11. La vida continúa.

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Sebastián había vuelto a México. Quería ver a Monserrat y poder hablar con ella personalmente sobre lo que había pasado con Abisai. Pero al mismo tiempo se sentía un poco desanimado por el resultado del último partido, pues habían perdido contra el Toluca, después haber tenido la victoria contra Philadelphia.

Monserrat se encontraba sentada en la banca del parque central de la ciudad de México, esperando a que Sebastián llegara.

A lo lejos vió al chico de pecas, caminar hacia ella. No podía deducir si estaba sonriendo o no, ya que él traía puesto el cubrebocas.

Finalmente Sebastián llegó a ella y se sentó a su lado.

-Hola -saludó.

-Hola, Sebas.

-¿Cómo has estado en estos días que no estuve?

-Bien, la verdad. Aunque mi familia piensa que estoy sufriendo en silencio.

-¿Y no lo estás?

-No -la chica negó con la cabeza-. Por alguna razón, gran parte de mi siente alivio saber que se terminó. Y claro, otra parte siente decepción y enojó porque Abisai no fue sincero.

-Me imagino que debes sentir muchas cosas. Algo muy frustrante.

-Sip.

Sebastián asintió.

-¿Por qué preferiste vernos aquí?

-Me queda cerca del hospital, además necesitaba aire fresco y una buena compañía.

-¿Crees que soy una buena compañía? -inquirió Sebastián con una ceja alzada y mirando a la chica.

-Sí. Eres un buen amigo que sabe escuchar.

-Lo soy -afirmó el joven de pecas con una sonrisa que la chica no podía ver-. Bien, ahora sí cuéntame con detalle lo que sucedió.

Monserrat soltó un gran suspiro y le platicó a Sebastián lo que había ocurrido con Abisai mientras él no estaba en el país.

El chico no pudo evitar sentir enojo. Quería tener a Abisai frente a él y decirle un montón de cosas. ¿Cómo era posible que teniendo a su lado a una mujer como Monserrat, no pudiera valorarla? Simplemente el chico de pecas no podía entenderlo. Él sabía que si hubiera estado en el lugar de Abisai, jamás le habría hecho eso a Monserrat. En ese momento la comprendía más que nada, pues él también recién había pasado por lo mismo.

Al menos a Monserrat le fueron infiel con una chica que apenas y conocía, en cambio a Sebastián, le fueron infiel con uno de sus amigos.

Aunque Sebastián sabía que Monserrat no estaba afectada emocionalmente, por alguna razón presentía que los pensamientos de la chica si estaban en otra parte.

-¿Sabes qué? -inquirió Sebastián- Que se jodan. ¡Tú eres mucho para él!

Monserrat sonrió.

-Pero hay algo que también te está causando un conflicto, puedo ver tus rostro frustrado.

-Mi ex reapareció.

-¿Cuál ex? ¿Es alguien importante?

-Mi primer amor -confesó la chica.

-Vaya. Sí, definitivamente hablamos de alguien importante en tu vida.

-Lo fue. Y realmente no le había tomado tanta importancia cuando lo volví a ver, porque en ese momento aún estaba con Abisai y luego tú te enfermaste así que corrí a verte, además tenía en la mente otras cosas y todo eso me impidió que pudiera pensar con claridad que él estaba aquí.

You Found Me || Sebastián CórdovaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora