Capítulo 89

21 5 1
                                    


Elise POV

¿Cómo era posible que mi vida se tornara un completo caos de un momento a otro? Todo aquello de lo que siempre había tratado de escapar, de evitar a toda costa representando el peor de mis miedos, me había alcanzado. Y nunca iba poder librarme. No ahora. Nunca.

- No estás sola en esto – murmuró Klaus a mi lado en la cama sosteniendo mi mano, pero no podía concentrarme del todo en sus palabras. No cuando mi mente estaba sumergida en una interminable agonía repitiéndome una y otra vez como terminaría aquello.

Siempre lo supe. Lo hice, y sin embargo como una niña estúpida creí que tendría por siempre el control de mi vida y de mi destino. Creí tan fervientemente en mí que terminé por bajar la guardia, y fue ahí donde todo se fue por la borda.

Bastó solo una noche de debilidad y lujuria para llegar hasta este momento, siendo el golpe fatal que el destino tenía guardado para mí. Uno al que no sobreviviría.

Nunca fue un secreto que jamás quise ser madre, tal vez lo pensé en algún momento, antes de entender quién era y mi deber, luego de eso dicha posibilidad pasó a ser un imposible. Yo misma era testigo de lo fuerte que es la devoción y el amor de una madre. Esa clase de amor incondicional por el cual estarías dispuesta a dar la vida por la de un hijo. Y yo...

Era demasiado joven para entender del todo mi situación, pero si algo tenía claro desde el comienzo, era que nunca iba a permitir que algún hijo mío fuera utilizado como un arma visto como un medio para un fin. Siempre supe las intenciones de los cazadores, al igual que conocía el alcance de su poderío, uno al que nunca podría hacerle frente. Y yo, dispuesta a evitar todo ese dolor que me traería el ver morir a un hijo a manos del enemigo, juré nunca dar ese paso.

Cuando conocí a Elijah fue inevitable no caer rendida a sus pies, a su caballerosidad y elegancia. Estando con él, todo ese miedo a terminar encontrándome con aquel que se suponía sería el esperado semental padre de mi descendencia desapareció con su condición inmortal. Así que me permití amar sin preocuparme por algo que estaba más allá de sus posibilidades. Me permití ser feliz con el único hombre al que le había abierto mi corazón y que ahora debía de odiarme tanto como yo odiaba la profecía.

Pudo haber sido cualquiera, pero el destino en su interminable carrera por destruirme había elegido a Klaus como esa persona que, en un acto tan simple, terminaría plantando en mí una nueva vida. Una que estaba destinada a morir de forma cruel e inevitable que yo no sería capaz de proteger, aun cuando Klaus en un acto obligado había aceptado la responsabilidad de un hijo que tal vez él no quería pero que estaba dispuesto a proteger.

- Oh no – dijo poniéndose de rodillas frente a mí – Ni se te ocurra pensar eso –

- Klaus yo... -

- No. Ya sé lo que estás pensando, y no pienso repetirlo más, así que tendrás que grabártelo muy bien – juntó mis manos entre las suyas y dándome un leve apretón me miró fijamente atrapando mi mirada – No te voy a dejar sola en esto. Y ciertamente no abandonaré a este hijo –

- Klaus, no podemos... -

- No te estoy pidiendo que me aceptes como tu pareja Elise. Eso jamás pasará porque tu corazón le pertenece a mi hermano. Eso lo entiendo, pero por favor, no me obligues a alejarme – pidió casi con súplica – Es verdad que yo nunca deseé volver a ser padre, y si te soy honesto, desde que supe que yo podía procrear siempre lo evité. Desde que sostuve a Hope por primera vez comprendí, que el amor por un hijo a pesar de ser el más fuerte, incondicional y puro de todos, puede llegar a ser fatal. La sola idea de perder un hijo es... ni siquiera puedo describirlo. Luego de casi perder a Hope en varias ocasiones, supe que no quería volver a pasar por eso otra vez –

Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora