Extra 4º

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Olivia estaba ligeramente arrepentida, ahora, en el vestidor de las animadoras.

¿Como termino aceptando ser novia de Joshua Bassett?

La respuesta era simple: Apariencias.

El era un buen jugador de fútbol, lo había demostrado hace dos semanas al entrar al equipo. También era popular, todas querían salir con el.

Además, Olivia era un animadora, era casi por un equilibrio social colocarse de novia con el. Era lo normal, lo correcto. Pero se negaba a aceptar la razón más probable, quiso salir con el para sentirse bien consigo misma, que era como cualquier otra chica linda y popular.

Que no era aquella Olivia Rodrigo que le incomodaba, esa extraña chica con mariposas en el estómago y tontos pensamientos sobre Ava. Esa Olivia era anormal, no tenía sentido, nunca pensaba con claridad alrededor de la ojimiel y sentía extraños impulsos de agarrarla de la mano y entrelazar sus dedos, al verla en el pasillo.

La castaña prefería a la otra Olivia, la normal, con preocupaciones tales como si recibiría un vestido para navidad o si los chicos la invitarían a salir, la cual era ella misma hace un año atrás, antes de conocer a aquella chica gótica del demonio. Joshua era lo único que la mantenía cuerda, o la hacía sentirse así, que le gustaba los chicos.

Olivia se repetía así misma que lo que sentía por Ava, si es que se podía definir como un sentimiento, era extraño e incorrecto y sobre todo seguramente un encaprichamiento juvenil.

Nada más. Olivia estaba segura, creía, de que era heterosexual. Claro. Olivia Rodrigo aseguraba ser completamente heterosexual.

¿Lo que le sucedía? Posiblemente un lapsus... una incoherencia en su crecimiento adolescente.

Respiro profundo, se sentía más segura al anotar sus inseguridades en su diario. Y desde que Ava apareció en su vida, vaya que había escrito... varias páginas en el.

–¡Por supuesto, chicas!– escuchó la voz de la amiga de la ojimiel, aquella que le caía tan mal, Sadie.

Frunció el ceño, aún si verla, irritándole su voz, aunque no encontraba una razón exacta por la cual detestaba a la pelirroja. La chica entró a los vestidores, despidiéndose de unas amigas suyas antes de ir a su casillero. Hace pocas semanas que eran nuevas en el equipo, pero llevaba una pequeña rivalidad, quien hacía mejores giros o quien dirigía los entrenamientos.

Olivia casi siempre ganaba, debería de sentirse victoriosa al ver la mirada resentida que le daba la chica durante aquellos momentos. Pero cualquier felicidad desaparecía al recordar que Sadie era amiga de Ava, tenía derecho a sus sonrisas, a abrazarle, a pertenecer a la vida de la ojimiel.

Olivia sentía envidia, y se enojaba muchísimo con ella por aquellos pensamientos absurdos. Por ello detestaba a esta versión de Olivia Rodrigo, la verdadera no sentiría celos por semejante tontería. La castaña sonrió con sorna, mientras terminaba de hacerse una cola de caballo.

–¿Lista para comer el polvo hoy, Rojita?– cerró la puerta de su casillero, colocando las manos en su cadera con intención de intimidar.

Sadie sonrió, pero con diversión, hizo lo mismo que la otra chica, ladeando la cabeza.

–Esa serás tú, plástico.– le rectifico antes de darle un guiño y comenzar a caminar a la salida. –No llores cuando me toque dirigir el entrenamiento, Rodrigo.–

Olivia apretó los labios, aún sin dejar de sonreír falsamente.

–Eso crees tú, me das lastima.– soltó con desprecio.

Sadie siguió avanzando sin dignarse a voltear a mirarla, se detuvo en la puerta.

–Por cierto, hoy mis amigas me estarán observando entrenar...– dijo con una extraña vocecita burlona, arrastrando las palabras.

𝐑𝐈𝐕𝐀𝐋𝐄𝐒 - 𝐎𝐥𝐢𝐯𝐢𝐚 𝐑𝐨𝐝𝐫𝐢𝐠𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora