m o n t a ñ a

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—¡Ya no puedo más!

Harry y Draco rieron ante el grito de James. 

Regulus miró a su esposo. —¡Vamos holgazán! 

Sí había algo que Lucius y Severus amaban hacer era caminar, no importaba donde, a ellos les encantaba caminar por horas,  podría ser entre las calles de un día nublado en la ciudad  o entre campo y montañas, hoy es el cumpleaños de Lucius, así que Severus decidió llevarlo a caminar, haciendo un picnic al llegar  a su destino. 

Severus le pregunto a Regulus si estarían libres y este aceptó de inmediato, compartiendo ese amor por el aire libro y la naturaleza, no como su esposo que irónicamente, prefería la ciudad o llegar al campo por otros medios. 

 —Tío Jamie si tu forma animaga es un ciervo ¿Por qué no vas en ella?

James miró a su ahijado, el cuello doliéndole un poco de la rápido que  giró y su frente llena de sudor. 

—Tu, eres un chico muy listo. 

Regulus rodó los ojos aceptando la botella de agua que su esposo le daba, Severs por su parte evitó que Lucius le diera un bastonazo a James. 

—Sería muy incómodo tener que explicarle a alguien cómo es que un jodido venado camina a lado de nosotros. 

Todos prestaron atención a la transformación de James, Draco y Harry aplaudiendo felices por ver la forma animaga de nuevo. El moreno fue disminuyendo en tamaño,  hasta mostrar ante ellos un hermoso ciervo de rojo pelaje, este se acercó a Regulus, inclinándose para que lo acariciara. 

—¡Sí, sí! Avanza empalagoso. 

Siguieron subiendo la montaña, entre risas de los niños y quejas de Lucius siendo respondidas con suaves empujones o patadas de James, llevaban casi hora y media caminando, los niños aunque parecían tener batería infinita, necesitaban tomar agua así que después de cinco minutos de molestar con repetidos y molestos "agua, agua, agua, agua" les permitieron descansar un poco. 

—Me deshidrato. 

Harry se dejó caer en el pasto y Draco se dejó caer encima de él. 

—Siento que mi lengua está seca. —Para comprobar su punto, el pequeño rubio, lamió la mejilla de Harry. 

—Asqueroso. —Draco cayó al pasto por el empujón que Harry le dió. 

Dejando su cabeza en las piernas de Harry, contestó. —No me importa. 

Lucius estaba recargado en un tronco, hasta que el ciervo se tumbó a un lado suyo, lo tomó como una invitación a usarlo. 

—Lo único bueno de que seas un animal, es que eres comodo. 

Regulus le dió una botella de agua. —No utilices a mi animal, tiene sentimientos. 

—Solo por hoy,  es mi cumpleaños. 

Apoyando a Lucius en su punto, Harry y Draco cantaron "Es su cumpleaños"  recibiendo un dulce en el rostro por parte de Severus. James se acomodo como si estuviera a punto de dormir. 

—Papá. 

—¿Sí Harry?

—Tengo hambre. 

Draco levantó su dedo —Sé que eso es cierto porque su estomago gruñe. 

—Ya nos falta poco, niños —Severus miro el camino hacia el frente, estaban a unos quince minutos de llegar a la cima. 

—Pero papi, si seguimos Harry se puede desmayar. 

—Ajá, ajá. 

Lucius los miró con los ojos entrecerrados, ese par de niños podían tener tres o diez  y se seguirán consiguiendo lo que quisieran. 

Se aclaró la garganta antes de dirigirse a su esposo. —Sev, cariño comamos aquí, no es la cima pero es un lugar agradable y después podemos jugar un poco. 

Viendo que James no hacía nada por regresar a su forma humana, Severus propuso —Tal vez juguemos ponle la cola a bambi. 

—¿Qué te pasa Snivellus?

—James —Regulus advirtió a su esposo. 

Molesto porque su cojín personal se fue, Lucius se levantó a abrazar a su esposo. 

—Regresa a ser un animal a cuatro patas Potter, puedes comer pasto y te daremos agua. 

Draco y Harry rieron aún recostados en el pasto. 

—Tío Regie, ¿Podemos comer papitas?

Regulus miró al resto de adultos, Lucius y James parecían enfrascados en molestarse entre ellos y Severus transfiguraba ramas en sillas.  

—Me parece que primero podrían comer un par de emparedados y luego es doy refresco y papitas ¿De acuerdo?

Draco miró a Harry, este asintió hacia Draco. —Sí tío Regie. 

—Bien, levanten sus traseros de bebés, por favor. 

Harry se levantó primero, ayudando a Draco a hacerlo. —¿Podemos adornar aquí antes de comer?— Sabiendo que su papá diría que no, Harry se adelantó. —Es el cumpleaños del tío Lu. 

Bufando por lo bajo, Regulus apareció un par de bolsas con globos y brillos. 

—Gasten sus pulmones muchachos. 

Y fue a ayudarle a su mejor amigo en lo que pudiera, ignorando al rubio arriba de un árbol que le lanzaba ocasionales hechizos a James. 

—¿Lucius cumple treinta y siete u quince?

Severus los miró y rápidamente alejó la vista. —¿James tiene treinta y cinco o trece?

Ambos se miraron cómplices, Regulus fue el primero en reír. —El día que no se molestan James lo extraña. 

Severus asintió de acuerdo, uniéndose a las risas de Regulus. —Alguna vez llegue a pensar que sí Lucius me engaña será con James. 

Regulus rió más alto —Yo también he pensado eso. 

 —Se comportan como un viejo matrimonio. 

—¿Eso en que nos convierte Sev?

—La verdad no sé, pero en estas situaciones hipotéticas, Harry y Draco son los elfos. 

Regulus trataba de no reírse. —Son los crups. 

xxxx

Hipotéticamente hablando, James y Lucius son mi gusto culposo. 

Espero les este gustando este casi fictober hakdhak. 

Nos leemos mañana 

Ily, Picky. 

Criando a un DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora