You Found Me || Sebastián Córdova

20. ¿De qué nos disfrazaremos?

El día de la final Concachampions había llegado. El equipo del Club América se sentía motivado para ganar.

Sebastián se encontraba con Guillermo, Henry, Jorge y Miguel Layún, quiénes estaban haciendo videollamada con Liliana.

-El partido es muy tarde, no podré verlo porque se supone que debo estar durmiendo, pero aún así, saben que toda mi confianza está en ustedes -dijo la joven enfermera-. Los quiero mucho y los quiero ver triunfar.

-Cálmate tú, Mizama Mohamed -bromeó Layún.

Todos rieron, incluida la chica.

-Bien, los dejo porque ahora le hablaré a los que están en Rayados.

-Ahhhh, con que traidora ¿Eh? -inquirió Jorge.

-Soy como una madre, no puedo tener favoritos. Si los apoyo a ustedes, a ellos también.

-Por eso no le va a ningún equipo -dijo Sebastián.

-Exacto.

-Como sea, sé que nos quieres más a nosotros, por lógica. En Rayados está tu exnovio, no podrías querer más a tu ex que a nosotros -opinó Henry.

-Tienes razón, pero no le digan, porque ahí está Charly, Moreno y Erick y a ellos sí los adoro.

Los cinco rieron y asintieron con complicidad.

-Cuidate, nena -se despidió Sebastián-. Nos vemos después.

-Adiós a todos.

Y entonces la llamada finalizó.

Aún faltaban varias horas para el partido comenzara, por lo que Sebastián optó por acostarse un rato en su cama y colocarse los audífonos. Había decidido que escucharía las canciones de The Fray, dado a qué era la banda favorita de Monserrat.

Mientras tanto, Monserrat se encontraba en el trabajo. Estaba en su hora de comida y había ido al cuarto donde los médicos comúnmente comían.

Allí estaba ella, sentada a un lado de Alan, cuando vió pasar por la ventana a Diana. Al parecer había ido con la ginecóloga para llevar un buen control de su embarazo.

Nuevamente la inundó la culpa de ocultarle a Sebastián la noticia. Pero no podía hacer más al respecto, debía respetar su ética profesional.

-¿Pasa algo? -cuestionó Alan al percatarse que ella se quedó perdida mirando la ventana.

-No, nada.

-Si quieres hablar de algo con alguien, puedes hacerlo conmigo.

-Gracias Alan pero estoy bien, de verdad.

-Sé que el duelo es complicado y difícil, pero de verdad tienes personas que te rodean que te aprecian y sé que estarán para ti.

Monserrat lo miró con extrañesa disimulada. Y simplemente asintió.

-Estoy bien, ya estoy mucho mejor con el tema de Eric.

-Eso espero, en serio no dudes en venir a mi...

-¡Alan basta! -exclamó ella- Te dije que estoy bien.

El chico la observó expectante y se percató de lo insistente que había sido.

-Lo siento -se disculpó ella-. Es sólo que traigo otros asuntos en mente.

-No, discúlpame tú a mí.

-Está bien, no hay problema.

-Oye, ¿Y vas a celebrar Halloween? ¿Irás a alguna fiesta?

-Al parecer sí.