Capítulo 49: Hospital

6K 527 103
                                    

Gohan

Nunca había estado tan asustado en mi vida.

Si Ashton moría, entonces yo moriría con él porque no había nada más en ese mundo para mí que hiciera que mi vida valiera la pena.

Aunque Alie estaba intentado que me calmara, ella tampoco parecía calmada. Estaba más pálida de lo normal y lloraba cada cierto tiempo como si la estuvieran torturando.

Los padres de Ashton estaban también muy alterados. La señora Johnson miraba sus manos llenas de sangre como si fueran algo horrible y lo eran, estaban llenas de la sangre de su hijo que se encontraba siendo operado de urgencias.

En cuanto al señor Johnson, pues no lloraba, no se quejaba, no parecía asustado, solo maldecía en voz baja yendo de un lado a otro en la sala de espera.

—No puede morirse —dije por décima vez en todo lo que llevábamos en la sala de urgencias.

Ya había sufrido bastante cuando llegamos a la casa de los Johnson y nos dijeron lo que estaba pasando y que debíamos quedarnos ahí, con la boca cerrada, esperando.

Lo único que yo quería era correr en busca de mi amigo, pero sabía que eso solo empeoraría las cosas... cosas que ya habían salido muy mal.

La policía ya estaba buscando como locos a los responsables, bajo la presión del señor Johnson, claramente, y esperaba que cuando los encontraran los hicieran pudrirse en prisión.

—No morirá —aseguró Alaska—. Va a estar bien —dijo, intentando convencerse a ella también.

En ese momento, la jefa de crujía del hospital, quien estaba a cargo de la operación de Ashton, apareció en la sala. 

Todos nos pusimos de pie y la rodeamos, impacientes.

—Debimos extirpar el bazo de Ashton, el cual sufrió uno de los impactos y pudimos retirar la bala con él. La otra bala está en una de las costillas —explicó—. Lamentablemente pasó a llevar una vena, lo que provocó una hemorragia que logramos controlar por el momento, pero no sabemos qué pasará cuando la saquemos.

—¿Puede morir? —preguntó la señora Johnson.

—Hay un treinta por ciento de probabilidad...

Eso era bastante y me asustaba.

—Haremos todo lo que este en nuestras manos —dijo después de unos segundos—. Con permiso.

Alaska pareció quedar tan asustada como yo, pues su piel había palidecido aún más que antes y sus ojos comenzaron a aguarse una vez más.

Ambos volvimos a sentarnos en el mismo lugar que estábamos y sin darme cuenta, nos tomamos de las manos y nos mantuvimos así por bastante tiempo.

—Desearía haberle dicho lo mucho que lo amo —solté de pronto.

—Él lo sabe —dijo Alie—. Y estoy segura de que te ama tanto como tú a él.

Hubo unos segundos de silencio.

—También te amo a ti —le dije—. No tanto como a él, pero lo hago...

Alie rio bajito con las lágrimas corriendo por sus mejillas.

—Yo también te amo —me dijo—. También a Ashton...

Quizás no conocía a Alaska de hacía mucho tiempo, apenas se cumpliría un año en unos meses, pero no tenía que conocerla más para saber que era una grandiosa persona.

Ambos nos apoyamos en el respaldo de los asientos acolchados y yo apoyé mi cabeza en su hombro para seguir pidiendo que Ashton estuviera bien.

[...]

Alaska va a Los Ángeles [LA #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora