía parecía querer tocar a Ava la castaña llamaba a la chica para que fuera adelante con ella.
Ava pensaba que era debido a que Olivia no quería estar con ella, eso la deprimió, pero volvió a estar feliz cuando tuvieron que agarrarse de la mano, para cruzar el río sin caerse.
La mano de Olivia era cálida y su piel extremadamente suave, sintió un choque eléctrico recorrerle todo el cuerpo cuando la tomó, fue una lastima que tuviera que soltarse al llegar a la orilla.
–Me duelen los pies.– dijo Sofía al rato, los otros grupos estaban unos pasos más adelante.
Ava había notado las mirada desaprobadora de sus amigas, cada vez que la pillaban mirando a Olivia.
Había intentado evadirlas cuando tuvieron que cruzar el río, ya que sospechaba que más tarde la reñerian por mostrarse como una boba al agarrar la mano de Olivia.
–Podría cargarte.– ofreció Ava y por un momento la castaña delante de ellas les presto atención, ladeando la cabeza para escuchar mejor. Sofia sonrió a la ojimiel –Pero ya que a mí también me duelen las piernas, no lo haré.–
–¡Oh, vamos!– dijo dándole un golpecito juguetón en el hombro, Olivia bufó.
–Dejen de hacer el tonto. El grupo nos está dejando atrás, fenómeno.– dijo y se fue unos pasos lejos de ellas, avanzando, y las dos chicas se apresuraron a alcanzarla.
Al llegar a la cascada todos quedaron impresionados, caía sobre unas rocas enormes y el agua parecía transparente. El profesor pidió a los estudiantes no perderse entre el bosque y que nadaran con precaución.
Ava recordó haber visto el bañador celeste de Olivia, por debajo de su camiseta blanca. El corazón se le aceleró, pero, sintió como las manos de su amiga la hablaban y la llevaban a un lugar más apartado.
–Ni creas que vamos a dejar que pases el ridículo allí, mientras miras a esa perra.– le dijo Jenna y sabrina asintío.
–¿De-de que hablan?– preguntó, nerviosa.
–Hablamos de que aún no se había quitado la ropa y ya estabas babeando.– le retó Jenna y Ava se impresionó, le habían dado justo en el clavo.
–Yo no estaba haciendo eso.–
–¡Claro! No planeabas quedártele mirando mientras se desvestía, ¿verdad?– pregunto Jenna, sarcásticamente, y Ava se sonrojó.
–¡Si lo ibas a hacer!– la acusó brina, muy exaspera.
–Yo soy un ser humano, perdonen.– dijo apartándose malhumorada de sus amigas. –Ahora, vamos nosotras a bañarnos.–
Jenna y sabrina la siguieron, aún enumerando las razón por las cuales Ava era una idiota, y se encontraron a Sadie con un bañador verde en la orilla del río.
Las chicas ya se habían quitado la ropa, Ava llevaba un bañador con la parte superior y la inferior en color negro lo que lograba resaltar un poco su piel, dejando a la vista todas aquellas curvas que ha obtenido desde dejar atrás la pubertad. Sadie silbó al verlas.

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𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨
RandomTodos los derechos son de @TheBookstore ya que es la autora, y quiero dejar claro que yo solo la estoy adaptando a otro ambiente de personajes. Si quieren darle una oportunidad y leerla esta perfecto.