Capítulo 94

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No supe cuánto tiempo había permanecido inconsciente. ¿Habían sido horas? ¿Días? Lo único que sabía era que la luz del medio día se filtraba a través de la desgarrada cortina que cubría la ventana de mi dañada habitación.

Quise levantarme y con un poco de esfuerzo lo logré y pude dirigirme hacia la ventana, apoyándome en esta para no caer al suelo. Me sentía débil y mis músculos temblorosos parecían no tener la fuerza suficiente para poder mantenerme de pie.

Enfoqué mi vista en el grupo de Strix liderados por Antoinette, quien daba órdenes claras y concisas, murmurando un nombre que de pronto me hizo recordar el motivo de aquella movilización.

Elise.

Me aparté de la ventana y con repentina urgencia abandoné la habitación bajando las escaleras rápidamente aferrándome a los barrotes para no caer por estas. Salí al exterior y en cuanto la vampira se percató de mi presencia se dirigió hasta mí con una expresión preocupada que no alcanzó a ocultar.

- Elijah -

- Dime que la han encontrado – casi supliqué. La vampira frunció el ceño confundida por mi repentino interés y preocupación por Elise. Sin embargo, me importaba un bledo lo que ella pensara de eso ahora. Lo que me importaba era encontrarla, todo lo demás podía esperar. Ella guardó silencio y la preocupación regresó a su rostro antes de desviar la mirada hacia otro grupo más de vampiros que parecían aguardar por órdenes suyas.

- Hacemos lo que podemos. Toda la Strix está tras ella mientras que algunos de los hombres de Marcel han mantenido vigilado a un grupo de cazadores en la frontera del estado – explicó sin rodeos, pero manteniendo un claro cuidado en su elección de palabras – Pretendo salir junto con Luther a rastrear un segundo grupo cerca de Ozark. Creemos probable que ahora que Frederick se alineó con el enemigo, la manada haya sido la responsable de su desaparición, después de todo ellos la conocen mucho más que nosotros –

Apreté la mandíbula involuntariamente. Ozark era territorio enemigo. Si Frederick ya había reclamado su liderazgo en su hogar, era probable la manada fuera mucho más numerosa y peligrosa. Un grupo de Strix sería un blanco fácil para una manada numerosa y en su propio territorio.

- Tenemos que encontrarla – murmuré pasándome mi temblorosa mano por el rostro. Antoinette me miró con ¿lastima? ¿preocupación?

- Y lo haremos – aseguró posicionando su mano en mi hombro en señal de apoyo – Elise es una chica lista, y fuerte... -

- Y está embarazada – completé su frase con un deje de reproche hacia mí mismo - Y lo que le pasé a ella o a su hijo será únicamente mi culpa. Mi culpa –

- No le pasará nada – aseguró con intención de calmarme antes de que entrara en alguna crisis por la desesperación, tal y como había hecho hacia algunas horas llegando a ignorar incluso que Klaus estaba tratando de matarme.

- Partiremos ahora mismo – decidí sin preámbulos retirando su mano de mi hombro mirando hacia el grupo de vampiros, pero Antoinette negó de inmediato.

- Estás demasiado débil, Elijah – señaló mi postura inestable y mis manos temblorosas - ¿Cuándo fue la última vez que te alimentaste? –

Hice una mueca de disgusto. Elise estaba perdida ¿y a ella le importaba mi alimentación?

- No lo sé, días, semanas – le resté importancia – Puedo comer algo en camino a Ozark –

- De ninguna manera irás con nosotros – sentenció mientras hacía una seña al grupo de Strix que aguardaban por ella – Además, Freya fue muy clara con su orden de mantenerte aquí hasta que ella volviera –

Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora