Alaska
La primera vez que Brian había terminado conmigo había sido muy triste, pero esa vez, aun cuando no habíamos vuelto a nada serio, se sentía mucho peor.
—¡Abby! —me quejé—. ¡La pelirroja estúpida de Abby!
Si el hecho de que te fueran infiel se sentía humillante, el que lo hubieran hecho con alguien que hacía que me sintiera como la persona más insegura del mundo, lo hacía mucho peor en todo sentido posible.
Ashton me había hecho un té y me había llevado mis bombones para que me sintiera algo más animada, pero nada de lo que él y Gohan hicieran podía hacerme sentir menos miserable.
—¿Qué es lo que tiene Abby que la hace irresistible? —pregunté, con mi voz temblorosa, mientras intentaba beber un sorbo de té de la taza floreada.
Ambos se quedaron pensando en mi pregunta un momento.
—Abby no tiene nada que tú no tengas —aseguró Ashton.
—Sí... Abby sólo es una chica común y corriente —siguió Gohan.
—Yo también —le recordé.
—No para nosotros —dijo Ashton—. Para nosotros eres la más especial de todas.
Gohan asintió ante lo que dijo Ashton y cuando creí que nada podía hacerme sentí bien, eso lo había hecho un poco.
—Gracias por ser mis amigos —le dije con sinceridad.
Ambos habían sido muy buenos conmigo todo el tiempo desde que los había conocido, me habían ayudado y me habían hecho sentir cómoda en una ciudad totalmente diferente a lo que conocía. Además, me habían logrado animar en todas las situaciones complicadas que había pasado en esos meses, fuera por trabajo o por vida amorosa.
—No tienes nada que agradecer, tontita —me dijo Ash, pasando su brazo por alrededor de mi cintura.
—Y anímate un poco —me dijo Gohan—. En menos de dos días será otro año y aunque esas tonterías del tiempo son una creación del ser humano, quizás pueda ser un nuevo comienzo...
Le di una pequeña sonrisa a Gohan.
Tenía razón, no quería empezar un nuevo año llorando por un tonto que no valía nada y que lo único rescatable de él era su auto.
Limpié mis lágrimas con el dorso de mi mano y tomé aire.
—¿Puedo usar otra habitación? —le pregunté a Ashton, un tanto insegura.
—Claro, hay varias más. Puedes elegir el que quieras.
—Gracias... voy a cambiar mis cosas.
—Te ayudamos —me dijo Ashton, poniéndose de pie.
Yo sonreí como pude y los tres subimos al tercer piso para mover mis cosas del cuarto en que había estado con Brian los días anteriores.
Cuando vi la lámpara que le había lanzado a Brian, en una clase de ataque de ira, rota en el piso, me sentí apenada.
Había estado tan furiosa que ni siquiera me importó romper un objeto que no era mío.
—Lo siento tanto —le dije a Ashton, agachándome para recoger los trozos del objeto.
Ashton se agachó a mi lado y me detuvo.
—Tranquila, te puedes cortar, yo me encargo —me dijo—. Y no te preocupes por romperla, valió la pena.
Una sonrisa se asomó en su rostro, lo que hizo que me tranquilizara un poco más.
—Tenías razón —dije al cabo de unos segundos—. Sí es un egocéntrico y jamás iba a ser su prioridad... debí dejarlo cuando pude.
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Alaska va a Los Ángeles [LA #1]
De TodoAlaska siempre ha tenido el mismo sueño: volverse una actriz famosa; y es por esto que se muda a Los Ángeles después de terminar su carrera de actuación. En su nuevo edificio conoce a Ashton y Gohan, dos mejores amigos un poco más jóvenes que ella q...