Capitulo 64

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Klaus POV

No entendía como era que había ocurrido, ni tampoco comprendía como era que ella había correspondido. Y por encima de todo, no estaba contento por lo que había hecho.

Me sentía nervioso, irritado y furioso conmigo mismo por mi desenfrenado, provechoso y traicionero actuar. Había cruzado la línea y lo sabía. Me había aprovechado inconscientemente de su propia frustración y de la pena que la seguía embargando siendo controlado por un deseo que debía haber enterrado desde el momento en que supe que mi hermano estaba con ella, uno que había sido ingenuo al creer que tenía bajo control. Ahora había cometido el peor y más traicionero error con ella, y sabía que ella tendría mucho que decir al respecto una vez que despertara y los recuerdos volvieran a ella como una avalancha.

Podía anticipar una confrontación violenta, pero no iba a pretender ser un santo y culpar a mis bajos instintos solo para librarme de ello. Y mucho menos iba a fingir que no era algo que había pasado por mi cabeza en más de una ocasión, pero jamás pensé u ostenté que ocurriera realmente. Era solo eso, un anhelo y un deseo candente de probar sus labios.. su piel. Un fruto prohibido para mí.

Y en camino a ello me había convertido en lo que más detestaba; Un traidor...

Comprendía lo concerniente a mí persona, pero ella me desconcertaba. Elise había cedido con suma facilidad ante lo que en un inicio fue un simple gesto amable de mi parte por hacerla entrar en razón para que esta dejara de lado su comportamiento infantil que tantos problemas había provocado. Nunca pretendí acudir a ella para terminar en su cama.

Los descarriados y desobedientes metamorfos necesitaban a su Alfa. A la chica cuerda e inteligente, no a la suicida en potencia que tenía metido entre ceja y ceja ponerse en la mira del enemigo sin importarle nada. ¿Y a donde me había llevado mi abnegada intención?

Y tener que enfrentarla a ella no era justamente lo que me tenía frustrado bebiendo efusivamente tan temprano. Mi preocupación principal radicaba en torno a mi hermano, quien por obra Dios o del destino, aún no había aparecido.

No necesitaba pensar demasiado en cuál sería su reacción si llegaba a enterarse de lo ocurrido. Elijah no era alguien que se dejara llevar por la violencia pues su diplomacia era mucho más grande que sus contadas reacciones violentas a lo largo de los años. Pero esto era algo que rebasaba cualquier diplomacia. No había posibilidad de un dialogo civilizado o de una oportunidad de explicar lo ocurrido antes de que todo terminara en un baño de sangre.

No le temía en lo absoluto, lo que temía era las consecuencias que esto iba a traer consigo. Al final, sería yo quien no solo dividiera la alianza con Elise, sino también acabaría por alejar a mi propio hermano atentando contra la estabilidad emocional que Elise había construido en él.

No se trataba de mantener mi integridad frente a mi hermano, se trataba de mantener unida a la alianza a como diera lugar por el bien de todos.

Elijah no podía ni debía enterarse. Por más vil y traicionero que se escuchara, esto iba más allá que todos nosotros.

Los únicos testigos de la traición éramos exclusivamente Elise y yo. Nadie había escuchado ni visto nada dada mi discreta salida esta mañana de su desordenada habitación. Así que mi única alternativa era hablar con Elise y advertirle de lo que podría ocurrir si decidía confesar a Elijah una traición que yo me adjuntaba en su totalidad.

Pero ¿estaría ella dispuesta a mentirle? ¿a guardar un secreto como este?

Rogaba porque así fuera.

Aprovechando que ninguno de mis hermanos se encontraba, y que mis hombres se encontraban enfocados en sus correspondientes obligaciones de vigilar el complejo en su totalidad, subí las escaleras deteniéndome en la puerta de su habitación.

Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora