[Capítulo 38].- "Me llamo Aarón."

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–– “No, no. Debes estar en un error.”

Esto no puede ser verdad.

Ellos no son los padres de Hilary.

–– “No hay ningún error Alicia.” –– Me mira extrañada.

Hilary es mi hermana.

¿Tengo una hermana?

Oh joder.

–– “¿Ocurre algo?” –– Me pregunta, posando una de sus manos en mi brazo para que la mire.

–– “Esta todo bien, gracias.”

Me levanto y camino a la entrada rápidamente.

–– “¿A dónde vas?”

–– “Tengo que terminar unos trabajos para mañana.” –– Le miento y sonrío para tranquilizarla.

–– “Esta bien, me llamas si quieres ir alguna parte.”

–– “Lo hare.”

Me coloco el casco y enciendo la moto para marcharme luego.

Agradezco que las rejas estén abiertas, no hubiera podido parar a esta velocidad.

¿Cómo una niña tan dulce, ha salido de una perra?

Esto es mucho para mí.

¿Tengo que decirle a Hilary que es mi hermana?

Sin darme cuenta, paso un semáforo en rojo. En milésima de segundos tengo  a un auto de policía detrás de mí.

Genial.

Justo lo que necesitaba.

Me veo obligada a detenerme a una orilla de la pista.

No traigo ningún tipo de documento, se me han quedado en casa. Demonios.

Uno de los policías baja del auto y se me acerca. Tengo la respiración acelerada.

–– “Buenas tardes señorita, necesito sus documentos. Esta multada por exceso de velocidad y por haber pasado un semáforo.”

–– “Y-Yo no tengo los documentos en estos momentos.” –– Le hago una mueca de disculpas. No le hace la mínima gracias.

–– “Necesito que nos siga hasta la comisaria por favor. ¿Sabe dónde queda?”

Suspiro. –– “Si, lo sé.”–– Dicho eso, se va con su semblante serio hasta el vehículo.

No hay ninguna salida en esta ocasión. No podría escaparme con toda la velocidad y luego esconderme como lo hacen en las películas.

Una hora después, estoy con Elizabeth, quien me ha tenido que traer mi bolso con el dinero. Estoy a punto de pagar una gran multa, cuando escucho mi nombre.

–– “Señorita Alicia, se le ha quitado la multa.” –– Me informa unos de los policías del lugar.

¿Pero qué?

¿Cómo?

–– “¿Qué ha sucedido?” –– Le pregunto. El me mira y hace un movimiento de cabeza y luego se va. En su lugar llega un chico.

Alto, moreno y ojos miel. Me resulta familiar.

Emboza una sonrisa al verme.

–– “Hola.” –– Dice simplemente.

Voy directamente al grano.

–– “Hola, no quiero sonar mal educada pero, ¿Quién eres?”

–– “Me llamo Aarón y soy nuevo en tu escuela.”

–– “Oh.” –– No sé qué decir. –– “¿Qué tienes que ver tu en esto?”

El camina más cerca de mí.

–– “He venido a buscar a mi padre. Su auto esta en el taller y yo estaba por aquí.”

–– “¿Tu padre es…?”

–– “Es el jefe aquí. Le he convencido que no te saque ninguna multa.”

Esto tiene segundas intenciones.

–– “¿Y porque has hecho eso?”

–– “Para que tu tengas una cita conmigo.”

Debo admitir que el chico es directo.

–– “Eso no sucederá.”

–– “Entonces puedes obtener la multa y puedo hacer que pases una noche aquí.”

–– “Me estas chantajeando.” –– Frunzo el ceño.

–– “Es la única manera para que salgas conmigo. Sé que rechazas a todo chico que te lo pide.”

Esto me ha pillado por sorpresa.

–– “No vamos hacer nada de lo que tú no quieras, eso te lo aseguro. Solo quiero conocerte, eres muy linda.”

Mierda.

Yo podría salir con el si estamos a esta misma distancia todo el tiempo. Pero sé que eso no ocurrirá.

Trago saliva e intento calmarme.

El no es John, ninguno lo es. Puedes hacerlo.

–– “¿Cuándo?” –– Murmuro. De un rato para el otro estoy tímida.

–– “El viernes por la noche.”

–– “Esta bien.” –– Me rindo. Me ha ayudado, aunque no se lo he pedido. Nisiquiera lo conozco.

–– “¿Me darías tu número?” –– Me tiende su móvil y yo asiento.

Esto es una locura.

Nunca he ido a una cita.

Tecleo mi número y lo guardo. Le tiendo su móvil de vuelta.

–– “Te llamare para saber la dirección.” –– Vuelvo a asentir. No tengo voz en este momento.

Aarón me sonríe y se va por donde ha venido.

–– “Esto ha sido extraño.” –– Le digo a Elizabeth aun perpleja.

–– “Si, lo ha sido.”

Sin comentar más de lo que ha ocurrido, volvemos a casa. Ella va en el auto y yo en mi querida moto.

Al llegar, Hilary sigue dormida en su habitación y Jace se ha ido. La oscuridad comienza a reinar y no tardara en llegar Harry.

Elizabeth se ha ofrecido a ayudarme hacer una pizza y nos divertimos preparándola. Ella es tan atenta.

Al momento de colocarla al horno, un golpe en la puerta llama mi atención.

Harry ha llegado.

Le he dado un pequeño control para que pueda abrir las rejas sin que yo lo haga de aquí dentro.

Cuando abro la puerta, lo primero que veo es una hermosa sonrisa.

–– “Mi chica especial.” –– Rodea rápidamente mi cintura para un gran abrazo.

Me rio por su saludo.

–– “Hola Harold.” –– Le devuelvo el gran abrazo.

Me he acostumbrado a esto y me alegro que no me coloque paranoica como lo hacía antes. He aprendido a conocerlo y el cabron es muy importante para mí en tan solo dos meses.

Termina de abrazarme y besa mi mejilla.

–– “He traído comida de McDonald’s.” –– Levanta las bolsas del suelo y me las muestra al pasar.

Cierro la puerta tras de mí.

–– “Con Elizabeth hemos hecho pizza y acabamos de colocarla en el horno.”

–– “Al final de la noche estaremos rodando.” –– Yo asiento y me río

Harry me coloca de tan buen humor.

Lo detesto por eso.

–– “¿Dónde está Hilary?”

–– “Se ha quedado dormida toda la tarde. Fuimos de compra.”

–– “Oh si, a la tienda rosa.”

–– “Ni me lo recuerdes.”

Ambos nos sentamos en el sofá y Elizabeth aparece.

–– “Hola Elizabeth.” –– El le sonríe.

–– “Hola Harry.”

Ella se encamina hasta la otra sala, por lo que estamos solos en el sofá.

–– “Los chicos te han mandado saludos.”

–– “Sabes, les he tomado cariño.” –– Admito.

–– “¿A, si?”

–– “Si, son unos idiotas, pero me caen bien.”

Harry se ríe y asiente.

De repente aparece en mi mente lo de Hilary. Y mi sonrisa se va.

–– “Tengo que contarte algo.”

Harry me observa atento al escuchar mi tono de voz.

–– “Te escucho.”

–– “En la tarde fui a visitar a Adele, ya que me lo había pedido.” –– Hago una pausa y sigo. –– “Me ha dicho y mostrado quienes son los padres de Hilary.”

–– “Eso es muy bueno.”

–– “No lo es. Hilary es mi hermana.” –– Suelto de una.

Harry me mira asombrado.

–– “¿Qué, es en serio?”

–– “Es hija de mi madre y mi… padrastro. Ambos son unos hijos de puta.”

No responde.

Estoy segura que está procesando lo que le acabo de confesar.

No es una mala noticia que sea mi hermana. Lo que me preocupa si es que la han obligado hacer lo mismo que me hicieron a mí. Espero sinceramente que no.

Desde hoy en adelante me asegurare que tenga una infancia perfecta.

Que pueda hacer todo lo que yo no.

–– “¿Le contaras?”

–– “No lo sé.”

Al momento que me responde, unos pasos en las escaleras nos distraen.

Una somnolienta Hilary aparece.

Esta despabilándose, cuando se da cuenta de nuestra presencia.

Los ojos se le iluminan.

–– “¡Harry!” –– Grita entusiasmada.

Harry se levanta y la recibe en sus brazos.

Los dos muy sonrientes.

–– “¡Mi niña!, has despertado, pensé que ya comenzaste a invernar.”

Hilary ríe y esconde su cabecita en el cuello de Harry.

Mi corazón se ablanda aun más.

El resto de la noche es entre risas y juego. Es impresionante como Harry trata a Hilary, realmente él será un gran padre.

Vemos una película de miedo con toda la comida en la mesa de centro e invitamos a Elizabeth que se nos una. Hilary estaba acurrucada al lado de Harry y era una escena que merecía ser fotografiada. Por lo que a escondidas capture con mi móvil.

A las doce de la noche se termina nuestros juegos, y todos nos vamos a dormir. Mientras Harry acuesta a Hilary y le cuenta un cuento para que borre la película de miedo en su mente, yo me cambio a mi pijama y me siento en la cama, con el edredón hasta mis muslos.

Reviso mi móvil y descargo un juego al azar para matar el tiempo.

La puerta se abre y se cierra. Harry se saca los zapatos y luego la remera.

–– “¿Qué estás haciendo?” –– Pregunta.

Prosigue desabrochándose el pantalón.

Estoy intentando concentrarme, lo juro. Pero aun así le doy una pequeña mirada al abdomen de Harry.

–– “Estoy jugando.”

Cuando levanto la vista, Harry se dirige al baño para lavarse los dientes. La semana pasada ha dejado uno de sus cepillos aquí para “cualquier ocasión en el futuro.”

Mientras descifro el juego, me llega un mensaje de un número desconocido.

“Solo quería decirte que duermas bien y tengas una bonita noche, aunque no se si ya estas dormida. X”

Aarón.

Batallo en mi interior en si responderle o no.

Mientras primero guardo su número.

Decido responderle, por el pequeño detalle.

“Gracias, ahora estoy por irme a dormir. Buenas noches :) “

–– “¿A quién le escribes?” –– Pregunta Harry justo a mi lado.

Su aparición inesperada hace que suelte mi móvil de las manos del susto que me he dado.

–– “Maldita sea Styles, no me asustes así.” –– Le reprocho frunciendo el ceño. –– “Le escribo a Aarón.”

–– “¿Aarón, el nuevo?”

–– “Si.”

–– “¿Desde cuándo hablas con él?”

Harry apaga la luz y en cambio enciende la de la lámpara que está en la mesita de noche de su lado.

–– “Desde hoy, me lo he encontrado en la comisaria.” –– Conecto mi móvil con el cargador y lo dejo a un lado.

–– “¿Qué hacías tu en la comisaria?”

–– “Me he pasado una luz roja y estaba en exceso de velocidad.” –– Me quejo y lo miro. –– “Entonces el padre de Aarón es el jefe de allí y me ha quitado la multa. En cambio tendré una cita con Aarón.”

Harry queda perplejo.

–– “¿Una cita?”

–– “Si, el viernes por la noche.”

–– “Ah.” –– Simplemente dice.

Apaga la luz y se da la vuelta, dándome la espalda.

Presiento que se ha enojado.

Apago la luz de mi lámpara y la habitación queda solo con la luz de la noche que traspasa por la ventana.

–– “Oye, no me des la espalda.”

–– “Buenas noches.” –– Su tono es cortante.

Si, se ha enojado.

¿Por qué tendré una cita con Aarón?

Trago mis nervios que han comenzado a aparecer y abrazo la cintura de Harry. Le beso un lado de su espalda y acerco mis labios a su oído. Lo siento tensarse.

–– “Eres muy celoso. Solo es una tonta cita, no es nada. ¿Está bien?” –– No me responde, así que vuelvo a intentarlo. –– “Te quiero.” –– Le susurro.

Harry suspira y se da la vuelta, abrazándome por la cintura. Estamos cara a cara.

–– “Yo también te quiero, más de lo que te imaginas.”

¿Fobia a los hombres? |H.S| #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora