Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)

Capítulo 15

Habían transcurrido seis largos meses desde nuestra llegada a Nueva Orleans. En todo este tiempo no hubo rastro alguno de los cazadores cerca de Louisiana, lo que nos hacía pensar que nuestro plan había funcionado y habíamos logrado desviar su atención, por ahora. Sin embargo, las noticias de la cacería de seres sobrenaturales a través del mundo llegaban a diario y estas eran cada vez más brutales y sangrientas, nunca dejaban sobrevivientes.

Sin importar que estuviésemos a salvo de momento, todos estuvimos de acuerdo en mantener una estricta vigilancia en distintos lugares. Cada vez que la noticia de una nueva matanza llegaba a oídos de Klaus este salía en compañía de Elijah a investigar con el propósito de asegurarse de que no fijaran su vista en la ciudad de nuevo.

La vigilancia en Algiers fue retomada por Ethan y el grupo que lideraba, mientras que los demás vigilábamos en el recinto y en ocasiones salíamos a dar un recorrido por las calles atentos a cualquier cosa "sospechosa", o al menos eso solía hacer antes de que Klaus pidiera que me encargara personalmente de vigilar a Hope y acompañarla a donde quiera que fuera. Era una tarea que se había vuelto bastante fácil y tranquila considerando la amistad que ambas habíamos forjado en estos meses.

Aquellas eran las principales razones por las cuales mis sesiones de entrenamiento con Elijah se vieron muy reducidas, más sin embargo no afectaron mi desempeño. El original parecía estar cada vez más sorprendido por mi habilidad y determinación para superar los retos que el imponía, retos en los que más de una vez se llevó algún buen golpe.

A pesar de que nuestro contacto cuerpo-cuerpo era cada vez más fuerte en mi entrenamiento, ahora me resultaba relativamente fácil controlar mis "deseos carnales", como solían llamarlos Em y Ashley y que para mí no era más que simple atracción. Fuera de ese contacto en el entrenamiento no había más contacto por parte de ninguno de los dos, por ende, no se había vuelto a repetir aquel beso en la mejilla que tanto había emocionado a Ashley y que causó estragos en mi mente por algunos días.

- No sabía que vendrías, dime ¿al fin te hartaste del hedor a vampiro? – dijo la voz burlona de Ethan en mi cabeza.

- Tenía que asegurarme de que cumplan con su tarea y no compitiendo entre ustedes otra vez – le recordé aquel día en el que en lugar de estar vigilando les encontré a él y a Alec ambos en su forma de lobo luchando para determinar quién era el más fuerte.

- Arruinaste mi inminente victoria ese día ¿sabes? – reí incrédula escuchando como Ethan se acercaba cada vez más a mi posición – Además ¿alguien debe entrenar a los bebés? -

- Entrenar, no arrancarles la cabeza Ethan. Son cosas muy diferentes –

- Deberías venir a entrenar con nosotros ¿no crees? – ofreció haciendo que se me tensaran los músculos, lo menos que necesitaba ahora era pensar en mis entrenamientos incógnitos con Elijah y que Ethan se enterara – Dudo que Klaus quiera que los lobos entrenen en su casa y rompan sus costosos muebles que seguramente robó –

- Vigilar a Hope literalmente consume todo mi tiempo, es tan activa y problemática que perseguirla de un lado a otro me deja muy agotada como para entrenar – respondí.

Lo de activa y problemática era cierto, si no estaba tratando de detener alguna lucha entre lobos y vampiros éramos perseguidas por la policía después de que ella golpeara al guardia de seguridad que le impidió la entrada a un bar y el cual parecía beber verbena dado su fallido intento por obligarlo.

La parte de "consumía todo mi tiempo" era en parte mentira, ser la sombra de Hope no era lo que en realidad consumía todo mi tiempo. Cuando alguien más se encontraba con Hope era libre de entrar y salir de la casa e ir a cualquier lado, y mi excusa para los Mikaelson era que estaría con Ethan o dando un recorrido de rutina por el barrio francés, cuando en realidad estaba con Elijah entrenando, claro que eso era cuando él se encontraba en la ciudad y no rastreando cazadores. Por fortuna nadie sabía de aquello de momento, y así tenía que seguir.