Ashton
Esperaba que Alie hubiera entendido mi "me gustas mucho" de la mañana de manera sexual, aun cuando no lo había dicho en ese sentido.
Mientras Alie, probablemente, veía lo que había pasado como simple sexo casual, yo como todo un idiota sentía que me había conectado más con ella.
Era un idiota, solo le había metido mi pene, ¿por qué eso me conectaría con ella de otra forma más allá de lo físico?
Cuando Gohan apareció en la cocina, no pude evitar sentir un dolor de estómago.
«Tengo que decírselo».
¿Y si se molestaba? ¿Si me mandaba al demonio? ¿Si se retractaba de mudarse con nosotros?
No podía decírselo antes de que estuviéramos en la nueva casa y eso sería en unos cuantos días más. Tenia que ser fuerte y aguantar el secreto, por más que me doliera.
—¿A qué hora vamos a la casa? —me preguntó Gohan.
—En una hora.—Genial, ya quiero verla.
Yo le di una sonrisa lo más natural posible y fue a sentarse con Alaska al sofá, mientras yo seguía en la mesa de desayuno, intentando comer mi avena a pesar de todos los asuntos que revolvían el estómago.
Solo tenía que aguantar el secreto unos días más y entonces, conversaría las cosas con Gohan de manera civilizada y sincera.
[...]
La casa era increíble. Era de tres pisos, con una cochera en la que entraban dos autos, con paredes de color crema y estaba amueblada con un estilo moderno y elegante, pero no demasiado ostentoso.
Había una chimenea de piedra hermosa en la sala y un patio trasero con un pasto muy verde, cortado parejamente y en un costado se encontraba una piscina enterrada de mediano tamaño.
En el segundo piso había tres habitaciones, las cuales eran bastante más grandes que las que teníamos en el departamento; dos eran del mismo tamaño y la otra era un poco más pequeña. En el tercer piso había una pieza matrimonial que parecía del porte de mi actual sala y cocina, con una terraza bastante grande.
—Esta debería ser tuya —dijo Gohan—. Ya que, será tu casa.
—¿No la quieres tú?
—¿Estás loco? Ya es suficiente con que me estés pagando todo esto a mí también —contestó—. Deja de ser tan amable y date un lujo.
—Gohan tiene razón, esta será tu casa, tú tienes que elegir tu habitación y no tienes más opción que la mejor de todas —agregó Alie.
—Increíble, tengo derecho a elegir y solo tengo una opción... que lógico.
Los tres reímos y yo asentí.
—Bien, elegiré esta, pero será nuestra casa... no me mudaré a menos de que hablemos de nuestra casa.
—Que lógico, Ashton, tú la vas a pagar y estará a tu nombre, pero tiene que ser de nosotros también —comentó Gohan.
Yo asentí con una sonrisa.
—Tan lógico como mis opciones para elegir cuarto —bromeé.
Ambos rieron y volvimos al primer piso donde estaba la corredora de ventas con los papeles.
—¿Y? —preguntó la mujer—. ¿Les gustó?
—¿Dónde firmo? —le pregunté, provocando que una sonrisa de felicidad se formara en su rostro.
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Alaska va a Los Ángeles [LA #1]
RandomAlaska siempre ha tenido el mismo sueño: volverse una actriz famosa; y es por esto que se muda a Los Ángeles después de terminar su carrera de actuación. En su nuevo edificio conoce a Ashton y Gohan, dos mejores amigos un poco más jóvenes que ella q...