Capitulo 26

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Olivia obviamente seguía enojada con ella, la evitaba a toda costa y las pocas veces que se veían, solo se burlaban de Ava.

Habían pasado unos días desde que hablaron, pero la ojimiel no podía estar más feliz.

Cada vez que cruzaban miradas, Ava la miraba burlona y formaba con sus labios la palabra "celosa" haciendo sonrojar cómo loca a Olivia, quien comenzaba a gritarle.

La vida era hermosa para la ojimiel, eso hasta que llegó a su casillero.

Esperaba encontrarse con Olivia, considerando que eran vecinas, pero allí estaba nada más y nada menos que, Joshua.

–Hola, rarita.– dijo burlonamente, pero en sus ojos había odio. Ava no se acercó, intimidada¿Que hacía hecho ahora?

–Quítate de mi casillero.–dijo ya que el chico estaba impidiéndole abrirlo.

–No lo creo, primero quiero hablar contigo.– dijo agitando un dedo amenazador, delante de ella.

–No quiero, ahora apártate.– dijo firme, frunciendo el ceño, el chico soltó una carcajada hipócrita.

–Pues vas a tener que querer.– otra vez ese brillo asesino en sus ojos, la asustaba un poco.

Intento alejarse, pero el la sujetó por el brazo y apretó el agarre, comenzó a arrastrarla por el pasillo mientras Ava se quejaba.

–¡Déjame!– le exigía, pero el chico no la escuchaba.

Llegaron hasta los baños para chicos y la obligó a entrar. Ya dentro, la apretó contra la pared y la jalo del cabello, quedando frente a ella.

Ava se mordió la lengua por el dolor.

–Me estás lastimando...– comenzó a decir, pero Joshua la jalo más fuerte del cabello. –¡Auch!–

–Escúchame bien, Wilson, porque no pienso volver a repetirlo.– comenzó, acercando su rostro a la oreja de la chica. –Te quiero lejos de Olivia, es mi novia. Yo soy quien la manosea cuando quiero, el que la besa y le mete la polla hasta el fondo, haciéndola delirar.– le retificó riendo y Ava sintió su rostro arderle.

Levantó la rodilla, queriendo darle un golpe, en verdad quería molerlo hasta que sangrara, pero el chico se anticipo a su movimiento y lo bloqueó antes de propinarle un puñetazo en el estómago.
Ava perdió el aire.

–Buen intento, no caigo dos veces.– dijo arrastrándola hasta que cayó al piso, sostenía su cabeza por el cabello mientras Ava se sujetaba con la mano. –Ella te odia, te detesta y en verdad, le asquea que la andes acosando. Por eso te quiero lejos de ella.–

–Yo... ahhh.– gimió sin poder aguantar el dolor, el cuero cabelludo le dolía y las rodillas se le estaban afincando dolorosamente en las baldosas del piso.

–Te dejaré una advertencia.– dijo el chico, obligandola a arrastrarse hasta una de las casetas y abriendo la tapa del escudado. –Espero que tengas un buen buceo.–

Le hundió el rostro en el agua del retrete, no le dió tiempo ni de aguantar la respiración y Ava comenzó a tragar agua, mientras el oxígeno se le escapaba de sus pulmones.

Se estaba ahogando y en eso, Joshua volvió a levantar su cabeza, mientras Ava respiraba a ahorcadas.

–¿Te mantendrás alejada de mi novia?– preguntó amenazante, Ava lo miro con odio y dió a entender que no. –Sigue buceando, entonces.–

La volvió a hundir unas veces más y ya Ava estaba exhausta, lloraba amargamente y sentía los pulmones repletos de agua sucia.

–¿Seguirás acercándote a mi novia?– preguntó por décima vez, ya aburrido, pero por primera vez observó la desesperación en los ojos mieles.

,–Si... si... si... si.– murmuraba una y otra vez con pánico, Joshua sonrió.

–Me alegra.– dijo soltandola y dejándola acurrucarse en el piso –Más te vale.– le dijo antes de salir con paso seguro, del baño.

Ava se volvió un ovillo e intento no llorar, su cabello estaba empapado y seguía tosiendo agua.
No lo pudo evitar, volvió el rostro hacia el retrete, pero está vez para vomitar, hasta allí había llegado el almuerzo.

Ella no sabía que iba a hacer, si Joshua tenía razón, puede que Olivia tampoco la quisiera cerca y alejarse sería hacerle un favor.

Pero Ava la amaba, joder. Y la amaba mucho, la sola idea de alejarse de ella la volvía loca. Pero no importa cuán enamorada estuviera, ahora había algo nuevo m.

Tenía miedo, mucho miedo. Cerró los ojos, jurando aún poder escuchar las risas de Joshua dentro del baño.

Al salir, intento secarse el cabello y fue a su casillero por una muda nueva, en el camino se encontró a Olivia junto con Joshua.

La castaña la miro, preparada para insultarla y pelear con la ojimiel, en sus ojos había un brillo divertido.

Ava observó a Joshua, quien la miraba dándole un guiño y la ojimiel tembló de pánico.

Abrió rápidamente su casillero y al encontrar sus cosas se fue a toda prisa, mirando hacia el suelo, sin prestarle la acostumbrada atención a la castaña.

Olivia la miró confundida ¿Que había hecho?

Se encontró con sus amigas en el pasillo y termino en la casa de Sabrina, contándole sus penas, estaba con la cabeza recostada en las piernas de su amiga, llorando.

Las dos estaban en la cama, mirando una película, mientras brina observaba a su amiga con dolor, Joshua era un ser dasalmado.

–No llores cariño, shhh.– le decía acariciándole el cabello y Ava sollozaba.

–Ahora... no podré acercarme... igual ella... ella... me detesta.– decía entre hipidos y Brina opinaba todo lo contrario.

Últimamente había observado a la castaña y todo lo que Olivia demostraba, era lo contrario a lo que Ava pensaba.

Esperaba que sus ideas fueran correctas, ya que no quería ver a su amiga llorar aún más.

Decidió distraerla y las dos se abrazaron, mientras veían por segunda vez en esa noche el Titanic.

Las dos lloraron durante un buen rato.

...

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora