Capítulo 17: Preocupación

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Ashton

No tenía idea de qué había sucedido con Gohan, sólo tenía claro que no había ido al baño, ¿por qué me había mentido?

Suponía que estaba metido en algo no muy bueno, pero él sabía que a mí eso me daba igual, yo no lo había juzgado jamás y no era como que yo estuviera en una mejor situación.

Estaba más drogado de lo que nunca había estado y tenía cuatro chicas desnudas metidas en mi habitación, después de haber tenido sexo con todas y romper un récord.

Lamentaba que Gohan se perdiera de esa buena orgia, pero él ya había tenido varias, no era una experiencia que le hiciera falta en la vida.

El grupo de chicas venían de distintos países de Latinoamérica y podría decir que eran las chicas más atractivas que había conocido. Tenían unas curvas, belleza y un acento que me cautivaba, y, gracias a ellas, podía decir que me había cogido a chicas de siete subcontinentes de los once que había.

Las chicas habían llevado pipas a su viaje y, bueno, yo tenía una buena cantidad de hierba en uno de mis bolsos, por lo que, luego de que todos termináramos varias veces, decidimos fumar un poco.

Había pedido servicio a la habitación también, pues la marihuana y la pérdida de calorías debido a la actividad física, nos había abierto el apetito a todos y, como todo un caballero, les había invitado lo que ellas quisieran.

Una de las chicas, proveniente de República Dominicana, me estaba dando con un tenedor de un pastel que había pedido, mientras estábamos recostados contra el respaldo de la cama.

De pronto, la puerta se abrió y Alaska quedó boquiabierta al encontrase con la escena.

Yo me atraganté con un pedazo de pastel y la chica a mi lado comenzó a palmear mi espalda para ayudarme. Cuando logré aclarar mi garganta, noté que Alaska intentó correr hacia afuera.

Tomé un cojín para cubrirme la entrepierna y tomé mi celular de la mesa de noche para correr hacia ella.

—¡Alie, espera!

Logré alcanzarla, en el pasillo y me puse frente a ella para detenerla.

—Déjame pasar —pidió.

—No, déjame explicarte.

—¿Qué vas a explicar, Ashton? No es algo que nunca me haya esperado de ti.

—Sí, pero no era mi plan que volvieras a verme en una situación como esta. Lo lamento...

Alaska negó, intentando sonreír.

A veces creía que ella era la persona más dulce, comprensiva y amable que había conocido en mi vida.

—Está bien, Ash..., pero no pienso dormir en esa cama. Usaré el sofá cama —dijo con una sonrisa verdadera.

—Está bien.

De pronto, su expresión cambió a una de confusión.

—¿Y Gohan?

Me encogí de hombros.

—No lo sé, debe estar haciendo algo interesante.

Alaska cruzó sus brazos delante de su pecho.

—¿Cómo es que lo dejas solo en un lugar extraño y ni siquiera te preocupa? ¿Y si le paso algo? Gohan es capaz de hacer tantas tonterías que me asusta.

A veces no comprendía porqué Alie se preocupaba tanto de Gohan. No era que yo no me preocupara de él, yo lo amaba, era la persona más importante de mi vida; pero lo conocía, era la persona con más suerte del mundo y, aunque le pasara algo, no era algo que yo pudiera evitar. Conmigo o sin mí, Gohan siempre hacia tonterías.

Alaska va a Los Ángeles [LA #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora