Gohan
Ashton había estado muy extraño esos días y estaba teniendo un resfriado que parecía eterno.
Mi teoría era que algo lo estaba preocupando y eso estaba bajando sus defensas, si seguía así, su colon estallaría.
Había intentado hablar con él, pero cada vez que le preguntaba si le preocupaba algo, palidecía y terminaba vomitando incluso.
Me dolía un poco que no fuera capaz de decirme que le pasaba cuando yo siempre le contaba todo de mi vida y yo creía que él también lo hacía, al menos lo creía hasta ese entonces. O lo que le sucedía era muy personal o le causaría un problema conmigo, ¿pero qué cosa podría causarle un problema conmigo?
Ashton no podía hacer nada que me alejara de él, pues yo lo conocía y no era capaz de matar a una mosca.
Nada de lo que Ashton Johnson fuera capaz de hacer sería suficiente para hacerme odiarlo o no querer verlo más en mi vida. Él era mi familia, mi mejor amigo, lo único que me hacía completamente feliz y solo a él era capaz de confiarle mi vida completa... aunque él no pareciera poder hacerlo.
Tal vez, tenía que ser mejor observador y descubrir que era lo que pasaba sin que tuviera que decírmelo, así podría decirle que ya lo sabía y que no me molestaba. Sí, eso tenía que hacer.
—¡Gohan! ¡Tenemos que irnos! ¡Muévete! —me gritó Alaska desde el primer piso.
Yo tomé mi mochila y bajé corriendo las escaleras hasta el primer piso, listo para ir al aeropuerto.
Era miércoles antes de los festivos de semana santa y los tres iríamos a Alaska con la familia de Alie. Por fin podría descubrir si vivían en una choza y peleaban con los osos polares por su almuerzo.
—¿Tú papá nos dejara entrar? —le pregunté mientras salíamos hacia la calle—. ¿Nos dejara entrar a su choza? Porque parece que nos odia y tengo la leve sospecha de que cree que somos gays.
Alaska me miró sorprendida y negó.
—No piensa que sean gays y si lo pensara, no habría nada de malo —aseguró—. Y claro que los dejara entrar, no es un tirano... no tanto.
—Cierto, tu padre debe ser un hombre liberal.
—¿Por qué lo dices?
—Porque si hubiera sido por él, te hubiera abortado.
Alaska me miró con el ceño fruncido, pero luego suspiró, resignada.
—Yo soy la razón por la que está a favor del aborto libre —comentó con poco ánimo.
Yo le puse una mano en su hombro.
—Tranquila, mi mamá odia los condones porque por culpa de uno defectuoso yo nací —intenté animarla—. Luego se operó y su vida fue más feliz... pudo serlo mejor si yo no hubiera sucedido, pero la vida no es perfecta.
En ese momento, Ashton salió de la casa con sus cosas y se quedó con nosotros esperando el taxi que nos llevaría al aeropuerto.
—Ashton —lo llamó Alie—. ¿Tu fuiste planeado?
—Sí, todos lo fuimos, pero yo soy el que provocó que mi mamá dejara de creer que debía recibir los hijos que la naturaleza le entregara y se ligó las trompas —respondió con una sonrisa divertida.
—Bueno, otra cosa que tenemos los tres en común: causamos que nuestras madres se operaran para no tener más hijos —dijo Alaska.
Los tres reímos por el comentario.
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Alaska va a Los Ángeles [LA #1]
RandomAlaska siempre ha tenido el mismo sueño: volverse una actriz famosa; y es por esto que se muda a Los Ángeles después de terminar su carrera de actuación. En su nuevo edificio conoce a Ashton y Gohan, dos mejores amigos un poco más jóvenes que ella q...