r e l o j

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Draco no sabe leer el reloj. 

Draco no sabe leer el reloj y a Harry le gusta molestarlo por ello, era su última semana en Hogwarts, la siguiente semana estarian en Durmstrang solo para el proceso de su graduación, el torneo había concluido dejando como campeona a Fleur Delacour, Harry se mostró decepcionado al inicio y algo resentido con Nevi, alegando que su 'incidente' le hizo perder puntos, sin embargo disfruto cada parte del proceso y no hubiera conseguido el puntaje de segundo lugar si no hubiera sido por Draco así que le hizo un regalo.

Regalo que sabe Draco usará porque la ama, pero no será más que un adorno para su muñeca.

Draco sonrió sacando el reloj de la cajita verde, donde Harry se lo había dado

—Amo este reloj. —Dijo Draco cuando lo revisó por completo, un reloj de oro blanco, tenía grabado "DH" y Draco sonrió. —Aunque no se cuanto cobraran los elfos por borrarle esta "H", estorba junto mi inicial.

Harry frunció el ceño. —Jodido idiota.

Draco rió. —Gracias Harry. —Se acercó más a él para abrazarlo. —Es muy bonito.

Harry apretó a Draco entre sus brazos un momento, antes de separarse por completo. —¿Qué hora es Dray?

Draco se puso el reloj y entonces empezó a contar. 

—Cinco, diez, quince, veinte...—Harry estaba aguantando la risa. —Son las cuatro treinta y ciento... creo. 

Entonces Harry no aguanto más la risa. 

—Merlín, eres tan torpe.

—Callate o te acusare con el mi papá.

Y como si los astros se hubieran alineado, la lechuza imperial Potter y el halcón de los Malfoy bajaron hasta los escalones donde ellos se encontraban charlando. Ambos chicos estiraron sus brazos para que las aves de sus padres se posaran ahí.

 Se miraron a la vez preocupados antes de despedir a sus respectivas aves, Draco comenzó a leer y quiso vomitar, sintió como sus ojos escocían, instintivamente miró a Harry, el moreno leía mientras lágrimas corrían por su rostro... Tal vez Harry sabía leer el reloj, pero no controlar sus emociones.

 Doblando la carta y guardandola en el bolsillo de su uniforme, se acercó y se puso de puntillas, con cuidado limpió las lágrimas de Harry y con voz baja y dulce le habló.

—Harry, pequeño,  vamos.

Harry lo miró y dejó salir un sollozo. —D- Draco.

Draco miró alrededor y corroborando que no les prestaban particular atención, acunó el rostro de Harry en sus manos.

—Harry respira, debemos. —Se tomó un momento para calmar el nudo en su garganta. —Debemos ir a la oficina de la profesora Minerva. Por favor, Harry.

Harry asintió aún perdido.

—Debemos ir, te prometo que voy a estar contigo.

Harry tomó una de las manos de Draco y la apretó fuertemente, pero sin lastimarlo. 

—Vamos.

Ambos se alejaron, yendo en dirección de la oficina, donde su tíos Barty y Rabastan irían por ellos.

"Queridos Harry y Draco:

Hijos no sé si tomaron las cartas como eran, les informo que ambas tiene absolutamente el mismo contenido.

Necesito que me presten particular atención y respiren profundo, todos nos encontrábamos en Prince's Potions, cuando hubo un altercado en el establecimiento de a lado, no puede contarles con exactitud pero en un momento Regulus y James salieron a ser parte de los refuerzos que solicitaban en el lugar, Severus por su parte estaba en la trastienda trabajando, una explosión ocurrió y les afecto a los tres. 

Sé que están preocupados hijos, sus padres están en San Mungo ahora, en el ala de terapias y rehabilitaciones mágicas, sin embargo siguen inconscientes. Les prometo que sus padres estarán bien, pero es preciso que vengan para que sus núcleos mágicos los reconozcan y despierten. 

Rabastan y Barty irán por ustedes, el traslador está listo para que no tengan que venir en chimenea o tren, les pido se mantengan tranquilos. Por favor.

Les ama, su tía Andrómeda."

(*)

—No sabes el temor que sentimos en ese momento.

Decía Draco, estaba sentado entre las camas de su papá y su tío James, su tío Regie estaba del otro lado de James y Harry ocupaba el sillón, profundamente dormido como merecía después de lo mal que lo paso. Llevaban cuatro días en el hospital, sus padres despertaron hace no más de veinte horas y ambos jóvenes estaban tan agotados y aliviados a la vez.

—Me imagino Draconis. —Dijo Regulus, era el más consciente de los tres. —Debieron haber estado aterrados.

Draco asintió, mirando a su papá dormitar. —Harry no paraba de llorar y yo no quería llorar para escandalizarlo más.

James medio dormido sonrió. —Ambos me enorgullecen, demasiado.

—A mi también. —Mirando a Severus dormir, Regulus volvió a hablar. —Estoy completamente seguro de que Severus se siente igual de orgulloso que nosotros, incluso Lucius, pero sabes que se tuvo que ir, necesitaba encarcelar a los responsables.

Draco sonrió triste.

—Lamento lo que pasaron.

James se acomodo mejor en la camilla. —No tienes porque, nosotros hacíamos nuestro trabajo.

Regulus asintió pero viendo el rostro cansado y demacrado de su ahijado, decidió cambiar de tema. 

—¿Y ese reloj, Dray?

Draco sonrió vagamente. —Harry me lo dió.

James rió bajito.— Se burla aún de que no lo sabes leer.

—Lo hace.—Admitió Draco. —Pero no me importa porque me veo fabuloso usandolo.

xxx

Solo queda un día y aunque me llena de tristeza el os final lo tengo planeado desde el inicio akhdahd

Espero les haya gustado.

Nos leemos mañana.

Ily, Pickly <3

Criando a un DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora