p o s t - i t s

1.9K 257 9
                                    

Lucius pasaba los pergaminos, leyendo apenas el motivo de ellos y seleccionando los de urgencia en una pila, la voz de Draco rompió  el silencio de la oficina. 

—¿Podemos ir a comprar, papá?

Lucius detuvo lo que estaba haciendo para mirar  a su hijo. —¿Qué necesitas, Dragón?

—Post-its, por favor, ya se me acabaron.

—Pero tu papá te mando un paquete de ellos antes de que salieras de vacaciones. —Dijo Lucius extrañado.

—Sí, pero se me acabaron. 

Lucius enarcó una ceja. —¿Tanto estudiaste?

Draco asintió con sonrisa burlona. —Por supuesto, papá.— Luego se encogió de hombros. —Papá me mandó un paquete, de ese paquete tuve que hacer maravillas, utilice los de azul y negro para las fichas de los hechizos que Karkarov nos pone a practicar a Harry y a mí, —levantó un dedo. —los naranjas se los regale a Lunita porque estaba leyendo un libro nuevo. —Otro dedo. —Verdes para apuntes de Pociones, rosas para Herbología, blancos para Artes Oscuras, beiges para Astrología y los lilas...—Draco sonrió bajando todos sus dedos. —Los lilas se los dí a Nevi.

Lucius asintió. —Qué chico tan estudioso. —Viendo la sonrisa orgullosa creciente de su hijo, añadió. —Bruto.

Draco se levantó del sofá donde estaba recostado. —¡Papá! —Draco le aventó un caramelo de los que había estado comiendo anteriormente. —Me desagradas. 

—Ajá

Draco se volvió a recostar. —Grosero. 

—Ajá.

—Te voy a acusar con papá. 

Lucius miró mal a su hijo. —Chismoso.

Draco rió y ambos se mantuvieron en silencio un momento, Lucius miró a su hijo quien seguía comiendo las mentitas de cortesía que daban al entrar al ministerio, su hijo podía pedirle que le comprara dulces y en cambio pasaba por todos los lugares en el ministerio donde le dan mentitas, Lucius sonrió.

—¿Dragón, qué hora es?

Lucius sabía que él mismo podía hacer un tempus, o buscar el reloj en el cajón del escritorio pero a Draco le hacía feliz poder hacer hechizos aunque pequeños, fuera de la escuela. 

—Tempus.— La voz de Draco resonó fuerte y clara a pesar de tener las mejillas llenas de dulces,  de inmediato un humo azul formó la hora. Draco sonrió. — Son las tres y media. 

—Cuando sean las cinco me avisas, pasamos por tu papá a  PP y vamos a comprar  ¿Sí?

Draco sonrió. —Sipi, gracias papá. 


—El ministro y su primer hijo. 

Hablo Draco a modo de burla después de que se detuvieran porque un par de personas saludaron a Lucius. Draco siempre decía eso, no importa si solo un conocido lo saluda por la calle, es de ley de que su hijo lo dirá, cuando van con Severus la frase cambia a: "El ministro y el primer caballero... y su hermoso hijo" 

Lucius apretó el agarre en la mano de su hijo. —Eres mi único hijo. 

—¿Y Harry?— Draco preguntó antes de sonreírle a unos chicos fuera de Honeydukes.

—Harry no es mi hijo, es mi ahijado. 

—Es casi lo mismo, papá.

—No. —Dijo Lucius solo por llevarle la contraria a su hijo.

Criando a un DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora