¿Fobia a los hombres? |H.S| #1

[Capítulo 46].- "Ella me tiene a su disposición."

.:PDV HARRY:.


Mi corazón se acelera a la vez que se detiene, ¿tiene sentido eso? Mierda, claro que no.

¿Cómo diablos puedo explicar lo que siento al oír esas palabras?

Esas palabras que anhelaba en mi interior escuchar alguna vez se a cumplido. A pesar que no está Alicia en sus cinco sentidos, lo dijo. Aunque supongo no habrá querido decirlo para “otra persona más” Se lo que piensa. Lo más probable sea que al despertar no recordara haberme dicho esa pequeña confesión.

Mi cuerpo no me permite cerrar los ojos, por lo que me dedico a observar desde mi posición el rostro de Alicia. Tiene un pequeño ceño fruncido, me gustaría saber que está soñando.

Le acaricio el cabello lentamente. Ella es tan hermosa.

Pero es tan jodidamente difícil llegar a ella. Nisiquiera se como me permitió besarla la primera vez. Ella es tan reservada, y no deja que nadie la conozca realmente. Sé que yo tampoco conozco completamente a la Alicia que está dentro y no se deja ver. Me gustaría poder demostrarle que realmente jamás la dejare, que cuenta conmigo para lo que ella desee y que la amo.

La amo como jamás había amado a alguien. A pesar que solo un par de meses que la conozco, a podido entrar a mi mente, a mi vida y a mi corazón. A colocado todo patas arriba. Jamás creí que yo podría sentir algo así, que sería de esos chicos “atrapados por una mujer”

Pero Alicia a cambiado todo desde la primera vez que la vi fuera de la oficina de Des desmayarse, luego cuando vi sus hermosos ojos abrirse en la enfermería y haya salido corriendo y yo tener que seguirla para pasarle su mochila. Fui un completo idiota al intentar sobrepasarme con ella, pensé que era como  las demás que con solo una sonrisa coqueta y una sacudida de pelo, caería a mis pies. Nunca creí que yo terminaría estando a los pies de ella.

Y supe que ella era “la chica de mi vida” desde que viajamos a new york juntos y encontramos a Hilary. ¿Qué hubiera pasado sino hubiéramos ido a aquella cabaña que me quería mostrar Alicia? O ¿Si nunca hubiéramos viajado?

No quiero pensar en lo que hubiera pasado a mi pequeña princesa. Podría haber muerto por el frio de la nieve. ¿Qué podría hacer una niña de cinco años en medio de la nada? Ella no merecía nada de eso.

Pero fue algo tan inesperado. Además de saber que Alicia es hermana de Hilary.

Si me hubieran dicho hace unos meses atrás que yo estaría enamorado de una chica que me rechazaba una y otra vez y además era famosa, y que estaría totalmente encariñado con una niña de cinco años que estaba sola en un árbol, me habría reído por una eternidad y lo hubiera mandado a la mierda por creer ese tipo de cosas.

Además la decisión de Alicia de haberse quedado con Hilary. ¿Quién habría hecho eso? Y encima a los diecisiete. Estoy totalmente seguro que nadie hubiera hecho lo que ella hiso.

La respiración de Alicia es pausada y está fuertemente aferrada a mí, como sino quisiera perderme.

Quiero ser el chico que ella merece. A pasado por tanto que ella necesita ser cien por ciento feliz, ella necesita superar esa fobia, ella necesita a alguien que la ame, a alguien que la proteja a pesar que ella demuestra poder cuidarse sola, necesita a alguien a su lado que le susurre lo preciosa que es, necesita a alguien que sostenga su mano en los momentos difíciles y de alegría. Y ese alguien quiero ser yo.

Me pongo enfermo con solo imaginarla a ella con otro chico, haciendo toda las cosas que yo hago… Tengo ganas de golpearlo y nisiquiera existe.

Estoy mal.

Ella me tiene a su disposición, pero no me importa. Estoy dispuesto a ser lo que ella ordene.

Sueno patético, pero por amor, uno puede llegar hacer cosas que no te podrías imaginar posible, todo por ver esa sonrisa que hace que tu vida tenga sentido. Dejar absolutamente todo atrás, solo para ver a la persona que amas sonreír de esa manera.

Como veo que no podre dormir una mierda, decido ir a ver a Elizabeth, Richard y Adele.

Desenrosco las manos de mi cintura muy despacio, no quiero que despierte. Tomo una almohada y la coloco en mi lugar y poso allí las manos de Alicia. Ella se queja pero se aferra a la almohada y sigue durmiendo. Me levanto sin hacen ningún tipo de ruido y me coloco mis zapatos. Salgo de la habitación y dejo la puerta entre abierta.

Aun no puedo creer todo lo sucedido solo una hora atrás…

Bajo las escaleras al momento que Richard entra por la puerta principal.

–– “Richard.” –– Lo llamo.

El mira en mi dirección confundido.

–– “Pensé que descansabas.”

–– “No puedo, pero Alicia y Hilary están dormidas.”

–– “¿Alicia se encuentra bien?”

–– “Ella está bien.” –– Le afirmo al llegar abajo y colocarme a un lado del. –– “¿Dónde está Elizabeth y Adele?”

–– “Están afuera, Adele está haciendo un montón de llamados.”

–– “Esta bien, gracias.”

Me dirijo a la puerta y la abro. El viento pega en mi rostro, se me olvido colocarme el abrigo.

Salgo y a la primera en ver es a Elizabeth quien observa la nieve teñida de rojo. Me acerco por al lado y ella me mira.

–– “Harry, deberías estar en la habitación.” –– Me regaña.

Sinceramente ella y Richard no parecen los guardaespaldas de Alicia, sino que, no lo sé, sus tíos o algo por el estilo.

–– “No estoy cansado. Tu deberías de tomarte un descanso.”

–– “No, estás loco. Ya no puedo bajar la guardia. ¿Qué hubiera pasado si John hubiera disparado? Nisiquiera hago bien mi trabajo, no debería estar así. Yo debería haber estado al lado de Alicia y Hilary, pero yo solo…”

–– “Lo estuviste.” –– La interrumpo. No puede estar echándose la culpa. –– “Estuviste al lado de Alicia, estabas apuntando a uno de los hombres, cubriendo a Alicia. No digas hubiera, las cosas ya pasaron y todo está hecho. Nada malo le paso ni a Alicia o a Hilary. Ese es tu trabajo, mantenerlas a salvo y lo están.” –– Le coloco una mano en su hombro y ella suspira. –– “Además, creo que sirvieron esas clases que me diste.” –– Me rio ligeramente para cambiar el ambiente. Elizabeth sonríe un poco.

–– “Si que sirvieron, lo has dejado en el suelo.”

–– “Adrenalina.” –– Sonrió y me abrazo a mí mismo. Hay un frio de mierda.

–– “¡Ya está todo listo!” –– Adele aparece por detrás de mí. –– “Van a comenzar a hacer una nueva entrada ahora mismo. Pero esta será indestructible.”

–– “Que rápida eres.” –– Me sorprendo.

–– “Tengo contactos.” –– Alardea y se ríe. –– “Frio hijo de puta, me está congelando una parte sumamente importante de mi. Desde ahora al ir al baño, hare cubitos de hielo.” –– Maldice.

–– “¡Adeleine!” –– Le reprende Elizabeth pero se une a mi carcajada.

–– “¡Ustedes tres!” –– Nos gritan. Todos nos damos la vuelta y vemos a Richard. –– “Acabo de hacer chocolate caliente, así que entrad.”

Adeleine chilla de felicidad y nos encaminamos todos a la casa. Pero el sonido de un auto nos detiene.

Allí venia ese auto tan característico que no podría pasar desapercibido.

Observo cómo se estaciona a un lado de la casa y se bajan dos personas alteradas. Lo puedo saber por el rostro de angustia que tienen ambos.

