Capitulo 9

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No recordaba cuando fue la última vez que dormí bien, lo que si sabía era que luego de haberme quedado dormida ayer, bien podría haber explotado la casa y yo ni me hubiese despertado. Sentía los músculos de mi cuerpo entumidos y mis parpados se negaban a abrirse por más que lo intentara. Desconocía que hora era, pero por las voces y risas que escuchaba fuera, asumía que el sol estaba por salir. Contra todos mis deseos de dormir un poco más, me levanté y fui directo al pequeño baño que había dentro del garaje-dormitorio. Mi aspecto era parecido al de un zombie; mi cabello estaba totalmente enredado y sucio, las ojeras debajo de mis ojos eran demasiado notorias y mis parpados seguían amenazando con cerrarse de nuevo.

Lo único capaz de despertarme en ese momento era un baño de agua fría. Por primera vez me alegre de que un vampiro tuviera la gentileza de dejar en el baño todo lo necesario para el aseo corporal que mis amigos y yo necesitábamos. Me duché tranquilamente y para cuando terminé ye estaba totalmente despierta.

Tomé un cambio de ropa del pequeño ropero sin darle mucha importancia a mi elección de ropa. Elegí unos jeans negros y una blusa blanca sin mangas, demasiado ajustada para mi gusto. Para completar mi outfit me puse mis botas negras de combate y una chaqueta de cuero negra. Arreglar mi cabello fue un verdadero reto, pero al final logre alisarlo completamente.

Sin mucho ánimo salí del baño sin hacer demasiado ruido, ya que mis compañeros seguían dormidos y no quería despertarlos, ellos estaban igual de agotados que yo y las pocas horas que teníamos para dormir no serían suficientes para recargar nuestra energía completamente. Sin embargo, yo tenía que hablar con el irritable hibrido y su hermano.

Abrí la puerta y me encontré con Klaus y la madre de Hope sentados en el sofá, mirando con una sonrisa a Hope, quien al parecer estaba entrenando con Elijah. La chica se movía ágilmente intentando golpear a su tío en distintos puntos, mientras que él le explicaba cómo y donde debía golpearlo. Klaus los miraba divertido y sonrió mucho más cuando su hija logró tirar al suelo al vampiro, el cual se levantó rápidamente sonriéndole a su sobrina y a la vez limpiando su camisa blanca de las manchas de suciedad que se habían adherido a esta.

Fruncí el ceño confundida. Este no es el Klaus que desde que nos conocimos ha demostrado ser alguien sin sentimientos, este Klaus era solo un padre que amaba a su hija incondicionalmente. O eso era lo que yo podía ver, claro que al percatarse de mi presencia su mirada se volvió fría y ocultó cualquier atisbo de felicidad.

Hope me sonrió y se acercó a mí. Nuestra altura era similar y aparentábamos tener casi la misma edad. Sus ojos eran idénticos a los de Klaus y el color de su cabello era una combinación entre el color del pelo de Klaus y el de su madre.

- Hola – saludó alegremente – ayer no tuve oportunidad de agradecerte que evitaras que mi padre resultara herido, así que gracias –

Le devolví la sonrisa y asentí ligeramente. Para ser hija de Klaus afortunadamente no tenía el mismo carácter asesino de su padre, cosa que agradecía. La chica era agradable y si el tiempo y su padre me lo permitían, estaba segura de que seriamos grandes amigas.

- Soy Hope, por cierto – me ofreció la mano.

- Elise – estreché su mano presentándome.

Klaus me escudriñaba con la mirada, atento a mis movimientos. Pero poco después desvió la mirada hacia las escaleras.

- Hope ¿estás lista? – preguntó la rubia original bajando las escaleras

- Sí Becks, llevo esperándote toda la mañana – se burló – pero como estabas tan ocupada con mi hermano, decidí entrenar un poco con el tío Elijah –

Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora