Gohan
Normalmente amaba andar con Ashton a donde fuera, pero en ese momento, solo quería tener una excusa para desaparecer de ahí.
Mi amigo era tan guapo que, donde fuera, llamaba la atención de las chicas y Las Vegas no había sido la excepción.
Un grupo de chicas había llegado junto a nosotros y habían comenzado a coquetearnos, pero yo no estaba de humor para eso. Yo quería hacer alguna estupidez que subiera la adrenalina de mi cuerpo y que me hiciera bajar toda la comida que había tragado en el restaurante hacía un rato.Ashton estaba muy cómodo y feliz, pero era porque a él le gustaba llamar la atención de las chicas. Cualquiera podía pensar que yo era igual a él, pero yo no siempre quería estar rodeado de mujeres que me coquetearan.
—Iré al baño —mentí.
—Claro —me dijo Ashton, sin prestarme mucha atención.
Me levanté de la silla en la que estaba y fui hacia dentro del hotel, pero en vez de ir al baño, corrí hacia la habitación para sacar mi billetera y una chaqueta.
Lamentaba abandonar a Ashton de esa manera, pero yo había ido a divertirme de maneras en las que no podía en Los Ángeles. No era que en Los Ángeles no hubiera casinos, pero en Las Vegas, cada cinco minutos encontrabas uno.
Salí del hotel para comenzar a caminar en busca de un casino que me interesara. No tarde muchos minutos en llegar a mi destino y cuando crucé la puerta principal, sentí la emoción crecer en mi estómago.
Sin pensarlo más de dos segundos, corrí a una máquina tragamonedas desocupada y comencé a meter las monedas que tenía en mi billetera.
Estuve al menos una hora en las máquinas, mientras bebía unos tragos, para luego estar media hora más apostando en la ruleta.
Había ganado algo de dinero, pero no mucho, pues esos juegos se trataban de suerte y, si bien, yo me consideraba alguien muy afortunado, quería probar algo más seguro.
Debido a que los casinos estaban hechos para quitarle dinero a la gente, casi nunca se ganaba dinero considerable en ningún juego o máquina, lo que me dio una pésima idea.
Ashton y yo habíamos aprendido alguna vez a contar cartas en el blackjack y era mi momento de aplicar lo aprendido.
Aun cuando ya estaba bastante ebrio, debido a todos los vasos de whisky y shots de tequila que había bebido, decidí que debía intentarlo.
Fui hacia la mesa del blackjack, donde solo se encontraba el crupier con un hombre y una mujer que parecía no muy animada.
Me senté al lado de la chica y, entonces, hice mi apuesta para la siguiente ronda.
Cuando el crupier comenzó a repartir las cartas, rápidamente, hice lo que pude para contar las cartas correctamente. Yo había aprendido con Ashton repartiendo, quien no era experto, y, por tanto, era mucho más lento, por lo que se me hizo más difícil de lo que había imaginado.
Al principio, no me estaba yendo muy bien, pero con el paso de los minutos, comencé a tomarle el ritmo al juego y comencé a ganar.
Fingía sorpresa cada vez que la jugada me funcionaba y, las primeras veces, los demás me felicitaban, pero cuando pasaron más de veinte veces que gané contra la casa, dos hombres de terno se me acercaron por detrás y me tomaron por los hombros.
—Acompáñenos, por favor.
Intenté zafarme del agarré, pero los tipos comenzaron a forcejear para sacarme, llamando la atención de la gente que se encontraba en el lugar.
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Alaska va a Los Ángeles [LA #1]
RandomAlaska siempre ha tenido el mismo sueño: volverse una actriz famosa; y es por esto que se muda a Los Ángeles después de terminar su carrera de actuación. En su nuevo edificio conoce a Ashton y Gohan, dos mejores amigos un poco más jóvenes que ella q...