Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)

Capitulo 62

Elijah POV

– Una vez terminado el funeral, saldremos en busca del enemigo – Apreté la mandíbula luchando contra mis monstruosas ganas de llevarla conmigo a la fuerza al escuchar sus disparatadas intenciones, que por si fuera poco, el resto de su clan parecían respaldar como si fuera lo más cuerdo en el mundo cuando era justo lo contrario.

Entendía su dolor, su deseo de venganza. Pero ir tras el enemigo de esa forma tan precipitada solo le daría más amigos a los que llorar. Hoy había sido solo uno. Con ese plan ¿cuántos más serían? ¿dos? ¿cinco?. No importaba la cifra pues ella no iba a ser capaz de sobrevivir a eso.

La venganza solía convertir a la persona más precavida en alguien descuidada y sin temores. Alguien sin conciencia sobre los verdaderos riesgos. Y Elise estaba danzando muy cerca de ese límite.

- ¿Qué harás? – cuestionó Luther mientras vigilábamos a Elise recoger las cenizas luego de la larga espera en una pequeña vasija que apretó contra su pecho antes de retirarse al edificio en compañía de Ethan.

- Regresa al Poydras y cuiden de mi sobrina – ordené – Hablaré con ella una última vez. Si se niega a venir conmigo... no tendré más remedio que dejar que mi hermano tome el asunto en sus propias manos –

Lo último que quería era involucrar a Klaus en esto, pero si su seguridad dependía de ello, entonces no había mucho que pensar.

- No seas tan duro con ella Elijah. Puedes permitir que se quede. Puedes traer a toda la Strix, convertirnos en su sombra si así lo deseas. No necesariamente tiene que estar lejos de los suyos –

Guardé silencio y Luther al no obtener respuesta se marchó en compañía de Antoinette y Armand.

Sopesé con detalle la idea de Luther, pero no importaba como lo viera o cuanta protección pusiera. Ella estaría en peligro siempre que su ubicación no fuera un secreto para el enemigo. Así que no era una opción viable. Razón por la cual debía llevarla conmigo aun sabiendo que su manada podía atacarme por lo que tenía planeado hacer.

La noche avanzó y cuando las luces del edificio se apagaron dejando encargados de la vigilancia solo Ethan y Garrett, supe que era mi momento de ingresar a su habitación. Rogando internamente porque mi haz bajo la manga fuera suficiente para solucionar el problema.

No fue difícil hacerlo. Todos los demás lobos quienes descansaban en el resto de las habitaciones presas del agotamiento, fueron incapaces de notar mi presencia en el lugar. Nadie excepto Elise. Quien una vez entré a su habitación, detuvo su llanto y me fulminó con la mirada.

- Creí que te habías marchado – acusó limpiando deprisa todo rastro de lágrimas.

- No me iré sin ti – refuté caminando hasta ella. A lo cual ella retrocedió adoptando una pose defensiva.

- Y yo fui bastante clara. No iré a ningún lado –

Apreté la mandíbula ante su negativa.

- Dime una cosa Elise, ¿De verdad crees que la venganza es el mejor camino? – cuestioné – Hoy perdiste a uno de los tuyos, y créeme que entiendo tu dolor, tu deseo de venganza. Pero si vas tras el enemigo buscando una inútil venganza solo conseguirás llorar a alguien más el día de mañana –

- Supongo que eso ya no es de tu incumbencia – Dijo fríamente.

- No empieces con eso. Sabes que es de mi importancia – Luché por mantener la compostura - Tú me importas. Más que mi propia vida y lo sabes. Así que no se te ocurra seguir por ahí –

- Debes irte – señaló la puerta.

- Oh no, aún no he terminado – cerré la distancia con ella dejándola atrapada entre la ventana y mi cuerpo, pero sin llegar a tocarla – Quieres estar junto a los tuyos, bien. Empaquen sus cosas, vendrán con nosotros –