Capítulo 21

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Frederick POV

Horas antes...

Jamás creí que ese momento llegaría, nunca creí que tendría que tragarme mi odio para evitar que ella fuera asesinada por un brujo que estaba más que seguro fue enviado por Rhaegar. La pregunta era ¿Por qué? ¿Porque matar a quien nos daría a ambos lo que más ansiábamos? Para que nuestro plan funcionase ella debía de permanecer viva y aquello iba en dirección a un asesinato. ¿Acaso estaba dando por terminado nuestro acuerdo?

Apresuré mi paso sin rumbo alguno a través del bosque oscuro, completamente solo. Había salido de aquel nido de vampiros en cuanto tuve la oportunidad. El híbrido había tratado de interrogarme a base de miradas y gestos amenazantes, más no dije nada que él no supiese ya. Nadie tenía idea de cómo un brujo solitario había logrado evadir todos y cada uno de los grupos de vigilancia, incluyendo los radares sobrenaturales del brujo Vincent. Nadie... a excepción de mí.

En una de nuestras reuniones anteriores le informé a Rhaegar todos y cada uno de los puntos ciegos de la vigilancia de las facciones, entre ellos los túneles y sus diferentes destinos. No había cosa que de lo que ellos no estuviesen al tanto.

Sin embargo, eso no era lo que me preocupaba. Lo que en verdad me impacientaba era la probabilidad de que Rhaegar hubiese cambiado de opinión y decidiera romper nuestro trato. Y si así era, las horas de la loba estarían contadas, me aseguraría de que su muerte fuera lenta y dolorosa. La haría pedazos y nadie me lo impediría.

Tal como si los hubiese invocado y sin que me percatara de ello, Solomon, uno de los cazadores y segundo al mando de Rhaegar apareció frente a mí con una mirada inescrutable siendo acompañado por otros cuatro hombres. Estos últimos venían completamente armados con diferentes tipos de armas de aspecto militar pero claramente modificadas para usarlas con municiones de madera y otras clases de municiones. La típica ballesta distintiva de los cazadores descansaba sobre sus espaldas en una posición que les facilitara el tomarla en caso de ser necesario y no dudaba que escondieran más armas debajo de su ropaje también de aspecto militar.

Mi cuerpo se tensó involuntariamente al sentir la amenaza que ellos representaban, y no era para menos. Un simple y rápido disparo de una de sus armas podría matarme fácilmente sin importar cuán rápido pudiera sanar, sabía que aquellas balas podrían estar impregnadas con cualquier sustancia que acelerara mi muerte.

Di un paso atrás alternando la mirada entre cada uno de los hombres a sus espaldas por si acaso estaban aquí para matarme. Solomon notó mi inquietud y mantuvo su mirada fija en mí sin moverse o decir nada

- Solomon – le nombré haciendo una ligera y forzada reverencia. Mi corazón latía ligeramente acelerado, pero nada que expusiera mi nerviosismo aún más.

- Rhaegar dijo que estarías aquí - dijo con voz ronca e intimidante conociendo a la perfección mis motivos para estar ahí.

Levanté la vista tratando de relajarme y obligándome a dejar de mirar de soslayo a sus acompañantes cada dos segundos. Me concentré únicamente en Solomon, el cual estaba a la espera de que hablara.

- Creía que nuestro acuerdo implicaba mantener con vida a la loba hasta que esta estuviese embarazada, y mira con lo que me topé hace algunos momentos: un brujo de los suyos atacando a la chica - pronuncié utilizando mí típico tono temerario al cual a Solomon no le importó. A sus guardaespaldas por otro lado, no les agradó tal falta de respeto ya que rápidamente pusieron una mano sobre el arma corta que descansaba en su cintura.

Ignoré a sus cazadores sin ninguna dificultad ocultando el ligero temor que luchaba por apoderarse de mí. No conocía a Solomon ni de lo que era capaz, pero si de algo estaba seguro era que bajo ese semblante tranquilo había un cazador igual de peligroso que su líder, por alguna razón tenía que ser su mano derecha.

Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora