Sebastián Córdova tenía 24 años cuando conoció a Monserrat Ferrer, una chica de 23 años, recién graduada de medicina, alguien fanática del orden; ella jamás alteraba las normas ni rompía las reglas, y aunque parecía demasiado inocente, no era tonta...
Llegó 28 de Mayo. Cumpleaños número 24 de Monserrat. Sus amigos y familia habían organizado una fiesta sorpresa para ella.
Darla, con mucha esperanza, invitó a Sebastián. La chica había pensado que el joven de pecas se negaría a ir, pero su sorpresa fue cuando él le contó el plan que estaba teniendo mente para sorprender a Monserrat.
Los invitados estaban disfrutando de la fiesta, bailando y celebrando. Ella se encontraba sentada en una mesa junto a sus amigos. Revisó su teléfono cuando una notificación le llegó a su Instagram. Sebastián la había etiquetado en una publicación.
cordovar97 ☑️
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cordovar97 Sé que he cometido errores, pero también sé que nadie te ha amado tanto como yo te amo. Estos meses a tu lado los he sentido como años y cada día me convenzo de que quiero más tiempo contigo🥰 Eres increíble, Monserrat. Eres alguien buena, noble, amable, heroína, valiente, y muchas cosas más que jamás podría terminar de decir. Me has enseñado tantas cosas que jamás pensé que podría conocer y que llegaría a amar. Eres el ser humano más hermoso exterior e interiormente que he conocido. Llegaste a mi vida cuando más lo necesitaba, y yo mismo te lo dije, "Tu me encontraste". Por eso y muchas cosas más es que el día de hoy celebro tu existencia, esperando que sea el primer cumpleaños de muchos que pueda festejar. ¡Felices 24, amor de mi vida! ❤️
Sebastián había desactivado los comentarios de su publicación.
Monserrat estaba a punto de derramar las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos, cuando Aarón y Darla se acercaron a ella.
—Monse —llamó su hermano mayor— ¿Podrías acompañarme un momento?
La chica simplemente asintió.
Caminaron hacia la entrada del salón de eventos, y en el camino vió a Linda con Jorge y el pequeño Camilo. La pareja la observó con una gran sonrisa sospechosa.
Llegaron al jardín y Monserrat se quedó sorprendida al ver a Sebastián frente a ella con un ramo de flores con colores lila en distintos tonos. El chico siempre le regalaba ramos de flores de ese color, pues había leído que el color lila representa la tranquilidad, dulzura, y calidez. Justo eso era lo que Monserrat era ante los ojos de él.
—Sebastián —musitó la chica.
—Feliz cumpleaños, mi amor —dijo él con una sonrisa.
Monserrat sintió algo en su interior al escucharlo decirle "mi amor". Todas sus emociones que él le hacía sentir, se encendieron, como el fuego al arder.
—¿Qué haces aquí? —inquirió ella.
Sebastián se acercó, provocando que el corazón de Monserrat latiera a mil por hora.
