Capítulo 53

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Elijah POV

Felicidad.

Era una palabra muy pequeña e insignificante para describir el sentimiento y la emoción que me embargaba. Me sentía como un adolescente febril embriagado por el placer y la pasión que apabullaba mi mente negándose a abandonar mi cuerpo.

Había ocurrido.

Me dije a mi mismo esbozado una sonrisa estúpida girándome admirar a Elise prendida de mi torso sumergida en un sueño profundo y tranquilo que pronto la había alcanzado luego de nuestro agotador encuentro.

Deslicé mi mano por su columna con una suavidad y lentitud grabando en mi memoria todas y cada una de las miles de sensaciones diferentes que me causaba el tocarla. La más fuerte de ellas: el mismo placer. Había vivido más de mil años y no recordaba haber sentido aquel placer y aquella pasión que me había abrumado hasta el punto de olvidarme de mi propio nombre. Una experiencia a la que sin duda podía prever, me volvería un adicto. Un adicto a sus besos y caricias. A su cuerpo. A ella.

Para mí había sido algo maravilloso, pero ¿Había sido así para ella?.

Para ella había sido su primera vez. Los nervios y las propias inseguridades que atacan a cualquiera en dicha primera vez no eran algo para ignorar. Había sentido su cuerpo relajarse y tensarse una y otra vez a medida que las caricias mutuas subían de tono, sintiéndome obligado a preguntar por su seguridad para continuar, pero sabía la respuesta. Sin embargo, muy a pesar de su firme decisión y mi deseo indecoroso por poseerla, mi preocupación por llegar a infringirle un dolor mayor a causa de mi desenfrenado deseo era más fuerte. Sabía que el acto sería doloroso de manera irrefutable y nada podría hacer en cuanto a ello, pero sí que podría suavizar el camino para disminuir cuanto pudiera su dolor, y ya que su lucha interna parecía estarla ganando la tensión en su cuerpo, me vi en necesidad de encargarme de ello solo.

Sonreí de solo evocar el recuerdo...

No necesitaba preguntarme si funcionaría. Su cuerpo reaccionaba por sí solo a mis caricias y eso me daba una inimaginable ventaja. Mis manos recorrieron su cuerpo enfocándose en aquellos lugares que más placer parecían darle; su cuello, sus pechos... Su relajación no tardó mucho en ser notoria ya que pude sentir sus piernas a los lados de mi cuerpo separarse dándome una mayor comodidad para mi objetivo. Estaba tan absorta en el placer provocado por mi parte que ni siquiera notó como su propio cuerpo buscó de manera instintiva el roce de mi miembro contra su húmedo centro. Apelando a la necesidad de fricción que exigían nuestros cuerpos, comencé a penetrar lenta y cuidadosamente hasta que su cuerpo ya listo para mi incursión envió una silenciosa señal para indicarme que estaba lista. Lista para mí.

Presa del momento y de mis propios instintos lujuriosos que se negaban a abandonar la redondez de sus pechos, ejercí más fuerza en uno de mis movimientos logrando finalmente romper la delgada capa virginal en su interior.

Hice una pausa y ambos miramos nuestros cuerpos unidos completamente. Analicé su expresión en busca de disgusto o dolor para así saber cómo debía proceder, más fui gratamente sorprendido al no encontrar nada más que placer y deseo en sus bellos ojos esmeralda. Esa fue la única señal que necesité para comenzar un lento bombeo entrando y saliendo de ella, aumentando considerablemente la velocidad cada que la acción se repetía.

Su cuerpo se retorció de placer debajo de mí, mientras yo me propuse agregarle más placer al asunto recorriendo su cuerpo con mi mano, deshaciendo de paso el fuerte agarre de sus piernas alrededor de mi cuerpo separándolas un poco más para tener un poco más de espacio para aumentar la fuerza de mis embestidas y la profundidad de estas.

Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora