Era perfecto, simplemente perfecto.
El fin de semana de Ava fue un asco ya que estuvo todos esos días con un humor de perros, y para mejorarlo, el lunes tendría que comenzar su castigo.
Debía de limpiar los grafitis de los casilleros y los baños de las instalaciones del instituto. Perfecto, era una maravilla ¿Qué más podía suceder?
Al llegar el lunes a la escuela saludo a sus amigas y pensó que el día podría mejorar cuando comió un rico cupcake de vainilla, pero obviamente no iba a ser así cuando la perra de Olivia Rodrigo apareció en el pasillo, tomada de la mano de su novio.
Ava prácticamente rechino los dientes al verlos pasar.
Olivia vestía su uniforme de porrista y Joshua una camiseta sin mangas junto con un pantalón holgado, su cabello castaño claro hacia juego con el cabello de Olivia. Para la desgracia de la ojimiel, los dos lucian bien juntos.
– Fenómeno– se burlo Olivia al pasar junto a ella
– Perra– devolvió Ava, captando la pequeña sombra asesina que habían en los ojos chocolate.
Un chico de primero salia corriendo hacia una clase, paso junto a ellos y Joshua lo hizo caer. Olivia comenzó a reírse de él, animando a los demás estudiantes del pasillo a burlarse.
El pequeño niño se hundió en sus hombros y salió corriendo, Ava suspiro. Parecía que cada año Olivia empeoraba más.
– Cada año es más zorra– comento Sabrina y Ava por un momento pensó que le había leído la mente.
– Después de clases, y de haber cumplido con su asqueroso castigo, decidió ir a la biblioteca.
Pensaba que encontraría a la castaña allí, pero no fue así. Se sentó en la misma mesa de siempre, observando con decepción la mesa de fondo vacía.
De alguna manera se sentía sola y terminó sin estudiar realmente, solo miraba hacia el techo.Fue hasta las estanterías y comenzó a buscar un libro, no tenía ni idea de cuál quería encontrar pero sería alguno que le hiciera olvidar su asqueroso día. Termino leyendo uno de Stephen King y prácticamente le ocupo todo la hora.
Al terminar, lo volvió a guardar y se llevó otro diferente. Fue hasta la pequeña sala de estar, que tenía la biblioteca en la cual habían dos pequeños sillones de dos plazas, formando un cuadrado al rededor de una mesita.
Se recostó en uno de los sillones, intentando leer su libro de biología, y los párpados comenzaron a parecerle pesados. Antes de darse cuenta, cayó dormida.
Después de un rato comenzó a sentir como alguien acariciaba su rostro y apartaba un mechón de cabello de su frente cuidadosamente, temiendo despertarla, provocando que Ava arrugará la nariz.
Casi de inmediato, sintió la perdida de la cálida mano en su rostro cuando está se alejo rápidamente. Ava comenzó a parpadear y a restregarse los ojos, intentando quitarse el sueño. Escucho unos pasos apresurados y un golpe.
Al abrir los ojos y enfocarlos se encontró con Olivia, quien estaba con los ojos abiertos y parecía haber tropezado sus piernas con el borde de la mesa y ahora se había caído, sentada.
Olivia la contemplaba con una mezcla de horror y miedo. Sus mejillas estaba rojas pero muy pronto para su gusto, recupero la mirada que la caracterizaba.
– ¿Qué tanto miras?– preguntó levantandose y sacudiéndose la falta, llevaba una chaqueta de cuero encima que cubria su cuerpo bajo el uniforme y a Ava le molestó saber a quién pertenecía.
– La pregunta es, ¿que haces tú aquí?– dijo muy a la defensiva y rascándose el cuello, había estado teniendo un lindo sueño hasta que la despertó.

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𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨
RandomTodos los derechos son de @TheBookstore ya que es la autora, y quiero dejar claro que yo solo la estoy adaptando a otro ambiente de personajes. Si quieren darle una oportunidad y leerla esta perfecto.