A los dos días Ava se encontraba en su habitación, aburrida. Llevaba un gran yeso que le cubría su brazo fracturado. Debía esperar un mes para que sanara ¡Gracias, Joshua-pito-corto! Por suerte sus amigas, que la habían visitado ayer, le contaron que después del incidente expulsaron a Joshua del colegio durante una semana y que había recibido una gran reprimida de la entrenadora.
También le contaron con detalle la gran pelea que había tenido con Olivia, en la cual la castaña le gritaba que era un idiota como unas cien veces. Eso mejoro su día al máximo, el cual era un asco, ya que estaba sin hacer nada. Respirar no contaba como una actividad. Sólo podía pensar en la castaña, y para ser sincera, también en como estarían las cosas en la escuela.
Sus pensamientos también viajaban a las otras dos castañas que adoraba, las Rodrigo la tenían hundida. Su brazo dolía si se daba un golpe o lo sacudía. Así que ella no podía moverse mucho.Ya era de tarde y sus amigas debían de quedarse para el entrenamiento de Sadie. Entonces Olivia también debería de estar allí, se lamentaba ya que quería ver a la castaña. En verdad, quería ir a la escuela, pero su madre era paranoica.
Leyó varios libros durante las últimas horas, pero la aburrían, vio la televisión, e intento hacer cualquier otra cosa que no requiriera utilizar su brazo. Gracias a Dios que era el izquierdo, si no estaría completamente inútil. Ya era tarde noche cuando llegó su mamá y la saludo, su padre y ella estaban abajo en la cocina mientras Ava seguía encerrada.
Ava estaba terminado de usar el ordenador, y llevaba uno de los audífonos, cuando escucho el timbre. No le prestó mucha atención, ya que debía de ser una vista para su madre. Segura mirando unos vídeos en YouTube cuando escucho la voz emocionada de su mamá, Clara.
–¡Cariño, es para ti!– dijo con la voz alegre y Ava frunció el ceño, quitándose los audífonos.
–¿Para mí?– preguntó gritando, para hacerse oír.
–¡Si, es una amiga tuya!– dijo aún a gritos y Ava se extraño, una sonrisa estuvo en sus labios ¿Podría ser Sabs?
–¡Ya voy!– exclamó, divertida, sabiendo que Sabrina igual subiría.
Pero si fuera ella ¿Su madre no se lo diría como siempre? Digo, ella solo tenía tres mejores amigas.
–¡Tómate tu tiempo, cariño, yo le muestro la casa a Olivia!– dijo Clara riéndose mientras Ava se caía de la silla.
–¡¿Quien?!– gritó, alarmada, agradeciendo no haberse golpeado el brazo, y salió corriendo por la puerta.
–¡Olivia, cariño! ¿No escuchas? ¡Me la llevaré un rato!– dijo su maligna madre mientras Ava corria por las escaleras.
Ava prácticamente salto los escalones y quedó de rodillas frente a la entrada, con el cabello alborotado. Llevaba unos shorts de lana y una camiseta holgada para dormir. No era la mejor vestimenta para dar saltos mortales.
Se levantó lentamente, ayudándose con la barandilla, hizo una mueca por su brazo, y se encontró con su madre mirándola con desaprobación. Pero si ojos se clavaron en la castaña en la puerta. Olivia vestía una falda y una blusa muy linda mientras mostraba a Ava una sonrisa tímida y sus ojos chocolates brillaban con diversión.
–Ava, debes tener más cuidado con tu brazo. No quieres volver al hospital ¿Verdad?– advirtió su madre, al notar el rubor en el rostro de su hija, observó como miraba a la castaña y aplaudió ¡Era la chica de la cual su bebita estaba enamorada!
–Perdona, mamá, es que... Olivia ¿Qué... bueno, que haces aquí?– preguntó levantandose mientras se rascaba la cabeza y torcida el cuello.
–Yo quería visitarte. Para saber si seguías viva, claro.– respondió la castaña con una sonrisa tímida mientras miraba con adoración a la ojimiel, eso no le pasó por alto a Clara.

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𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨
RandomTodos los derechos son de @TheBookstore ya que es la autora, y quiero dejar claro que yo solo la estoy adaptando a otro ambiente de personajes. Si quieren darle una oportunidad y leerla esta perfecto.