You Found Me || Sebastián Córdova

13. Brownies; el postre favorito.

Todos habían quedado mirando a Sebastián por su pregunta tan inesperada.

Jorge rió y miró a su amigo con diversión.

-No realmente -opinó Linda-. Se ven como amigos pero ya sabes que a veces la gente saca conclusiones solo por ver a un chico y a una chica juntos.

-Es verdad -concordó Sol-. Siempre piensan que soy novia de Jesús, uno de nuestros amigos.

-¿Por qué piensan eso? Tal vez realmente sí están muy juntos por eso la gente lo cree.

-No, Mauro, te equivocas. Es decir, obviamente es normal que estemos conviviendo en el mismo lugar pero jamás nos abrazamos o somos cariñosos, entre menos contacto físico tengamos, mejor.

-Vaya, entonces a veces la gente sí saca conclusiones erróneas.

-Definitivamente -dice Monserrat-. Soy fiel testigo de lo que Sol dice y puedo confirmar que está diciendo la verdad.

-Nada más no vayan a fingir que Sebas y tú son novios -comentó Jorge-, o les pasará como a Diego y Liliana.

-Terminaron enamorados -dijo Sol-. Siempre estaba al pendiente de sus historias en Instagram.

-Exactamente.

-No -Monserrat negó con la cabeza-. No tenemos razón para hacer eso.

-Concuerdo con Monse. A parte sólo somos amigos, no podría fingir algo así.

-Bien -dijo Mauro-. Mejor cenemos o se va a enfriar la comida.

Todos estuvieron de acuerdo con el Lainez mayor y se dispusieron a consumir sus alimentos mientras platicaban.

Una vez terminaron, los hombres se dispusieron a pagar la cuenta de las chicas. Jorge pagó su comida y la de su esposa, Sebastián insistió hasta que convenció a Monserrat que pagaría él, tanto el consumo de ella como el de Soledad, pero Mauro insistió a Sebastián que él pagaría el de Sol.

Salieron del local y comenzaron a despedirse. Linda se acercó a darle un pequeño abrazo a Monserrat y luego a Sol. El pequeño Camilo dijo adiós con su pequeña mano, lo que causó ternura en las chicas.

-Gracias por invitarme -agradeció Sol-. Me la pasé muy bien.

-Que bueno que viniste -dijo una Linda sonriente.

-Espero verlos pronto, y ha sido un gusto conocerte, tu nombre hace honor a tu personalidad.

-Awww, muchas gracias Monse.

Jorge se acercó a la chica y sonrió.

-Adiós, Monse, ¿Puedo decirte así?

-Claro.

-Nos vemos después.

-Por supuesto -Monserrat sonrió.

Monserrat se acercó a su amiga y la tomó del brazo.

-Bueno, nosotras nos vamos.

-Espera, yo iré a dejarlas -dijo Sebastián.

-No, Sebas, si quieres tu lleva a Monserrat y yo llevo a Sol -se ofreció Mauro.

Linda, Jorge, Sebastián y Monserrat, sonrieron con complicidad. No eran tontos para darse cuenta que Mauro se sentía muy cómodo cerca de Sol.

-¿Qué opinas? -cuestionó Sebastián, mirando a Monserrat.

-No sé que diga Sol.

-Por mí no hay problema en irme con Mauro.

-Bien, entonces te vas conmigo.