Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)

Capítulo 65

Klaus POV

Nunca en mi vida me había sentido tan preocupado y abrumado por algo como me preocupaba por mi hermano y Elise ahora. Sabía que luego de esto se separarían y ambos terminarían sumidos en una depresión con la que irónicamente solo sabían lidiar poniéndose en peligro de forma absurda y temeraria, siendo lo más estúpido de esto que su única salvación de esta clase de espirales suicidas era justamente el otro.

No importaba como lo viera. Acostarme con ella era por mucho una total aberración de mi parte y todo lo que ocurriera sería mi culpa solo por no saber controlar un tonto impulso y deseo carnal hacía una persona fuera de mi alcance, y de mi absoluto poder. ¿Acaso me había vuelto tan débil para llegar a donde estaba ahora? ¿Qué diablos pasó por mi cabeza en ese momento? La respuesta era sencilla. Nada. Mis pensamientos se ahogaron en lo profundo del deseo al igual que toda idea cuerda hubiese podido evitar tremendo error.

Y ya nada podía hacer para cambiar el inminente y caótico curso de las cosas.

Comprendía perfectamente la negativa de Elise ante mi petición, conocía el peso de esa mentira. Y por más que implorara que por una sola vez me hiciera caso, no la obligaría a cargar con ello. No cuando ya había tenido suficiente con tener que cargar con la muerte de Emily en su consciencia. Obligarla a mentirle a Elijah... con esto, la iba a destrozar desde dentro, más ahora que su estabilidad y control pendía de un hilo muy delgado.

Reconociendo y adjudicándome  la culpa en su totalidad, había decidido enfrentar a mi hermano como el único responsable en esto, esperando redirigir su furia únicamente hacia mi persona en pos de evitar que Elise fuera el primer blanco de su cólera. Aunque inequívocamente dudaba que saliera libre de todo esto. No podía anticipar cual iba a ser su reacción de mi hermano una vez que Elise le contara nuestro desliz, pero sería un duro y bajo golpe que podía traer a la superficie una parte de él que pocos conocían, y que el dominaba muy a la perfección.

Terminé el contenido de la botella del alcohol sintiéndome ligeramente confundido, sin embargo,  todo síntoma de ebriedad en mi cuerpo se esfumó convirtiéndose en un efímero escalofrió que caló en mis huesos cuando escuché la voz de mi hermano al encontrarse con uno de sus hombres en la puerta. Dio algunas órdenes con tono cansado y caminó hasta que lo tuve a la vista.

Cada músculo de mi cuerpo reaccionó tensándose en una reacción colectiva que puso en total alerta a mi cabeza. Nunca había temido a mi hermano. Ni una sola vez había temido por una reacción violenta de su parte... pero ahora, el solo pensamiento de enfrascarme en una pelea con él por una traición tan vil que yo tampoco me perdonaría si estuviese en su lugar, me hacía querer desear esconderme bajo las rocas y no salir hasta que su furia cesara.

Desafortunadamente, tenía que dar la cara y aguardar a lo peor. Debía enfrentarlo, y dudaba que Dios pudiera ayudarme ahora.

- Elijah – lo llamé levantándome con algo de dificultad una vez que tuve el valor de llamar su atención, siendo este acompañado por dos de sus hombres. Este me miró y sin decir nada se acercó frunciendo el ceño de manera increpante al percatarse de mi estado.

- Estás ebrio – señaló  mirando el par de botellas vacías en la mesa - ¿Puedo saber la razón? – dijo adoptando su rol de hermano mayor reprochándome mi conducta.

- Necesito hablar contigo – dije haciendo un esfuerzo monumental por no dejar que mi inquietud me afectara – A solas -

Mientras menos audiencia tuviera, sería mejor... Aunque, dadas las circunstancias, creo que sería mejor que estuvieran cerca.

- ¿Sobre qué? – preguntó extrañado. Nunca solía pedirle hablar con él a solas nunca. Menos ahora que preferíamos mantener distancias el uno del otro.