–– “¿Porque diablos están aquí?” –– Mi buen humor se desaparece como arte de magia.

–– “¿Por qué crees Harry?” –– Des le da la mano a Amy y juntos caminan hasta nosotros.

–– “¿Como esta Alicia?” –– Pregunta Amy con su voz temblando.

–– “Ella está bien.” –– Elizabeth le responde y yo frunzo el ceño.

–– “¿Dónde está ahora? ¿Y Hilary?”

–– “Dormidas.” –– Contesto serio.

–– “Ya vengan dentro o se enfriaran sus tasas.” –– Vuelve a gritar Richard y yo aparto mi mirada de los recién llegados y me encamino a pasos largos a la casa. No quiero hablar con ellos, no tengo nada que hablar.

Entro a la casa y Richard tiene una bandeja de tasas de chocolate caliente en la mesita de centro frente al sofá. Tomo una y dejo que mis manos se calienten un poco antes de tomar un sorbo.

–– “Harry.” –– Me llama esa molesta voz. Pero la ignoro y miro un punto fijo de la sala.

–– “Hola señor Styles y Señorita Amy. ¿Desean un chocolate caliente?” –– Richard habla educadamente a mis espaldas. Sé quién está detrás, claro.

–– “Si, por favor.” –– Le dice y observo por un segundo como Richard va a la cocina. –– “Harry, ¿podemos hablar?” –– No respondo. –– “Harry, no seas maleducado.”

–– “Oh cierto, tu no me criaste así.” –– Me doy la vuelta y lo miro directo a los ojos. –– “Espera, tu no me criaste, porque no estabas.”

–– “No comencemos con eso. Necesitamos aclarar las cosas. Me has estado evitando hace más de un mes.”

–– “Entonces mis intenciones se cumplieron.”

–– “No te comportes como un niño, no lo eres. Tengo que hablar contigo.”

Le doy un sorbo a mi chocolate y lo dejo en la bandeja.

–– “¿Qué se supone que tienes que decirme? No hay nada que decir, esta todo claro.”

–– “Tengo mucho que decirte.”

–– “No, claro que no.”

–– “¡Harry, basta! Si te digo que tengo que hablar contigo, es porque tengo que hacerlo, te guste o no.” –– Eleva su tono de voz, junto con mi enojo.

–– “¡Tu lo has dicho, no soy un niño! Así que no puedes obligarme a escucharte o a nada en contra de mi voluntad.” –– Lo miro con una sonrisa totalmente falsa y burlona.

–– “¡Déjate de niñeri…”

–– “¡NO, NO, POR FAVOR, NO!”

Mi vista rápidamente se va a la escalera.

Alicia.

Corro a las escaleras, subiéndolas rápidamente y puedo escuchar como todos vienen igual.

Me aproximo a la puerta de la habitación y la abro. Alicia está en una pesadilla.

–– “¡Basta!” –– Grita y su rostro está lleno de lagrimas.

Me coloco sobre ella y le toco la mejilla. No me importa quien este mirando, tengo que despertarla.

–– “Alice, vamos, despierta cariño.” –– Le muevo un poco su brazo y palmeo despacio su mejilla. –– “Princesa, despierta, por favor.” –– Vuelvo a moverla con delicadeza.–– "Vamos, despierta amor."–– Ella frunce su ceño y sus ojos se abren de golpe junto con sus aceleradas respiraciones. 

–– “Tranquila, nada fue real.” –– Ella entrelaza sus brazos en mi cuello y esconde su rostro. La abrazo y yo escondo mi rostro en su cuello, intentando calmarla un poco.

–– “T-Todo era horrible.” –– Me susurra en el oído. –– “E-Ella te tenia a ti, y el te disparaba.” –– Su voz tiembla. –– “Y-Yo no podía llegar a-a ti.”

–– “Todo fue una pesadilla, estamos a salvo, el ya no está.” –– Le susurro de vuelta.

–– “Pero ella aun esta allí afuera.” –– Me responde. –– “Y me va a buscar cuando sepa lo que he le hecho a John.”