Capítulo 17

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- ¡No! – me desperté con la respiración agitada y temblando de pies a cabeza. Miraba a todos lados desorientada buscando algo efusivamente, algo que me había dejado con un sentimiento de pérdida horrible.

Miré mi brazo izquierdo y este estaba levemente arañado, pero eso no fue lo que llamó mi atención. Mi brazo derecho abrazaba protectoramente mi estómago como si lo protegiera de algo pero ¿de qué? 

Instantáneamente mi mente se despejó y los recuerdos de aquel sueño me golpearon fuertemente. Recordaba estar corriendo de algo, un lobo... Frederick. Recordaba a los cazadores y recordaba aquel imponente lobo que me pedía proteger a "nuestro hijo" mientras que este era atacado por una manada de lobos.

Retiré la mano de mi vientre y me puse de pie rápidamente sintiéndome completamente abrumada. ¿Por qué soñaba aquello? ¿Acaso era alguna clase de premonición?.  Sentía como si lo fuera.

Había varias cosas que no encajaban en ese sueño, ¿Quién diablos era el lobo? ¿Por qué demonios estaría yo embarazada de un lobo si se supone solo podré procrear con aquel que garantice una nueva especie? ¿Por qué estaba Frederick al mando de una manada de lobos desconocidos? Eran unas de las tantas preguntas que se arremolinaban en mi cabeza en ese momento. Todas sin una respuesta.

Miré el reloj y este marcaba apenas las 3:36 de la madrugada, todos seguían dormidos puesto que no escuchaba ruidos en el exterior. Dudaba que pudiese volver a conciliar el sueño, así que decidí vestirme y salir de la habitación.

Tal como supuse no había nadie vigilando, seguramente los vampiros de Klaus estarían cerca pero no dentro del complejo. Me recargué en el barandal y miré de reojo la puerta donde seguramente estaría durmiendo Frederick y los demás. Nuestra enemistad estaba tan arraigada que creía capaz a Frederick de herirme a mí por sus ideales, pero jamás haría algo contra un niño ¿o sí?.

Sacudí la cabeza respirando profundo, fue solo un sueño, me recordé a mí misma. Un sueño no significaba absolutamente nada,  tal vez era solo la manifestación de aquello que siempre me había preocupado y asustado. Debía ser eso.

Luego de relajarme un poco bajé las escaleras y me dirigí hacia la mesa de centro con la intención de beber algo, pero me detuve a medio andar al sentir que me observaban. Me habría puesto en pose defensiva de no ser porque sabía quién era. Su hedor lo delataba.

- Acechando a un lobo – dije en voz alta sin mirarlo – eso no es inteligente  -

- No, no lo es. Pero cuando el objeto de tu acecho es tan interesante supongo que asumes el riesgo – dijo con voz arrogante. Rodé los ojos y me di la vuelta para encararlo.

- ¿Qué es lo que quieres Damon? – este salió de entre las sombras sonriendo de lado al escuchar como lo nombré con desprecio.

- ¿Qué te hace pensar que quiero algo? – mantuvo su sonrisa y se dirigió a la mesa de centro para tomar una botella de bourbon y beber directo de ella.

No le respondí y me crucé de brazos adoptando una postura tensa.

- Tranquila, no voy a morderte – dijo sarcásticamente al ver que obviamente no estaba cómoda con su presencia.

- Y aunque lo intentaras acabarías hecho pedazos – respondí fríamente. El vampiro sonrió ampliamente y dejó sobre la mesa la botella casi vacía.

- ¿Me estas retando? – levantó una ceja y dio un solo paso hacia mí.

- No lo sé. Tal vez... – me acerque de igual manera a la pequeña mesa pasando a su lado sin mirarlo. Tomé una botella de un extraño licor y bebí un trago tratando de verme estúpidamente temeraria, cosa que no resultó bien. El líquido me quemó la garganta a tal grado que sentí la necesidad de arrugar la cara, pero por puro ego no lo hice. 

Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora