Capítulo 35: Año Nuevo, Etapa Nueva

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Alaska 

No, no de nuevo. Quería pensar que estaba dormida todavía y que no estaba otra vez metida en una cama con mis dos vecinos, completamente desnuda, y Twinkle en los pies... quién era quizás el único que modificaba un poco la situación de la última vez que había sucedido.

Nuevamente sentía mi entrepierna de una forma extraña, no era dolor, pero definitivamente algo había entrado en mi vagina y podía imaginar qué.

Ashton y Gohan aún estaban dormidos, cada uno a un lado mío.

Por lo que podía recordar, yo había sido la estúpida que le había propuesto la idea a Ashton e imaginaba que él, estando en una situación parecida, no pensaba bien cuando aceptó. ¿Qué podía decir de Gohan? Él ni siquiera pensaba antes de hacer estupideces estando sobrio, no le podía pedir más en un estado de ebriedad, mezclado con los efectos de la hierba.

Intenté salir de la cama para darme un baño y así intentar quitarme la vergüenza que sentía en encima una vez más, pero Ashton abrió los ojos, asustándome un poco.

Me quedé petrificada y volví a mi posición anterior, estirandome para intentar disimular el que estuviera intentando huir.

Ashton dio un bostezo y se volteó, mirando hacia el techo.

—Lo siento, de nuevo —se disculpó, mirándome de reojo—. Creo que no deberíamos volver a fumar los tres juntos.

—Yo lo siento... fui yo la de la idea —me disculpé también.

La de ambas ideas, de hecho, la de fumar hierba y la de volver a tener un trio.

—Tranquila, esta todo bien —aseguró.

Aunque yo sabía que no era cierto. No podía estar todo bien cuando era la segunda vez que hacíamos un trío y esa vez no en la ciudad del pecado.

Solté un suspiro y me volví a tirar sobre la almohada con fuerza, mirando hacia el techo.

De pronto, sentí que la mano de Ashton se entrelazaba con la mía, lo que me confundió un poco, ¿por qué siempre se comportaba así cuando algo como eso sucedía?... Bueno, solo había sucedido dos veces, pero ambas veces había actuado muy extraño.

De pronto, Gohan comenzó a removerse y cuando me miró a su lado, una sonrisa divertida se formó en su rostro.

—Nuevamente hiciste un sexo oral maravilloso, ¿has tenido mucha práctica?

No pude evitar tomar uno de los cojines pequeños y darle en la cara con él, lo que sólo hizo que se riera más.

Él también hacía buen sexo oral, pero no merecía saberlo.

—Ashton, tú haces un buen desayuno —le dijo Gohan.

Ashton lo miró con fastidio y luego rodó los ojos para bajar de la cama y comenzar a vestirse.

—Bien, haré el desayuno, pero tú deberás recoger los condones.

Gohan se quejó y Ashton salió de la habitación sonriente.

—Alie...

—No, yo no lo haré esta vez.

Gohan comenzó a recoger los condones veganos que habían tirados por la habitación porque eran demasiado cerdos como para ir al baño y botarlos después de ocuparlos.

«Desde el próximo año no vuelvo a tener sexo con ninguno de estos dos», me prometí en mi cabeza.

[...]

Tan solo quedaba una hora para el año nuevo y los tres estábamos sentados en la terraza de la casa mirando el mar, con nuestras sudaderas de la amistad puestas por petición de Gohan. Debía admitir que era divertido y tierno como nos veíamos con ellas puestas.

Alaska va a Los Ángeles [LA #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora