Capitulo 5

244 9 0
                                    

Capítulo 5

Había pasado una semana encerrada en esa maldita habitación, todos los días la misma rutina; la visitas y amenazas de Klaus, su ira al negarme a darle información y mis fallidos intentos de atacarlo. Si Klaus estaba de buen humor lo mejor que me pasaba era que me disparara acónito, según él era toxico para los lobos. Y si este terminaba de mal humor me torturaba toda la noche con pequeñas cantidades de acónito, haciendo que sintiera como mi cuerpo ardía por dentro.

Asimismo, había venido una chica alta y rubia, delatada por su aroma asumí que era bruja y poco después supe que hermana de Klaus, si mal no recuerdo su nombre era Freya. Al igual que su hermano había venido a interrogarme, pero ella fue mucho más amable que su hermano, incluso me había traído un poco de comida, la cual por mi gran orgullo me negué a comer. Freya a pesar de negarme a prácticamente a todo, seguía trayéndome comida, así que deje de lado mi orgullo y comía lo que sea que me traía. Aunque me había pedido que cambiara de forma, era algo a lo que me negaba rotundamente.

A quien no había vuelto a ver era al hermano de Klaus, ese hombre serio y apuesto que al parecer siempre usaba traje.

- Al fin despiertas – ese maldito acento británico se había vuelto algo muy molesto que tenía que soportar a diario.

No me moví de mi lugar, ni siquiera lo miré o le ataqué como usualmente hubiese hecho. Y por la actitud de Klaus parecía de alguna forma por eso.

Klaus se acercó con su característica arma cargada con balas impregnadas en acónito, aquí íbamos de nuevo con sus amenazas.

- Escucha loba, mi paciencia tiene un límite. Si me dices que haces en mi reino, te prometo una muerte rápida – hizo énfasis en mi reino, así que andaba de mal humor. Su actitud arrogante me molestaba, ¿es que no podía ir a donde yo quisiera? Este tipo no era el rey de nada, yo podía ir a donde me diera la gana, y si pudiera hablar en ese momento se lo habría dicho.

Seguí sin moverme e ignorándolo intencionadamente. Eso hizo que Klaus se enojara y accionara el arma contra el muro, rápidamente me levanté sorprendida.

- Como puedes ver, esta vez no habrá acónito para ti – dijo mientras sacaba el cargador de su arma y me mostraba las balas de pólvora. Esta vez no bromeaba.

Klaus regresó el cargador a su lugar y me apuntó, esta vez a la cabeza.

- Ahora, volverás a tu forma humana y me dirás cuál es tu propósito aquí –

Los latidos de mi corazón se aceleraron y mis músculos se tensaron, el gruñirle a diario había causado que el vampiro ni si inmutara ante ello, pero no podía ocultar que le molestaba que lo hiciera. Era una forma de advertirle que si me atacaba yo haría lo mismo, si pudiera.

El rubio me miraba con una mirada intimidante, retándome de cierta forma. Así que comportándome de nuevo como una estúpida lo imité, sin importarme que la vida que estaba en peligro era la mía y no la del apuesto vampiro.

Él trataba de presionarme con el fin de que hablara, pero no lo iba hacer. Si algo me había enseñado mi padre, era que jamás debía doblegarme ante un vampiro, que era mejor morir que hacerlo. Y por supuesto que no le iba a demostrar miedo. Eso nunca.

Dangerous Lineages (Linajes Peligrosos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora