Capitulo 15

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El fin de semana había sido un nuevo descubrimiento para Ava.

Ahora que podía desahogarse con sus amigas, descubrió que estar clandestinamente enamorada de Olivia no era tan malo.

Bueno, en realidad es que era una mierda, pero ella no podía evitar sonreír al pronunciar su nombre y sus amigas sentir náuseas, cada vez que lo hacía.

(Por amigas hablamos de Sabrina y Jenna, Sadie vivía la vida feliz y tranquila)

El lunes todo iba bien. Estaba con sus amigas caminando directamente a su casillero pero cuando intento abrirlo, este no le dejaba.

– Intenta otra vez.– le dijo Jenna y Ava volvió a introducir la combinación, pero no quería abrir.

Estaba segura que era el suyo, lo había sido durante dos años. Le dio unos cuantos golpes a la puerta y está no aprecia querer ceder, ya iba a ser la primera clase y su tarea de inglés. < ¡JUSTO LA DE INGLÉS!> Estaba en el casillero.

Al final tuvo que desistir y fue hasta la clase, el profesor le restó puntos y ni se tomó el tiempo de escuchar la excusa de Ava. Ella apretó los dientes, el día no podía empeorar.

Milagrosamente ninguna de las chicas plásticas la habían molestado, aún. Esperaba que lo hicieran, ya que quería ver a Olivia. (no si la masoquista, está)

Después de las primeras clases, al tomar su mochila las dos cuerdas se rompieron, y le quedó colgando de la espalda.

– ¿Pero qué?.– comenzó a protestarle al aire, pero observo como Joshua y matt chocaban los cinco disimuladamente antes de irse del salón.
Miro las correas y era obvio que alguien las había cortado, así tuvo que llevar su mochila con las manos.

– Creo que lo del casillero fueron ellos.– murmuró brina, un poco enfadada también.

Ya le habían informado al conserje y este había logrado abrir el casillero. Alguien manipuló la cerradura para cambiar la combinación de apertura, así que Ava tuvo que buscar otro.

Llevo los libros junto con sus amigas a un nuevo casillero. Lo abrió, introduciendo la nueva contraseña, mientras a lo lejos se contemplaban como Joshua se carcajeaba.

– Joder.– sus amigas la habían ayudado a traer todos los libros y sus cosas pero ya que tenía clases diferentes tuvieron que retirarse, disculpándose con la ojimiel.

Ava fue guardando cada libro, no podía creer que tuviera tantos.

Fue casi una sorpresa cuando escucho el ruido de unos pasos acercándose y al levantar el rostro se encontró con Olivia.

Ella vestía una blusa y una falda, al igual que siempre y se había detenido, observando con asombro a la ojimiel. Ava no retuvo la sonrisa que se le formó en los labios, mirando con una cara boba.

Olivia, después de permanecer un rato sin decir nada y mirar a Ava con la boca entreabierta, se sonrojó y carraspeó secamente.

– ¿Qué haces aquí?.– pregunto autoritaria como siempre la castaña.

Ava frunció el ceño hacia el chico que la observaba con cautela, parecía estar vigilandola.

– Tu querido novio me saboteó el casillero, así que me mudaron a este.– dijo encongiendose de hombros, sentía muchas mariposas en el estómago.

– Eso suena a algo que haría yo.– dijo Olivia arrugando la nariz, y Ava no pudo evitar mirarla con felicidad.

Era muy hermosa, debería ser un delito ser tan adorable y sexy al mismo tiempo. Si dependiera de ella, Olivia ya estaría tras las rejas por el crimen desde hace años.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora