You Found Me || Sebastián Córdova

26. El viaje.

El avión comenzó a despegar y Monserrat sintió el terror invadir su cuerpo. Sebastián se percató de la expresión asustada en la chica y entrelazó su mano con la de ella, transmitiendole tranquilidad y seguridad.

—A Lili también le aterran los aviones —comentó Sebastián, intentando distraer a Monserrat—. Diego tiene que tomarla de la mano y hacerle plática de cualquier cosa para distraerla.

—Supongo que ella se la pasaba viajando en aviones con ustedes cuando iban a los partidos, ¿Cómo no ha podido acostumbrarse?

—No tengo idea.

—A veces hablas tanto de ella que me dan ganas de conocerla —dijo Monserrat.

—La conocerás. Vendrá en diciembre con Diego. También viene Edson, con su novia, su pequeña hija y su hermana menor. También tengo una buena relación con ella.

—¿Con la hermana de Edson?

—Sí —afirmó Sebastián—. Se llama Valentina, como la hija de Edson. Bueno, en realidad la niña se llama así por su tía.

—¡Oh qué lindo!

—Sólo que Valentina suele ser muy... No sé cómo explicarlo. Simplemente puedo decir que tiene mucha energía, creo que no hay persona más positiva que ella. Valentina es como el arcoiris que ilumina de colores tu cielo gris.

—Boulevard —musitó Monserrat para ella misma.

—¿Boulevard?

—Es un libro. Me lo recordaste con lo del arcoiris y el cielo gris.

—¿De qué trata?

Monserrat se quedó un momento en silencio, encontrando las palabras correctas para explicar el libro.

—La historia se centra en Hasley, una chica que por casualidad empieza una amistad con un joven de su escuela llamado Luke. Esa amistad va creciendo, transformando sus sentimientos en amor. El problema es que Luke está lastimado, está roto, y ella también. Pero aún así, uno al otro se apoyan para sentirse mejor. Luke es un drogadicto que pasa por muchos problemas y que por Hasley, quiere mejorar.

—¿Y que pasa después? ¿Deja las drogas?

Monserrat sonrió con melancolía y miró a Sebastián. Él sintió su corazón detenerse al verla sonreír. 

—Leélo, si quieres saber el final.

—¡Monse!

—No te diré cómo termina.

—Bien, lo leeré solo porque me dejaste con la intriga.

La chica sonrió con orgullo por lograr que Sebastián leyera un libro.

Las pequeñas risas de Soledad se escucharon y Monserrat simplemente negó con la cabeza, sabiendo que su amiga era feliz por pasar tiempo con Mauro Lainez.

Jorge había tenido que viajar sin Linda, ya que ella tenía otro compromisos y no pudo ir. Así que en esa ocasión, Jorge era mal tercio al dos por uno.

***

El avión aterrizó en tierras Jaliscienses.

Los cinco jóvenes descendieron del avión, tomaron su equipaje y caminaron a la entrada del aeropuerto, en dónde se encontraba Ricardo Angulo, esperándolos.

—¡Que onda plebe! —saludó el sinaloense con esa gran sonrisa que lo caracterizaba.

—Que rollo cabrón —saludó Sebastián, acercándose a Canelo para abrazarlo.